5 trucos infalibles para dormir en primavera

May 14, 2020 | CONSEJOS, DESCANSO

Que la naturaleza es sabia es tan cliché como real. Consigue que todos los elementos que la forman envuelven de alguna forma cada mínimo punto que forma el ecosistema, incluyendo a los humanos. Esto deriva en infinitas ramificaciones que van desde nuestra propia salud a la calidad de nuestro descanso. ¿Un ejemplo? La capacidad de que nuestro sueño se vea alterado por los cambios de estaciones. Es por ello que, dormir en primavera nos pueda resultar un poco más dificultoso. Los motivos son varios y están relacionados con factores como la astenia primaveral.

¿Por qué nos cuesta más conciliar el sueño durante la primavera?

Hasta el 2% de la población se puede ver afectada por ella. Hablamos de la astenia primaveral, una especie de apatía provocada por el cambio de estación y que provoca una sensación de cansancio y fatiga a nivel físico y emocional. Algo que acaba desembocando en trastornos del sueño y que dispone de las siguientes causas:

– Estrés

– Ansiedad

– Cambios de temperatura

– Aparición de alergias

– Alimentación poco saludable o a deshoras

– Menor exposición a la luz del sol

– El cambio horario

Tras un largo invierno donde el nórdico se ha hecho fuerte y buscamos la forma de dormir más plácidamente, la primavera es sinónimo de oscilaciones bruscas de temperatura (un día somos testigos de lluvias torrenciales y al siguiente superamos los 30 grados) y un cambio de hora que puede alterar nuestros biorritmos. Un conglomerado de causas que provocan la mencionada astenia primaveral y la aparición de una fatiga a la que puede costarnos vencer hasta un mes. Pero no desesperes, existen una serie de armas que nos ayudarán a adaptarnos a la nueva estación y, por tanto, a recuperar esa estupenda higiene del sueño que tanto nos hemos trabajado.

¿Cómo dormir del tirón durante las noches primaverales?

Como ya hemos dicho en innumerables ocasiones, la calidad de tu colchón es el eje central de tu descanso. Con la llegada de la primavera, llega la oscilación térmica entre los diferentes días y la aparición del calor intenso. Todas aquellas personas más propensas a la sudoración, verán irremediablemente cómo desciende la calidad de su sueño. Vuelven los microdespertares y la terrible imagen de ver tu almohada empapada en sudor. Para remediar todo este microsistema provocado por el cambio de estación y nuestro propio organismo, nada mejor que adquirir un modelo de colchón con un alto nivel de transpiración.

La primavera es también sinónimo del cambio de hora que efectuamos en marzo. Algo que provoca que los días se estiren y, por tanto, queramos aprovechar más las jornadas, disfrutando de los últimos rayos de sol y haciendo más vida en la calle. Esto conlleva un mayor nivel de práctica deportiva, incluso a la última hora de la tarde. Una situación que, por muchas connotaciones positivas que tenga puede llevar intrínsecas una serie de contraindicaciones que van a afectar directamente nuestro sueño. El simple hecho de estar corriendo con intensidad por un parque a las ocho de la tarde puede provocar un esfuerzo que acelere nuestro metabolismo, afectando así la calidad de nuestro sueño.

Derivado del punto anterior, esa práctica de deporte en horario casi nocturno, las ganas de aprovechar el día, el querer ir a una terraza con los amigos después de cumplir con la jornada laboral, acaban provocando que cenemos más tarde de lo recomendable. Si nos hemos pasado los tres meses de invierno cumpliendo un tipo de horario al que nuestro cuerpo se ha adaptado, de repente lo cambiamos drásticamente, complementándolo con una peor alimentación (más consumo de alcohol y menos comida saludable), lo que nos lleva a una peor digestión antes de irnos a dormir. La solución es tan sencilla como establecer un horario para la cena y no salirnos de una cena ligera que integre una dieta saludable.

La primavera nos ha traído días más calurosos y, por tanto, es el momento perfecto para pegarnos una buena ducha de agua tibia después de esa práctica deportiva. Pero repetimos, con agua tibia. Si eres de los atrevidos que puede ducharse con agua fría en pleno mes de mayo, lo que lograrás con ello es estimular tanto tu organismo que este se reactive cuando lo que debería es llevarte a un plácido sueño. Por ello, regula la temperatura del agua cuando vayas a ducharte.

El consejo más obvio, pero quizás el más difícil de cumplir. La primavera, además de alterar nuestra sangre, inyecta de proyectos y planes nuestras vidas. Algo que acaba desembocando en un mayor nivel de estrés y ansiedad. Como decía aquel mítico anuncio donde salía Bruce Lee, “be water, my friend”. O lo que es lo mismo, tómate la vida con más filosofía y reduce el nivel de estrés de tu organismo. Tu descanso te lo agradecerá.