Dormir para no pensar

Feb 21, 2022 | CONSEJOS, DESCANSO | 0 Comentarios

La vida es estresante de por sí. Son muchos los factores estresantes que cada día pueden afectarnos: desde los más pequeños como el trabajo, las facturas por pagar, nuestras relaciones personales hasta los más importantes como perder un trabajo, afrontar una enfermedad o mudarse a una nueva casa pueden afectar a la forma en la que funciona nuestro cuerpo.

A menudo, el estrés influye en nuestro descanso, y esto acaba teniendo un impacto directo en la forma en la que vivimos nuestras vidas. Tanto es así que no dormir lo suficiente puede hacernos sentir incluso más estresados. Es por eso que un buen mecanismo para afrontar estos momentos complicados puede ser el de dormir para no pensar. ¿Lo has probado alguna vez?

Sentirse ansioso, estresado, pensar demasiado y dormir poco

Si te sientes ansioso o estresado, es posible que te cueste conciliar el sueño durante el período en el que el cuerpo se restaura y repara. La ansiedad, el estrés y los pensamientos que nos preocupan también pueden hacer que nos despertemos a menudo. De hecho, estando estresados, es posible que durmamos menos en general y tengamos una menor eficiencia del sueño.

La presencia de estrés eleva los niveles de cortisol, una hormona que estimula el estado de alerta y la vigilancia, elevando la frecuencia cardíaca y la presión arterial. Por lo general, nuestros niveles de cortisol caen por la noche, como un elemento de la preparación natural del cuerpo para dormir.

Los niveles altos de cortisol por la noche interfieren con la liberación de melatonina, una hormona esencial para la regulación de los ciclos sueño-vigilia. La falta de sueño en sí misma puede influir aún más en su cortisol, lo que hace que los niveles aumenten en momentos en los que de otra manera serían bajos.

Además, el estrés también reduce el tiempo que se pasa en el sueño ligero y profundo, y aumenta el tiempo que se pasa en el sueño REM. La fase REM es una etapa importante del sueño para restaurar la función mental, una fase en la que el cerebro procesa las emociones y los recuerdos.

Dormir para no pensar

Estos cambios en la arquitectura normal del sueño provocan alteraciones en los patrones normales de ondas cerebrales que se dan durante la fase REM y las otras etapas del sueño. El estrés puede hacer que cambien las ondas cerebrales relacionadas con la concentración, los sueños y la creatividad.

Además, demasiado tiempo en el sueño REM también puede causar somnolencia y fatiga durante el día, lo que puede alterar aún más los ciclos normales de sueño y del estado de ánimo.

¿Cómo puede el sueño reducir el estrés?

El sueño es un poderoso reductor del estrés. Seguir una rutina de sueño regular calma y restaura el cuerpo, regula el estado de ánimo, mejora la concentración y agudiza el juicio y la toma de decisiones.

Cuando dormimos y estamos descansados, somos más capaces de lidiar con el estrés. La falta de sueño, sin embargo, disminuye la claridad mental y reduce nuestra energía. De hecho, es posible que descubras que te cuesta más concentrarte cuando has dormido poco.

La falta de sueño podría volvernos más impulsivos, más reactivos emocionalmente y más sensibles a los estímulos negativos. Estas deficiencias cognitivas provocadas por el sueño pueden generar estrés de diversas formas, así como que le demos más vueltas a ciertos asuntos.

Es por eso que, para dejar de darle vueltas a las cosas, quizá lo mejor sea echarse una cabezadita. Y tú, ¿acostumbras a dormir para no pensar? Si todavía no lo has probado y eres de esas personas que le da varias vueltas a todo, quizá pueda funcionarte. ¡Dormir es una buena idea siempre!