Llámanos de Lunes a Sábado de 09:00 a 22:00 : 961 399 020 - 638 394 535

Almohadas: Todo lo que necesitas saber

Un buen descanso necesita de una almohada que se adapte a nuestras necesidades. La postura en la que dormimos es una de las principales cosas a tener en cuenta a la hora de escogerla.

Cuando escojamos nuestra almohada debemos de tener en consideración su composición y altura. También hay que considerar su transpirabilidad, pues si somos personas calurosas este es un factor a tener muy en cuenta, ya que influirá directamente en nuestro sueño. La firmeza también es otro factor que debemos de considerar para acertar en la elección de nuestra almohada perfecta.

De todos los elementos necesarios para un buen descanso, la almohada es probablemente el más personal de todos ellos, por eso es muy importante que ante la compra de una nueva sopesemos los pros y los contra que cada una de ellas nos pueden ofrecer.

Quizá por todo esto cada vez son más las personas que deciden llevarse consigo la almohada cuando realizan un viaje o tienen que dormir fuera de su residencia habitual.

En Maxcolchon disponemos de almohadas de viscoelástica, de látex, microfibra, plumón o copos. Almohadas especiales para viaje, cervicales, posturales o de cuna. Sea cuál sea la almohada que estás buscando, aquí la puedes encontrar.

La idoneidad del tipo de firmeza (blanda, media o dura) y la altura (alta, media o baja) dependen de la postura y los hábitos a la hora de dormir y la constitución de cada persona.

La almohada permite que mantengamos una correcta postura mientras dormimos, y asegura que nuestras vértebras cervicales y dorsales se encuentran en un correcta postura.  Lo ideal es que escojamos una almohada que mantenga nuestra columna alineada de la misma manera que cuando estamos de pie.

En cualquier caso nunca se debe dormir sin almohada, pues puede llegar a provocar contracturas cervicales.  Si dormimos boca arriba debemos elegir almohadas de altura media o baja. Dormir boca abajo es una opción nada recomendada por los especialista ya que la cabeza debe de estar ladeada para permitir el acceso del aire y no es posible mantener la columna en una correcta postura.

La mejor postura para dormir es de lado, apoyado sobre uno de los hombros y con las piernas ligeramente flexionadas, con una almohada gruesa y compacta que mantenga siempre nuestra columna bien alineada. De esta manera nuestro cuello se mantendrá en una postura correcta y no ejerceremos sobre él presiones innecesarias, además de evitar posturas forzadas rotaciones.

La composición de una almohada es un elemento clave a la hora de saber el grado de transpirabilidad que ésta tiene, algo que se debe tener en consideración sobre todo por aquellas personas más calurosas o con alta transpiración por la noche.

Las almohadas de fibra, microfibra o plumas tienen un alto grado de transpiribalidad, mientras que las de látex presentan un grado bastante bajo de transpirabilidad dada su escasa porosidad.

Las almohadas viscoelásticas han ido ganando adeptos en los últimos años gracias a su alta adaptabilidad, aunque presentan una transpirabilidad baja. Para solventar este problema y poder obtener un descanso que aúne los beneficios de la viscoelástica con una alta transpirabilidad, Maxcolchon ha apostado por la innovación en este terreno.

La almohada viscoelástica perforada mejora sustancialmente la transpirabilidad de la viscoelástica gracias a su núcleo perforado que facilita la evacuación del calor.

La almohada Viscofesh Just Sleep supone una verdadera revolución en el descanso, aunando una viscoelástica perforada y de alta porosidad que transpira altamente. Además de disponer de dos caras útiles de descanso, una para cada época del año.

Cada persona tiene un descanso diferente y por lo tanto unas necesidades diferentes, por eso en Maxcolchon hemos desarrollado almohadas para diferentes necesidades específicas.

Nuestra almohada cervical está ideada para aquellos que tienen problemas de cervicales y necesitan un soporte especialmente diseñado para ofrecer un apoyo correcto en la nuca.

La almohada postural ofrece un soporte para la espalda, facilita mantener una correcta posición de la espalda mientras dormimos, y ésta ofrece un descanso cómodo y confortable para las embarazadas, ofreciendo un apoyo extra y facilitando la conciliación del sueño.

Almohada de cuna visco, la almohada de cuna viscoelástica facilita un buen descanso para los más pequeños de la casa, con un perfil muy bajo especialmente pensado para ellos.

Cojín de lectura que facilita los momentos previos al descanso cuando nos relajamos en la cama leyendo durante un rato y que ofrece un sustento firme para la espalda mientras disfrutamos de nuestra actividad favorita.

Las almohadas son uno de los elementos de descanso más personales. De acuerdo a sus gustos, cada persona tiene unas preferencias respecto al grado de firmeza o altura de la almohada. Además de las preferencias personales, a la hora de escoger almohada es importante tener en cuenta qué grado de firmeza es más recomendable, dependiendo de la edad, postura para dormir u otras características específicas.

Las almohadas ofrecen distintos grados de firmeza dependiendo del material utilizado y la densidad del mismo. Por regla general, las almohadas viscoelásticas o de látex resultan más firmes que las que cuentan con rellenos de fibras o plumas naturales.

Entre las almohadas viscoelásticas, aquellas que cuentan con tratamientos o perforaciones para mejorar su transpirabilidad ofrecen un menor grado de firmeza que las compuestas por un bloque puro de viscoelástica.

Las almohadas más firmes se recomiendan especialmente para personas con dolencias cervicales que necesitan mantener la altura y postura del cuello. Para las personas acostumbradas a dormir boca abajo o que prefieren la sensación de almohadas mullidas, se recomienda que opten por rellenos de fibras o plumas. Siendo las fibras sintéticas una alternativa más económica y las naturales, una más sofisticada y duradera. Obviamente, el grado de firmeza final de cada modelo depende del fabricante.

En la actualidad existen una gran variedad de materiales disponibles en el mercado de las almohadas. Tradicionalmente, los rellenos se componían a partir de productos naturales como las plumas de aves. Más recientemente, se han incorporado los materiales sintéticos como las fibras artificiales y la viscoelástica.

La principal ventaja de la viscoelástica en el mundo del descanso es su capacidad para adaptarse a la forma del cuerpo que ejerce una presión sobre ella. En lo que a las almohadas se refiere, esto se traduce en una adaptabilidad a la forma del cuello y la cabeza, generando una reducción de presiones. Las almohadas viscoelásticas resultan más firmes al tacto y, por lo general, ofrecen una menor transpirabilidad.

Las almohadas de fibra resultan más mullidas, por lo que son ideales para quienes prefieren un mayor hundimiento en la almohada. Existe una gran diferencia tanto en sensaciones como en durabilidad y transpirabilidad entre las almohadas de fibras sintéticas como el poliéster, y en las naturales como el kapok. Las fibras naturales consiguen ofrecer una mayor suavidad y transpiración al mismo tiempo que mantienen sus prestaciones durante un mayor período de tiempo. Las almohadas de fibras sintéticas suelen tener los precios más económicos, por lo que pueden ser una alternativa a considerar para dormitorios con usos esporádicos.

Una de las sensaciones más molestas que se pueden producir mientras duermes es la de pasar calor y empezar a sudar. Se trata de algo comprensible en temporadas de altas temperaturas o si el dormitorio no se encuentra debidamente ventilado. No obstante, en muchas ocasiones es la propia cama la que te genera la sensación de calor.

Las almohadas, al encontrarse en contacto directo con el cuerpo, reciben el calor que éste genera. Si la almohada no se encuentra debidamente preparada para evacuar el calor, éste se acumula y es así como se empieza a percibir que la almohada nos transmite calor.

Esta sensación de calor resulta especialmente molesta, puesto que al producirse en la cabeza genera sudoraciones que dificultan el sueño. Para evitar que las almohadas puedan suponer un foco de calor, en primer lugar es importante saber que no todos los materiales resultan igual de transpirables.

El látex y la viscoelástica son materiales que ofrecen una menor capacidad de transpiración. Por ello, se han desarrollado distintas innovaciones encaminadas a ofrecer las ventajas de estos materiales sin que puedan derivar en problemas de sudoración. Así pues, encontramos almohadas viscoelásticas con perforaciones que facilitan la transpiración. Al mismo tiempo, también podemos encontrar almohadas de visco con tratamientos de carbono o gel en su superficie que permiten disipar el calor y evitan su acumulación. De igual modo, es importante el uso de fundas transpirables.

Mantener la higiene de nuestro equipo de descanso es clave si pretendemos que dure el máximo tiempo posible. Lo primero que hemos de tener en cuenta es que, dependiendo del material que hayamos elegido en nuestra almohada, tendremos que realizar unos cuidados u otros a la hora de lavarla. Y es que, de no tener el cuidado necesario al lavarla, podríamos estropear su interior.

Es por eso que, antes de hacer nada, lo primero que deberíamos hacer es acudir a la etiqueta de la almohada, o a su ficha técnica. Allí encontraremos información acerca de si pueden meterse en la lavadora, a qué temperatura pueden lavarse, si podemos utilizar suavizante o no… Es importante seguir las instrucciones que el fabricante ha especificado. De no poderse meter en la lavadora, podemos optar por lavarla a mano.

Aún así, un buen método para proteger la almohada y no tener que lavarla tan a menudo es utilizar una funda protectora. Esta mantendrá la almohada alejada de los posibles agentes externos que puedan llegar hasta ella: sudor, bacterias, piel muerta… Este tipo de fundas, por lo general, suelen poder meterse en la lavadora, por lo que no tendremos que preocuparnos si nuestra almohada es de algún tejido que no permite el lavado a máquina.