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Comprar Fundas Nórdicas de 120: Preguntas Frecuentes

La funda nórdica de 120 centímetros debe lavarse con la misma frecuencia que se lavan las sábanas, es decir, semanalmente. Este hábito regular asegura que se eliminen los ácaros del polvo, la suciedad, el sudor, alérgenos y otras sustancias nocivas que se acumulan con el uso diario.

Lavar la funda nórdica con regularidad nos facilitará el mantenimiento de la frescura y limpieza de tu cama y, por supuesto, ayudará a preservar la calidad del tejido y la apariencia de la funda.

La frecuencia del lavado puede variar según factores personales como la sensibilidad a las alergias, el clima y el uso de la cama. Por ejemplo, en climas cálidos o durante los meses de verano, es posible que necesites lavar la funda nórdica con mayor frecuencia debido al sudor. Además, si tienes mascotas que duermen en la cama o si alguien en el hogar tiene alergias, un lavado más frecuente puede ser necesario para mantener el ambiente lo más limpio posible.

Para asegurarte de que tu funda nórdica se ajuste perfectamente a una cama de 120 centímetros, la premisa fundamental es conocer las medidas correctas. La funda nórdica debe ajustarse exactamente al tamaño del relleno para evitar que se formen arrugas o pliegues incómodos. Una buena regla general es que la funda nórdica debe ser de la misma medida que el relleno y debe colgar entre 30 y 40 centímetros por los lados de la cama para garantizar una cobertura adecuada y una apariencia ordenada.

Aunque las medidas pueden variar ligeramente según el fabricante, la dimensión estándar recomendada para una cama de 120 centímetros de ancho es de 220 x 230 centímetros. Así es como lo hacemos en Maxcolchon. ¿Por qué esta medida? Porque asegura que la funda nórdica cubra completamente el relleno y proporcione una caída adecuada por los lados, lo que mejora la estética del dormitorio y garantiza que el durmiente esté bien cubierto durante toda la noche.

Antes de realizar la compra, es fundamental verificar las especificaciones que encontrarás en la etiqueta para asegurarte de que las dimensiones de la funda nórdica coincidan con las de tu cama y relleno específicos. Esto te ayudará a evitar inconvenientes y asegurar que la funda se ajuste de manera perfecta, proporcionando el máximo confort y funcionalidad.

Comprar una funda nórdica de 120 centímetros es una elección excelente por varias razones.

En primer lugar, la funda nórdica de 120 cm. ofrece una comodidad inigualable en comparación con otros tipos de ropa de cama. Y es que, al optar por una funda nórdica, eliminas la necesidad de múltiples capas de sábanas, mantas y colchas, simplificando así la tarea de hacer la cama cada día. Este enfoque todo en uno mejora la apariencia de tu dormitorio y te ahorra tiempo y esfuerzo.

Además, las fundas nórdicas son conocidas por su capacidad para proteger el relleno nórdico, manteniéndolo limpio y en buen estado durante más tiempo. Esta cualidad es especialmente útil ya que el relleno puede ser caro y difícil de lavar. Al actuar como una barrera protectora, la funda nórdica ayuda a prolongar la vida útil del relleno, evitando la acumulación de polvo, suciedad y alérgenos.

En los meses más cálidos, puedes usar la funda nórdica sin el relleno, funcionando como una ligera sábana que proporciona comodidad sin causar calor excesivo.

Finalmente, una funda nórdica de 120 centímetros es ideal para camas individuales, proporcionando un ajuste perfecto que cubre toda la superficie de la cama y cuelga adecuadamente por los lados.

Elegir el mejor tejido para una funda nórdica individual depende de tus preferencias personales y de los beneficios que busques.

Una opción muy popular es la mezcla de 50% algodón y 50% poliéster, que ofrece una serie de ventajas significativas. Esta combinación asegura durabilidad y resistencia, lo que significa que la funda nórdica mantendrá su forma y apariencia incluso después de múltiples lavados. Además, esta mezcla es altamente transpirable, permitiendo una adecuada circulación del aire, lo que contribuye a mantener una temperatura de sueño cómoda.

El algodón aporta suavidad y frescura, esenciales para un descanso reparador, mientras que el poliéster añade resistencia y facilidad de cuidado, ya que es menos propenso a arrugarse y más fácil de lavar. Esta combinación de materiales también suele ser más económica, ofreciendo una excelente relación calidad-precio, lo que la convierte en una opción práctica y asequible.

Por otro lado, si buscas una experiencia de lujo y máxima comodidad, una funda nórdica 100% algodón puede ser la elección perfecta. Las fundas de algodón puro son conocidas por su alta transpirabilidad, ligereza y frescura. Este material natural permite que el aire fluya libremente, ayudando a regular la temperatura corporal durante la noche y proporcionando una sensación de suavidad y confort en contacto con la piel. Además, el algodón es hipoalergénico, lo que lo hace ideal para personas con alergias o piel sensible.