Cómo debe ser el descanso de los bebés en verano

Ago 14, 2020 | INFANTIL, MATERNIDAD

Conseguir que un bebé mantenga un buen descanso puede parecer una misión imposible a veces. Especialmente durante los primeros meses, los bebés tienden a despertarse a menudo durante la noche, lo que puede llevar de cabeza a los padres, sobre todo a los primerizos.

Este problema puede agravarse cuando las temperaturas son más extremas, como ocurre durante el verano. El cambio de horario y el hecho de que los días duren más dificulta el sueño tanto de los bebés como de los padres. Y es por eso que muchos padres llegan a preguntarse como debería ser el descanso de los bebés en verano: ¿Es necesario que cambie su horario de descanso? ¿Es bueno dormir con él? ¿Puede interferir en su descanso si ponemos el aire acondicionado? Te damos algunos consejos que podrían ayudarte.

¿Cómo debería ser el horario de descanso de los bebés en verano?

Una de las preguntas que pueden llegar a la mente de los padres en verano, especialmente a la de los primerizos, es si el horario de descanso del bebé debería cambiar. Y es que, cuando llega el verano, las horas de luz aumentan y resulta más difícil que el bebé entienda que va llegando la hora de dormir aunque no esté oscuro todavía.

Nuestro reloj circadiano funciona a través de esta luz externa, y de esta manera nuestro ciclo sueño-vigilia se ve influenciado por la luz en gran medida. Aunque pueda parecer que se desarrollan más tarde, lo cierto es que estos mecanismos comienzan a desarrollarse alrededor de los 3-6 meses de vida.

Así, esto podría resultar un problema conforme los bebés van creciendo. Los más mayores pueden querer jugar hasta tarde y, como consecuencia, irse a dormir más tarde. Sin embargo, si hemos de hacerles madrugar para acudir a la guarderia o un campamento, esto puede resultar un problema.

En estos casos, lo mejor que se puede hacer es tratar de que el bebé cene pronto y lleve a cabo actividades más tranquilas antes de acostarlo. Además, también puede ser clave evitar que vea la televisión o esté expuesto a una pantalla las horas previas a irse a dormir.

¿Es seguro para los bebés poner el aire acondicionado?

Es habitual preguntarse como padres primerizos si es seguro para los bebés poner el ventilador o el aire acondicionado en marcha por la noche. Hay quienes piensan que esto podría derivar en una infección o un problema de salud para el bebé, pero nada más lejos de la realidad.

La causa más probable por la que puede enfermar un bebé es que se le transmita un virus mediante gotitas de saliva o mediante las manos. Pero en cuanto al aire acondicionado, este no tiene porqué ser un problema.

De hecho, resulta más peligroso el calor: tanto el exceso de ropa como las altas temperaturas se han relacionado con el síndrome de muerte súbita del lactante. Así pues, lo mejor es que la habitación esté aireada y a una temperatura adecuada, y que el bebé no lleve demasiado de ropa encima.

Por supuesto, no es una buena idea que el aire acondicionado esté enfocado hacia el bebé. Es decir, si es posible, lo mejor es conectar el aire acondicionado antes de acostarnos para asegurarse de que la habitación se mantiene a una buena temperatura, o bien colocar la cuna alejada de la corriente de aire frío.

Además, también puede resultar clave evitar que el cambio de temperatura sea brusco. En el caso de que la casa esté muy caliente, podemos ir enfriándola poco a poco hasta que se encuentre a una buena temperatura. Por último, no se deben dejar los filtros del aire acondicionado sin cambiar mucho tiempo, de lo contrario este puede acumular polvo que podría ser nocivo para el bebé.

¿Qué hay de que el bebé duerma en la cama?

Aunque pueda parecer algo inofensivo, lo cierto es que dormir con el bebé en la cama no siempre es algo recomendable. Especialmente en lo que a los bebés menores de un año se refiere, esto puede resultar peligroso debido al riesgo que comentábamos de que el bebé sufra el síndrome de muerte súbita del lactante.

 En concreto, el Comité de Lactancia Materna de la AEP (Asociación Española de Pediatría) y el Grupo de Trabajo de Muerte Súbita Infantil consideran que hay ciertos casos en los que es mejor no compartir cama con el bebé:

  • Si los padres consumen alcohol, tabaco, drogas u otros fármacos sedantes.
  • En el caso de que el bebé haya sido prematuro o haya tenido bajo peso al nacer.
  • Si el bebé es menor de 3 meses de edad.
  • Cuando la superficie para dormir es blanda, como un sofá o un colchón de agua
  • En el caso de que haya más niños en la cama.

En cualquier caso, de tener alguna duda, lo mejor será consultar con el pediatra. Lo que queda claro es que existen ciertas consideraciones que hemos de tener en cuenta acerca del descanso de los bebés en verano. ¡A dormir pronto y fresquitos!