El secreto de la felicidad

Jun 11, 2021 | CONSEJOS, DESCANSO | 0 Comentarios

Nos pasamos la vida preguntándonos por el secreto de la felicidad. Y nos da por buscarlo en grandes elementos filosóficos. En la ambición laboral. En el culto al cuerpo. En las redes sociales. En el éxito social. En el dinero. Pero no. Nos equivocamos. Hace mucho tiempo que descubrimos que la felicidad radica en las pequeñas cosas. Suena a tópico, pero solo la hallaremos en las relaciones humanas, en la maternidad, en la ayuda al prójimo o en la salud. Y dentro de este último factor, en la importancia que le demos a nuestro propio descanso.

No subestimes la importancia que tiene el descanso para tu felicidad

No lo decimos nosotros. Es fruto de decenas y decenas de investigaciones: nuestra felicidad está estrechamente vinculada al descanso que tengamos. La cantidad de horas que durmamos y la calidad de las mismas, dictaminarán un porcentaje demasiado alto como para ignorarlo.

Quizás aún seas escéptico respecto a la importancia del descanso y los valores mencionados en el párrafo anterior. Pero si te lo ponemos al revés seguramente lo veas con más claridad. Aquellas personas que padecen una privacidad de sueño alarmante, acaban sufriendo estrés, ansiedad, depresión e incluso un alto riesgo de padecer enfermedades mentales aún más graves que puedan culminar en suicidio. ¿Qué? ¿A que ahora sí te vas a replantear tu relación con la cama? Aún hay más.

Si seguimos con las consecuencias de la falta de sueño, también podemos relacionarlo con el aumento de peso, las probabilidades de sufrir accidentes cardiovasculares y de cerebro, o el mayor riesgo a padecer diabetes. Pero acabemos con todos los males y el colapso total que se puede sufrir ante la ausencia de sueño y volvamos a lo positivo. A la búsqueda de la felicidad.

Estudios como el realizado por el POSTECH Basic Science Research Institute, en el que se investigó el descanso de 64.329 personas, determinan que el sueño tiene un efecto inmediato en la satisfacción vital de las personas. Y lo hace gracias a la vinculación que existe entre la actividad onírica y la sensación de satisfacción personal.

Al parecer, existen diferentes interconexiones entre las experiencias provocadas por la precariedad laboral, la escasez de recursos o la ausencia calórica y la calidad del sueño. Poniendo el foco en el estudio de POSTECH, los resultados señalan una asociación muy fuerte entre los problemas relacionados con el sueño y la felicidad más subjetiva.

Todos los factores de nuestra vida que mejorarán si tenemos una mejor calidad del sueño

Partiendo del mejor equipo de descanso posible, contando con ello con nuestra complexión física, las diferentes posturas en las que dormimos o si lo hacemos solos o acompañados, podríamos alcanzar esa higiene del sueño deseada. La puerta de acceso a nuestra felicidad.

Reducción del estrés

Existe un bucle negativo en el que no dormir aumenta nuestro estrés y, por tanto, esta sensación de ansiedad se potencia por las noches al no poder conciliar el sueño, provocando así el maldito círculo vicioso. Si conseguimos todo lo contrario y descansamos en un colchón que se adapta a nuestras necesidades de firmeza o transpirabilidad, estaremos más cerca de la felicidad.

Relativización de los problemas

Dormir es también resetear nuestro cuerpo. Entre los diferentes elementos que se reinician mientras descansamos, está el de la liberación de sustancias y procesos químicos que nos ayudan a alejar los malos recuerdos.

Mejor capacidad de análisis y aumento de los sentidos

Cuando no dormimos, perdemos capacidad motora, de reacción y concentración.

Mayor sentimiento de estar contentos

Que levante la mano el que se ha sentido más contento después de una plácida noche de sueño. Al despertar, sentimos que hemos reiniciado cuerpo y mente. Nos apetece afrontar el día con energía, mejoramos nuestra empatía, la confianza y las ganas de socializar.

Mejora del estado físico e incluso de la belleza

Además del obvio deterioro físico que se esconde detrás del insomnio y otros problemas relacionados con la falta de sueño, existen factores más hedonistas como la belleza. No dormir es sinónimo de ojeras, palidez y mala cara. ¡Descansa!

Más ganas de practicar sexo

Cuando disfrutamos de una mayor actividad sexual, determinadas hormonas como la dopamina o la oxitocina nos ayudan a disminuir el estrés y mejorar la relación. En definitiva, practicar sexo aumenta nuestra felicidad.