Cómo afecta el sonido del despertador a nuestro día a día

No sabemos si existe algo parecido al infierno, pero tenemos claro que, de existir, el sonido con el que te reciben es muy parecido al del despertador que escuchamos cada mañana. Da igual si has escogido una alarma, un ruido más onomatopéyico, tu canción favorita o que se encienda la radio. Cuando suena el sonido del despertador lo único que sabemos es que son las siete de la mañana y por delante tenemos una larga jornada para conciliar trabajo y familia. Elegir correctamente con qué sonido queremos despertarnos puede ayudar a enfrentarnos a todo ello.

Cómo escoger la alarma perfecta del despertador

“Se ha demostrado que el tipo de sonido que las personas configuran como alarma para despertarse reduce los efectos de la inercia del sueño». Esta frase que integra el estudio realizado por la revista PLos One, defiende la importancia del sonido del despertador para mejorar nuestro despertar y ofrecer nuestra actitud más óptima durante el día.

La inercia del sueño es el estado del aturdimiento con el que muchas personas se despiertan a causa de la producción de cortisol. Esta hormona encargada de regular nuestro estrés, solo se produce cuando estamos despiertos. En el caso de que tus ritmos circadianos sean más lentos, ese estado de sueño, confusión y mal humor se prolongará más horas de lo necesario. Un ánimo que puede empeorar si el sonido del despertador nos resulta desagradable.

Teniendo en cuenta que esta fase llamada inercia del sueño puede durar hasta cuatro horas, deberíamos reconsiderar el tipo de sonido con el que hemos decidido despertarnos.

Lo habitual es tener el típico sonido de despertador. Ese “bip bip” agresivo y fuerte que rompe de manera drástica el silencio y, por tanto, tu sueño. Con un sonido tan desagradable, lo normal es despertarnos con la peor de nuestras predisposiciones. Y es que las alarmas clásicas no ayudan a despertar a nuestro cerebro. Y aunque hoy en día los teléfonos móviles se han convertido en una suerte de despertador, su biblioteca de sonidos tampoco es que estén exentas de brusquedad y agresividad.

Elige un tono melódico, suave y progresivo para empezar tu día

Ya sabemos que hemos perdido muchos años de nuestra vida por dejar el sonido predeterminado de la alarma. Pero ahora ya sabemos que hemos de deshacernos de ese “bep bep” tan intenso, es hora de escoger la canción o el tono con el que nos despertaremos cada día.

Volviendo al estudio realizado por la revista PLos One y que estuvo compuesto tras investigar a 50 durmientes y sus respectivas alarmas, se establecieron los siguientes patrones:

– Las alarmas y sonidos fuertes se asociaron al estrés, a perpetuar la inercia del sueño y a un estado de debilidad emocional. Las personas que escogían este tipo de tonos tenían mayor nivel de ansiedad durante todo el día y una alarmante falta de concentración.

– Las alarmas melódicas remaron a favor de nuestra productividad, situando nuestro estado de alerta en los niveles más correctos. Las personas que se despertaban con este tipo de sonidos fluían mejor entre el sueño y la vigilia.

El propio estudio quiso ejemplificar con un par de canciones cuáles serían los mejores sonidos del despertador. Temas tan clásicos y populares como el “Good vibrations” de los Beach Boys o más ochenteras como “Close to me” de The Cure ejemplifican a la perfección cuál es la melodía perfecta para que nos despertemos. Invitamos a que escuches ambas canciones. Seguro que, aunque no sean las definitivas, te ayudarán a recordar otros temas de tu biblioteca musical personal que sí querrás poner de sonido de despertador.