Consejos para no alterar el sueño de tu bebe en Navidad
La rápida sucesión de días festivos en Navidad —Noche buena, Nochevieja, Reyes…— hace que todos cambiemos los horarios. Esto perjudica los ritmos de sueño y descanso de cualquier persona, pero si a alguien afecta de manera especialmente negativa es a los bebés.
Acostumbrados a mantener unos hábitos más o menos claros en sus primeros meses de vida, comprobar cómo estos son modificados durante varios días seguidos puede llegar a alterar el sueño del nuevo miembro de la familia, algo que repercutirá directamente en sus papás, a los que les tocará soportar llantos y otro tipo de incomodidades a destiempo.
Es por ello por lo que conviene seguir algunos consejos orientados a que los bebés mantengan sus ciclos de sueño y una rutina diaria muy cercana a la habitual.
Este año toca tranquilidad
La primera de las recomendaciones va directamente dirigida a la ‘agenda’ de los papás. Tal vez este año toque perderse algunos planes, pasar más tiempo en casa y no obligar al bebé a experimentar una actividad más movida de lo habitual.
Los bebés son muy sensibles a los cambios bruscos y, si está acostumbrado a estar en casa una vez que cae el sol, recibir un bañito y descansar plácidamente en la cunita, es un error sacarlo a pasear por las calles hasta la noche.
Así que esta vez es mejor optar por una Navidad más casera. Quizá se pueda invitar a los amigos y familia a casa y ejercer de anfitriones para que así el pequeño de la casa no note esas modificaciones en su rutina.
La siesta es sagrada
Hay que tener en cuenta que el bebé no entiende por qué en Navidad hay que cambiar los hábitos. Por eso, perderse una siesta para él puede ser motivo suficiente para que se alteren los ciclos de sueño, con el correspondiente perjuicio que causa tanto en el pequeño como en sus padres.
No vale la pena perderse la siesta para luego pasar la noche entre llantos y hacer pasar a tu bebé un mal rato. ¡Ya habrá tiempo para disfrutar la Navidad a tope con tus hijos cuando sean más grandecitos!
No cambies los hábitos antes de dormir
Si habitualmente no usas el chupete u otros ‘trucos’ para lograr que se duerma, sería un error hacerlo estos días. Lo que puede ser un atajo para ayudarle a conciliar el sueño antes de las uvas se puede convertir en un horror futuro: es posible que el bebé comience a pedir el chupete o el pecho para dormir en adelante.
Recuerda que el bebé no tendrá en cuenta que ha tenido ese ‘extra’ por ser Navidad y el 10 de enero querrá ese mismo complemento para dormir. Si se quiere evitar, conviene no caer en el error de ponerle la miel en los labios en estos días.
Ayúdale a conciliar el sueño
Aunque haya juerga en casa, reserva una habitación oscura y silenciosa para ayudar al bebé a conciliar el sueño. Lo ideal es no cambiar el lugar en el que habitualmente duerme, pero si este queda cerca de donde se está celebrando, por ejemplo, la comida familiar, tal vez resulte recomendable trasladar la cuna a la habitación más apartada de la casa.
Si la cunita además está dotada con un colchón y una almohada para bebés de calidad, mejor todavía. Hay que tomar conciencia de que lo importante que resulta cuidar las horas de sueño desde los primeros días de vida, y optar por los mejores materiales es el mejor regalo que podrás hacer a tu bebé.
No es un juguete
Algo casi inevitable en las reuniones navideñas es que el pequeño de la casa se convierta en ‘la mascota’ del día. Todos quieren cogerlo, cantarle, jugar con él… Es obvio que es un gesto de cariño por parte de la familia y los amigos, pero los papás deben ser inflexibles y poner un límite a la fiesta.
Alterar mucho al niño, sobreexcitarlo, puede resultar divertido para todos e incluso el mismo bebé se mostrará contento y sonriente, pero un exceso de motivaciones puede contribuir negativamente a sus rutinas de sueño.
Es importante seguir estos consejos para que el bebé no altere su sueño durante los días de Navidad. Aunque los padres quieran que desde muy pequeño disfrute de todas las actividades que tienen lugar estos días, conviene ir poco a poco y no descuadrar todos los horarios que se han ido construyendo día a día, es la mejor forma de aprovechar al máximo estos días festivos sin que luego haya consecuencias negativas para la familia.
