Viscoelásticos de 180x200

Para saber si nuestro nuevo colchón viscoelástico de 180x200 es articulable o no, solo tenemos que acudir a las especificaciones técnicas del modelo, y es que esto dependerá fundamentalmente de los materiales con los que se combine la viscoelástica en la composición del colchón. 

Cuidar tu nuevo colchón viscoelástico de 180x200 es muy fácil con el uso de un protector de colchón. Este elemento se ocupará de mantener el cuidado del colchón y que no tengamos que llevar a cabo ningún tratamiento sobre este para cuidarlo bien.

Aún así, según el modelo, es probable que se recomiende voltear el colchón de vez en cuando. Echa un vistazo a las recomendaciones del fabricante después de elegir tu nuevo protector para tu colchón viscoelástico de 180x200.

Los colchones viscoelásticos revolucionaron el mercado con su aparición, y no es para menos: la viscoelástica tiene la particularidad de poder adaptarse totalmente a la forma del cuerpo de quienes duermen sobre ella. Además, gracias a esta especial adaptación, el colchón consigue reducir presiones en articulaciones y músculos, además de mejorar la circulación de la sangre.

Así, uno de los beneficios principales de los colchones viscoelásticos de 180x200 es que consiguen adaptarse perfectamente a la forma de nuestros cuerpos, sean como sean. Esto es debido a que, cuando ejercemos presión sobre ellos, la viscoelástica posee una huella de memoria. Cuando dejamos de ejercer esta presión, la huella va desapareciendo y el material recupera poco a poco su forma original.

Esta “memoria” hace que los colchones viscoelásticos destaquen sobre todo por ser muy adaptables. Se adaptan a la forma de nuestro cuerpo perfectamente, lo que los convierte en colchones muy cómodos e ideales para quienes padecen algún problema de espalda, por ejemplo.

Además, son colchones que cuentan con una alta durabilidad. Esto, en parte, viene dado gracias a que también resultan más resistentes a los agentes patógenos como los ácaros y el polvo en general, dada su composición que habitualmente está hecha de células abiertas que permiten que el aire circule libremente.

Por si fuera poco, los colchones viscoelásticos también presentan el beneficio de ser termoadaptables: se adaptan a la temperatura de nuestro cuerpo, haciendo que la sensación de calor sea mayor si hace frío. También son termorregulables: cuando hace calor, el colchón viscoelástico suele ablandarse, mientras que cuando hace frío, se mantiene más duro.

Por último, este tipo de colchones nos ofrecen la ventaja de que el movimiento de un lado no se traslade al otro lado. Esto puede ser de gran ayuda sobre todo para aquellas parejas que presentan una gran diferencia de peso.

En cualquier caso, no todos los colchones viscoelásticos son iguales: echa un vistazo a tu modelo favorito en nuestro catálogo y descubre sus beneficios.