¿Cómo duermen las jirafas?
Existen especies de seres vivos cuya belleza está tan determinada por lo esbelto y estilizado que resultan casi hipnóticas de mirar. Si al impacto visual además le añadimos algunas leyendas urbanas, encontramos que hay animales que deberían haber protagonizado ya su propia película Disney de animación. Un film sobre cómo duermen las jirafas, más allá de entretener, desterraría por siempre el falso mito de que son los únicos mamíferos que no lo necesitan.
Por tanto, ¿es verdad que duermen de pie? ¿Y no se cansan? ¿Tan solo les basta con unos pocos minutos al día? ¿Tienen la capacidad de tumbarse en postura horizontal?
¿Cuántas horas duerme una jirafa?
Sin contar la longitud de su cuello que la convierte en el animal más alto del planeta y lo curioso de la lengua de color morado que muestran en esas graciosas muecas, imaginar a una jirafa durmiendo y conocer cuántas horas duerme una jirafa es lo que más nos interesa de esta especie.
Aunque la creencia popular tildaba a las jirafas de ser los únicos mamíferos que no requieren de la sana costumbre de dormir, la realidad es otra bien distinta. A pesar de su altura, como buen animal herbívoro la jirafa se encuentra en una escala baja dentro del ciclo depredador-presa.
Ya solo por este motivo es un ser vivo que no puede permitirse descansar de manera plácida en medio de los pastos, bosques y llanuras abiertas de África. Es posible que la idea que teníamos de que no duermen se debiera a la dificultad que encontramos a la hora de verlas dormir. Estos animales solo duermen entre 4 y 5 horas diarias y nunca lo hacen de manera seguida, sino a través de pequeñas siestas.
Su desarrollado instinto de supervivencia ni les permite más descanso ni una postura más cómoda a ojos de un ser humano. Por lo tanto, a la pregunta de cuánto duermen las jirafas, del total de horas que duermen cada día el período más largo nunca suele superar las dos horas. Estos sueños algo más extensos suelen sucederse por la noche, dejando esas famosas microsiestas para el resto de la jornada diurna. En cualquier caso, estas fases están motivadas por la necesidad de otear el horizonte para protegerse de sus depredadores.
¿En qué posición duermen las jirafas?
Como sucede siempre cuando hablamos de todas las especies animales, estos mecanismos de protección que desarrollaron durante su evolución son los que dictaminan el día a día. Y en el caso de las jirafas esto no solo afecta a los ya comentados ciclos del sueño, también a la posición que adoptan para dormir.
Al contrario que el falso mito de no dormir, sí es cierto que las jirafas tienen la capacidad de hacerlo de pie. Una postura poco habitual dentro de la especie animal y que tiene su razón de ser en el propio físico de las jirafas.
Su gran tamaño y la longitud de su cuello les dificultaría una huida en el caso de un ataque rival mientras estuvieran tumbadas. Al quedarse erguidas, además de facilitarles el campo de visión cuando despiertan, obviamente les ayuda poder moverse rápidamente para escapar.
Cuando el sentido de tu existencia está totalmente apegado a la propia supervivencia y a no morir devorado, poco puede importar la comodidad. Sin embargo, si hay períodos vitales de las jirafas donde se permiten el lujo de dormir como las personas o la gran mayoría de mamíferos.
Como es lógico, durante las primeras semanas de vida de las crías es cuando tienen la posibilidad de acostarse en tierra. Y lo hacen con las piernas plegadas bajo el cuerpo y su propia cabeza apoyada en la parte inferior de su cuerpo. Pero conforme van creciendo y desarrollándose, limitaran esta pose para las pequeñas siestas de cinco minutos que hacen a lo largo del día.
Más curiosidades sobre las jirafas
Además de saber cuándo duermen las jirafas, también son animales increíbles por muchas razones. Por ejemplo, es la especie animal más alta del mundo, con una altura que puede alcanzar los 5,8 metros. Pero, ¿sabías que esta gran altura también les permite tener una vista excelente?
Las jirafas tienen ojos grandes y situados en la parte superior de la cabeza, lo que les permite tener una vista panorámica de su entorno. Con esta capacidad de visualización tan privilegiada, pueden observar a los depredadores desde lejos y detectar cualquier amenaza potencial.
Otra curiosidad sobre las jirafas es que sus patas pueden medir hasta dos metros de largo. Estas extremidades no solo les permiten alcanzar las hojas en las copas de los árboles, sino que también son armas defensivas.
Las jirafas pueden dar patadas poderosas para defenderse de los depredadores o de otros animales que les amenacen. Además, las jirafas también pueden correr a velocidades sorprendentes, llegando a alcanzar los 60 kilómetros por hora. Esto les permite escapar de los depredadores y sobrevivir en su entorno salvaje.
A pesar de su gran tamaño, las jirafas tienen un peso relativamente ligero en comparación con otros animales de su tamaño. El peso de una jirafa adulta puede variar entre 750 y 1.600 kg. Las hembras adultas suelen pesar una media de 800 kg., mientras que los machos pueden llegar a pesar hasta 1.400 kg. Este peso ligero les permite moverse con facilidad y rapidez en su entorno natural.
Las jirafas también son animales sociales que viven en grupos llamados torres. Estos grupos pueden estar formados por hasta 20 individuos, aunque lo más común es que sean más pequeños.
Las jirafas se comunican entre sí mediante sonidos y posturas corporales. Además, las jirafas tienen una lengua muy larga que les permite alcanzar las hojas de los árboles sin tener que subir a ellos. De hecho, la lengua de una jirafa adulta puede llegar a medir hasta 45 centímetros. Esta habilidad les permite obtener alimento de manera eficiente y aprovechar al máximo su entorno.
A pesar de su gran tamaño y fuerza, las jirafas son animales pacíficos que rara vez muestran agresividad hacia los seres humanos. En general, las jirafas son animales muy tranquilos que pasan gran parte de su tiempo buscando alimento y socializando con otros miembros de su especie. Sin embargo, esto no significa que sean completamente inofensivas. En caso de sentirse amenazadas, las jirafas pueden usar su gran tamaño y fuerza para defenderse.
