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Almohadas: Todo lo que necesitas saber

La almohada permite que mantengamos una correcta postura mientras dormimos, y asegura que nuestras vértebras cervicales y dorsales se encuentran en una correcta posición.  Por estos motivos nunca se debe dormir sin almohada, ya que puede llegar a provocar contracturas cervicales. 
La idoneidad del tipo de firmeza (blanda, media o dura) y la altura (alta, media o baja) dependen de la postura al dormir, la constitución y preferencias de cada persona.
Si dormimos boca arriba debemos elegir almohadas de altura media o baja, con firmezas blandas. Con el objetivo de evitar forzar el cuello y que la cabeza se levante excesivamente respecto a nuestro cuerpo.
Si dormimos boca abajo, se recomienda utilizar una almohada lo más blanda posible y con muy poca altura. Los especialistas no recomiendan esta posición porque no es posible mantener la columna alineada, debido a que la cabeza debe de estar ladeada para permitir el acceso del aire.
La mejor postura para dormir es de lado, apoyado sobre uno de los hombros y con las piernas ligeramente flexionadas, con una almohada con firmeza media y una altura media o alta que cubra perfectamente el espacio del cuello para que la cabeza pueda apoyarse y mantener la columna bien alineada. De esta manera nuestro cuello se mantendrá en una postura correcta, sin ejercer presión sobre el mismo.
Lo ideal sería elegir una almohada que mantenga nuestra columna alineada de la misma manera que cuando estamos de pie.

Existen diferentes tipos de almohadas cada una fabricada con una composición diferente que determina tanto su altura, como su firmeza e incluso el nivel de transpirabilidad; factores que influyen directamente en el descanso.
De todos los elementos necesarios para un buen descanso, la almohada es probablemente el más personal de todos ellos, por eso es muy importante que ante la compra de una nueva sopesemos los pros y los contra que cada una de ellas nos pueden ofrecer. En Maxcolchon contamos con todo tipo de almohadas, pero las más habituales son las siguientes:
  • Almohadas viscoelásticas: Cuentan con una alta capacidad de adaptabilidad a nuestro cuello, eliminando las presiones y ofreciendo un descanso acogedor.
  • Almohadas de fibra: Ofrecen un descanso suave y acogedor. Algunos modelos permiten modificar la altura.

Las almohadas hay que evitar lavarlas porque el agua altera los materiales: las fibras se apelmazan tras los lavados, la viscoelástica y el látex se endurecen considerablemente, perdiendo así todas las propiedades beneficiosas que aportaban al descanso. Por ello, la única solución para mantener la higiene de las almohadas es protegerla.
Con un protector de almohada evitaremos que la almohada se ensucie o que penetre cualquier tipo de líquido.  Es el único método que puedes seguir para proteger la almohada.