Cómo evitar los mocos en la garganta al despertar

Despertar con mocos en la garganta es una de las molestias más incomodas y frecuentes que padecemos. También conocidas como flemas, la mucosidad en la garganta suele aparecer como consecuencia de otros problemas de salud como pueden ser la gripe, los resfriados, la sinusitis o la amigdalitis. Sea cual sea su origen, hablamos de un problema que deberíamos erradicar para no comenzar mal el día.
¿Por qué amanecemos con esta molestia y cuáles son sus causas?
La mucosidad en la garganta (o flemas) es una sustancia mucosa (valga la redundancia) que aparece en nuestro sistema respiratorio por diversos motivos: resfriados, procesos gripales, sinusitis, amigdalitis… En esencia, este síntoma se puede presentar porque al padecer estas otras infecciones, la mucosidad aumenta para, precisamente, luchar contra los agentes que están produciendo la molestia que estamos padeciendo.
Esta función de ayuda obedece a la necesidad que tiene nuestro propio organismo por humedecer una zona que no está funcionando de manera correcta. Pero el problema es que las flemas pueden resultar muy molestas y, más aún, al despertar. Por todo ello, la mucosidad en la garganta aparece cuando estamos enfermos o en proceso de recuperación.
Resfriados
Pueden estar provocados con algo tan nimio como cambios bruscos de temperatura. Sea cual fuere el origen de su causa, durante el resfriado común nuestra nariz se llena de mucosidad, algo que provoca una sensación de ahogo producido por el moco que aparece en las vías respiratorias, las cuales se inflaman para producir las famosas flemas.
Infecciones respiratorias
Sinusitis, faringitis, amigdalitis, bronquitis, neumonías… Problemas respiratorios que producen exceso de moco, el cual solo pretende impedir que la bacteria o el virus prolifere.
Infecciones virales
La gripe o los virus más comunes también producen aumento del moco para luchar contra dicho virus.
Alergias
Las reacciones alérgicas también activan tu sistema inmunológico. Y lo hacen de tal manera que este se pone a liberar anticuerpos, aumentando así la mucosidad con la que te despiertas cada día. Una vez más, a pesar de lo molesto que resulta, esta reacción se debe a algo positivo.
Factores ambientales
Como ya hemos comentado, los cambios bruscos de temperaturas y el hecho de vivir en ambientes fríos o con aire seco puede provocar la aparición de mocos para mantener esa humedad tan necesaria en las membranas nasales. Por otra parte, la contaminación también puede ser un factor externo a considerar.

El tabaco
No hay nada más perjudicial para la salud en general, pero si hablamos de las famosas flemas al despertar, el hecho de ser fumador aumenta el riesgo de que aparezcan.
Cómo eliminar esta mucosidad en la garganta con la que despertamos
Hidratación
La ingesta de agua, zumos naturales o incluso la incorporación a la dieta de caldos y sopas puede ayudar disolver y expulsar las molestas flemas de la garganta.
Hacer gárgaras
Proveniente de la sabiduría popular, hacer gárgaras con agua tibia y sal puede aliviar tanto la inflamación de garganta como su irritación.
Inhalar vapor
Algo similar al remedio natural anterior, darse una ducha de agua caliente va a ayudar a drenar esa mucosidad que padecemos en la garganta. Y esto ocurre gracias al vapor provocado por la propia agua caliente.
Mantener una dieta sana y equilibrada
Existen alimentos que no ayudan a mantener a raya estas flemas tan molestas. Sin ir más lejos, los lácteos (quesos, yogures o leche) no son los mejores aliados. Por el contrario, cualquier sustancia que incluya mucha vitamina C va a suponer una gran ayuda a tu sistema inmunológico: fresas, tomates, naranjas, brócoli, coliflor o incluso papaya.
Ventila no solo el dormitorio, sino toda tu casa
Cuando la mucosidad en la garganta está originada por un virus, es recomendable ventilar toda la casa durante un mínimo de 15 minutos. De esta manera, renovar el aire que respiramos a la par que reducimos la presencia de patógenos.
Cuida tu garganta
Cubrir tu cuello con bufandas durante el invierno, no gritar cuando hablas, no fumar tabaco, recudir el uso de calefacción, usar humidificadores en tu hogar… Son pequeños detalles que nos ayudarán a mitigar la mucosidad en la garganta al despertar.