Cómo dormir con artrosis cervical

Sep 27, 2022 | DESCANSO, PROBLEMAS FISICOS | 0 Comentarios

¿Tienes un problema de artrosis cervical que hace que te sea más complicado dormir por la noche? Es algo habitual que el dolor en las articulaciones nos impida descansar como es debido, y que, cuando estemos cansados, el dolor empeore.

Sin embargo, no hay por qué aguantar las noches interminables sin descanso. Consulta los siguientes consejos para saber cómo dormir con artrosis cervical sin que la molestia se adueñe de tu descanso.

Cómo dormir con artrosis cervical

 Hay algunas medidas que puedes llevar a cabo para dormir mejor con artrosis cervical. Estas son algunas de ellas, echa un vistazo:

Mantén tu columna vertebral alineada

La artrosis cervical puede afectar a las articulaciones de la espalda y el cuello. La posición incorrecta para dormir puede hacer que notemos esas áreas más incómodas.

Es por eso que se recomienda dormir con la cabeza, el cuello y la columna vertebral en línea recta. No conviene mantener la cabeza muy inclinada hacia un lado, ni demasiado hacia delante o hacia atrás en la almohada.

Además, algo muy clave para evitar molestias de más si padeces de artrosis cervical es que no duermas boca abajo. Esta postura hace que nuestras cervicales se encuentren en una posición incómoda y poco práctica, teniendo que girar el cuello para respirar.

Trata de aliviar el dolor antes de dormir

Tal y como indica la Arthritis Foundation, es habitual que te mantenga en vela, y el dolor es uno de los factores principales en ello. De hecho, los investigadores creen que el dolor y el insomnio se retroalimentan, y parece que los problemas para dormir, sea cual sea su causa, pueden empeorar la sensación de dolor.

Si el dolor suele mantenerte despierto, puedes tratar de aliviarlo con las recomendaciones que te haya dado el médico: es posible que te haya recomendado algún medicamento que puede ser de ayuda, o bien que necesites tratar alguna condición que también es un factor que dificulta tu descanso, como la apnea del sueño, por ejemplo.

Mantener la actividad por el día para poder dormir bien por la noche

El ejercicio de forma regular puede ayudar a lubricar las articulaciones. Además, también alivia el dolor y la rigidez, y nos aporta más energía para continuar con el día.

Hacer al menos 30 minutos de ejercicio moderado la mayoría de los días de la semana puede ser de gran ayuda para descansar mejor. Ejemplos de ello son una caminata rápida o una clase de aeróbic acuático.

Puedes empezar poco a poco, con el ejercicio que más te guste. El yoga, por ejemplo, puede ser un buen ejercicio para las personas con artrosis cervical. Puede hacerse incluso sentado en una silla, sin tener que hacer grandes esfuerzos.

Desarrolla buenos hábitos de sueño

Hay algunos cambios que puedes hacer en tu rutina y que pueden ser de gran ayuda para dormir con artrosis cervical:

  • Establece una rutina de sueño para que tu cuerpo sepa que es hora de dormir.
  • Evita el café y los refrescos con cafeína, así como el alcohol y el tabaco, sobre todo durante las horas previas a irte a dormir.
  • Cena ligera, evitando hacer comidas copiosas por las noches.
  • Deja de utilizar el móvil, el ordenador y/o la tablet aproximadamente una hora antes de acostarte.
Cómo dormir con artrosis cervical

¿Qué hay de la almohada?

 Uno de los factores clave para dormir bien con artrosis cervical es la almohada que utilicemos. Esta almohada debe ser lo suficientemente firme para mantener la cabeza en un buen ángulo, pero lo suficientemente suave para aliviar los puntos de presión. Qué material elegir dependerá de cada uno y de sus gustos personales:

Plumas

Las almohadas de plumas de buena calidad son suaves y ofrecen un gran confort. Sin embargo, hay que tener en cuenta que este tipo de almohadas tienden a perder su altura a medida que las plumas se comprimen con el tiempo. Por eso conviene adquirir un relleno de repuesto si se elige este tipo de almohada.

Viscoelástica

La espuma viscoelástica se moldea en respuesta al calor y la presión, tomando la forma de nuestra cabeza y nuestro cuello. Además, este tipo de almohadas pueden ser hipoalergénicas, y suelen ser económicas y estar disponibles en varios modelos.

Látex

El látex ofrece una sensación de flote a la vez que minimiza los puntos de presión. Este tipo de almohadas suelen ser suaves y ligeras, además de mantener la transpiración en todo momento.

También podemos encontrar almohadas fabricadas con poliespuma, que resultan similares a la viscoelástica pero cuya calidad no es la misma. Estas deben reemplazarse con una mayor frecuencia que otros tipos de almohadas, debido a que sufren más.

Sea cual sea la almohada que se adquiera, resulta recomendable incluir en ella una funda protectora que alargue lo máximo posible su vida útil. Si padeces problemas de cuello como la artrosis cervical, ahora ya sabes cómo descansar más a gusto. ¡Esperamos que también cuentes con una buena almohada!