Cómo Dormir Cuándo Estás Constipado

Nov 28, 2024 | CONSEJOS, DESCANSO

Dormir bien puede ser un desafío cuando estamos constipados. Los síntomas como la congestión nasal, la tos y los dolores de cabeza suelen empeorar por la noche, dificultando nuestro descanso. En este artículo, te ofrecemos consejos prácticos y efectivos para saber cómo dormir cuando estás constipado, mejorando así tu calidad de sueño y ayudando a tu recuperación.

Consejos para dormir mejor cuando estamos resfriados

Uno de los problemas de salud que suelen darse durante la época invernal es la aparición de los molestos constipados. Aunque, erróneamente, pensamos que el resfriado se origina a causa del frío, lo cierto es que se trata de un virus contagioso que puede atacar a las vías respiratorias superiores en cualquier época del año.

El inconveniente es que las bajas temperaturas ayudan a disminuir el nivel óptimo de nuestras defensas. Así, estamos expuestos a contraer un constipado con mayor facilidad y por eso los síntomas suelen ser más molestos durante el invierno.

De la misma manera, es por la noche cuando se incrementan las consecuencias de esta dolencia. Por ejemplo, tener la nariz taponada, toses persistentes, estornudos y dolores de cabeza. Y, si ya de por sí es un inconveniente con el que tenemos que pasar durante el día, la postura que adoptamos al estar acostados tampoco ayuda demasiado a nuestro descanso.

Todo ello es debido a que el mecanismo de la respiración se encuentra afectado, ya que el aire no circula de la misma manera. Y es que el exceso de mucosidad en las vías respiratorias conlleva un esfuerzo de ventilación que impide dormir cómodamente mientras estamos tumbados.

Por otra parte, cuando estamos constipados, la sensación de frío se apodera de nuestro cuerpo, provocando cambios de temperatura. Los típicos escalofríos que sentimos nos reclaman más abrigo, pero es imprescindible tener cuidado con los excesos. Por eso tampoco es buena idea echarnos demasiadas capas de ropa por encima, sobre todo si tenemos fiebre.

Aunque, desgraciadamente, no es posible agilizar el proceso de curación, te ofrecemos algunos consejos y recomendaciones que te ayudarán a sobrellevarlo de la mejor forma posible y así poder relajarte cómodamente.

1. Instrucciones médicas

Sigue siempre las instrucciones de tu médico al pie de la letra. Los profesionales de la salud pueden ayudarte a reducir los síntomas del resfriado.

2. Lavados nasales

Realizar lavados nasales puede ser muy efectivo para reducir la congestión. Este método ayuda a limpiar las fosas nasales y a eliminar el exceso de mucosidad, permitiendo una respiración más libre. Realiza los lavados antes de acostarte para minimizar la obstrucción nasal durante la noche. Es un método sencillo y natural que puede proporcionar un alivio significativo.

3. Humidificador en la habitación

Usar un humidificador en la habitación puede mejorar la calidad de tu descanso. El aire seco puede irritar las vías respiratorias y empeorar los síntomas del resfriado. Mantener un nivel adecuado de humedad en el ambiente ayuda a mantener las mucosas hidratadas y reduce la congestión nasal. Asegúrate de limpiar el humidificador regularmente para evitar la acumulación de moho y bacterias. Hablamos de una práctica que puede ser especialmente útil durante los meses de invierno cuando la calefacción tiende a secar el aire en el interior.

4. Vaporizaciones de eucalipto

Las vaporizaciones de eucalipto son un remedio tradicional que puede proporcionar alivio inmediato. El eucalipto tiene propiedades descongestionantes y antiinflamatorias que ayudan a despejar las vías respiratorias. Hierve agua y añade unas gotas de aceite esencial de eucalipto, luego inhala el vapor cubriendo tu cabeza con una toalla. Es un método que ayuda a diluir la mucosidad y facilita su expulsión, mejorando la respiración y aliviando la congestión nasal. Por lo tanto, realízalo antes de acostarte para optimizar los resultados.

5. Baño caliente

Un baño caliente antes de dormir puede ser una excelente forma de aliviar los síntomas del resfriado. El vapor del agua caliente ayuda a abrir las vías respiratorias y a descongestionar la nariz. Además, el calor del baño relaja los músculos y puede reducir los dolores y molestias corporales asociados al resfriado. Añadir sales de baño o aceites esenciales como el de lavanda puede incrementar el efecto relajante y facilitar un descanso más reparador. Es un momento ideal para relajarse y preparar el cuerpo para una buena noche de sueño.

6. Bebidas calientes

Tomar bebidas calientes como té, infusiones o caldos puede proporcionar un alivio inmediato a la garganta irritada y ayudar a despejar la congestión nasal. Las bebidas calientes aumentan la temperatura corporal, lo que puede ser reconfortante cuando se siente frío debido al resfriado. Además, mantenerse bien hidratado es un remedio para el proceso de recuperación. Recomendamos optar por opciones que contengan ingredientes naturales con propiedades antiinflamatorias y antioxidantes.

7. Infusiones

Las infusiones de hierbas son una opción excelente para aliviar los síntomas del resfriado y promover el sueño. Plantas como la manzanilla, el jengibre y la menta tienen propiedades antiinflamatorias y descongestionantes. Prepara una infusión con una mezcla de estas hierbas y bébela caliente antes de acostarte. No solo te ayudará a mantenerte hidratado, sino que también puede calmar la irritación de la garganta y despejar las vías respiratorias, facilitando una noche de descanso más tranquila.

8. Tomar miel

La miel es un remedio natural conocido por sus propiedades antibacterianas y antiinflamatorias. Tomar una cucharada de miel antes de dormir puede aliviar la irritación de la garganta y reducir la tos nocturna. Además, la miel tiene un efecto calmante que puede ayudar a mejorar la calidad del sueño. Puedes tomarla sola o mezclada en una taza de leche caliente o infusión.

9. Cenar caldo

Cenar un caldo caliente puede ser una opción reconfortante y beneficiosa cuando estás resfriado. Los caldos, especialmente los de pollo, tienen propiedades antiinflamatorias y pueden ayudar a despejar las vías respiratorias. Además, son fáciles de digerir y proporcionan nutrientes esenciales sin sobrecargar el sistema digestivo. Un caldo caliente también puede contribuir a mantener la hidratación y el calor corporal, factores importantes para la recuperación y el descanso nocturno.

10. Dormir bien tapado

Utiliza ropa de cama de algodón que te mantenga caliente, pero evita sobrecargarte con demasiadas capas, ya que esto puede hacerte sudar y sentir incómodo. Elige pijamas de algodón que permitan la transpiración y que mantengan una temperatura corporal estable. Un buen abrigo puede ayudar a prevenir escalofríos y mejorar la calidad del sueño, pero siempre asegurándose de no sobrecalentar, especialmente si tienes fiebre.

11. Descansar bien

El descanso es fundamental para la recuperación de cualquier enfermedad, incluido el resfriado. Asegúrate de dormir ocho horas cada noche para permitir que tu cuerpo se recupere adecuadamente. Para ello, crea un ambiente propicio para el descanso: mantén tu habitación oscura, silenciosa y a una temperatura cómoda. Evita el uso de dispositivos electrónicos antes de acostarte, ya que la luz azul puede interferir con la producción de melatonina, la hormona del sueño. Prioriza tu descanso para fortalecer tu sistema inmunológico y acelerar la recuperación.