Dormir con calcetines, ¿sí o no?

Feb 18, 2020 | CONSEJOS, DESCANSO

Como una especie de placer culpable. Como esos secretos cotidianos que nos gusta descubrir a nuestras parejas una vez iniciada la relación. Esas pequeñas manías que adquirimos con una temprana edad y que hemos sido incapaz de abandonar. Hablamos del hecho de dormir con calcetines.

Sí, aunque ahora nos cueste reconocerlo, meternos en la cama con calcetines e incluso subirlos hasta el infinito o sacarlos por fuera del pantalón es una de esas costumbres cotidianas en la que coinciden tantas personas. Posiblemente adquirida en la niñez, esta necesidad es altamente disfrutable en invierno y bastante molesta durante el verano.

Ventajas y desventajas de dormir con calcetines

Aunque suena a título de película española o de novela de lectura ligera, podemos hallar factores opuestos a la hora de acostarnos con estas pequeñas prendas en los pies. Si acudimos directamente a la parte más positiva de ello, nos vamos a encontrar que si en algo destacan los calcetines es en su comodidad. Una sensación reconfortante que salvo rarísimas excepciones ni suelen molestar, ni nos aprietan. Es más, a veces ni recuerdas si los llevas puestos. Pero además de eso, existe un punto de índole físico que les hace sumar muchos puntos.

Como bien es sabido, la temperatura corporal de los humanos va aumentando gradualmente a lo largo del día hasta alcanzar un cénit a eso de las siete u ocho de la tarde. Justo ahí se inicia una caída en picado durante toda la noche. Esta cuestión biológica guarda relación con nuestros antepasados y está influido por dos factores. Por un lado, la supervivencia. A más grados, mayor actividad tenemos y más despiertos estamos. Por otro lado, cuando nos dormimos y nuestra temperatura desciende unos dos grados atiende a un ahorro de energía.

Siguiendo estas pautas, el hecho de dormir con calcetines va a mitigar esa disminución de la temperatura corporal ya que actuarán como termorreguladores y lograrán una suave transición con la frialdad inicial de las sábanas. Ese calor hará tus vasos sanguíneos se dilaten, tu cerebro lo interprete como una señal de dormir y, por ende, lo podrás lograr con mayor facilidad y, por tanto, alcanzar una mejor higiene del sueño.

Obviamente, no todos los tipos de calcetines nos van a servir para alcanzar un punto positivo en su uso a la hora de dormir. Solo si están fabricados con fibras naturales como el hilo o el algodón lograrán esa sensación placentera. De lo contrario, con un calcetín de material sintético, nuestros pies sudarán y eso nos va a llevar a despertarnos a lo largo de la noche.

Una vez conocidos los puntos positivos, es hora de introducirnos en los inconvenientes. Y al primer cariz negativo entronca directamente con lo último que hemos relatado. Una mala elección en el material de los calcetines nos va a provocar calor y sudoración. Además de su material, también será importante que el elástico no nos comprima ni el tobillo ni el propio pie. Esas típicas prendas que nos dejan la característica marca no va ser el mejor compañero de cama.

Por último, un factor que no por menos lógico no es baladí de no recordar: la higiene. Utilizar para dormir el mismo tipo de calcetines con el que se ha pasado toda la jornada es sinónimo de fiesta para hongos y bacterias. Está genial que te guste dormir con calcetines, pero mejor si lo haces con un nuevo par. Y si tienes varios, cómodos, de algodón y que solo usas para ir a la cama, mejor.