Estudio del sueño: Todo lo que tienes que saber

Oct 9, 2021 | CONSEJOS, DESCANSO | 0 Comentarios

El estudio del sueño, también llamado polisomnografía, es una prueba que se realiza para detectar actividades irregulares mientras dormimos. Esta técnica es muy efectiva para determinar posibles trastornos que pueden llegar a ser perjudiciales para la salud de quien los padece.

¿Dónde se realizan este tipo de pruebas?

Se pueden realizar en las unidades del trastorno del sueño de un hospital o en un centro especializado en problemas de este tipo. En algunos casos, si el profesional médico lo considera oportuno, también se puede llevar a cabo en el propio domicilio del paciente.

En estos casos, los dispositivos incluyen un número menos elevado de sensores. Las mediciones que se realizan se limitan a medir la frecuencia cardiaca, el nivel de oxígeno en la sangre, el flujo del aire y los patrones respiratorios durante el sueño.

Por ese motivo, la prueba realizada de forma externa es mucho más completa. Además, ayuda a detectar otros problemas del sueño más complejos de determinar como por ejemplo la narcolepsia o los movimientos incontrolados de brazos y piernas mientras se está durmiendo.

¿En qué consiste?

Se trata de una prueba diagnóstica, no terapéutica, cuyos riesgos suelen ser mínimos. En las personas que tienen la piel sensible pueden aparecer pequeñas irritaciones que mejoran con el paso de los días.

El paciente suele ingresar la noche en la que le van a realizar la prueba para que duerma mientras tanto se realizan las mediciones pertinentes. Se colocan diversos electrodos en el cuerpo para monitorizar la actividad cerebral, la frecuencia cardiaca y respiratoria, el nivel de oxígeno en la sangre y los movimientos de los ojos y las extremidades durante el sueño.

Las zonas del cuerpo en las que se colocan los electrodos son en el mentón, el cuero cabelludo, en los párpados y en el pecho. Todos los datos se van registrando durante la noche mientras el paciente duerme vigilado por un especialista que anotará cualquier alteración que se produzca.

estudio del sueño

La prueba dura toda la noche y finaliza a la mañana siguiente. No es necesario tomar previamente ningún tipo de medicamento ni hacer ninguna preparación especial, pero es importante comunicar al profesional todas las medicinas que se toman habitualmente. A veces es necesario suspender alguna de ellas para que no interfiera en los resultados del estudio.

Los parámetros que este tipo de prueba aporta son muy completos para realizar un análisis exhaustivo. Entre ellos, el tiempo que tarda en dormirse, el que transcurre para entrar en la fase de sueño con movimientos oculares rápidos y las conductas inusuales que se vayan produciendo.

¿Para qué se realiza?

Una de las causas más comunes por las que se suele aconsejar este tipo de pruebas es para detectar las apneas del sueño. Es una afección en la que la persona que lo padece deja de respirar varias veces mientras está durmiendo.

Existen dos tipos de apnea del sueño: la obstructiva y la apnea central del sueño. En la mayoría de los casos, la más común es la apnea obstructiva del sueño. Se produce cuando los músculos de la garganta se relajan y por ello se estrechan las vías respiratorias dificultando que circule el aire correctamente.

La apnea central del sueño suele ser menos habitual. En estos casos, el cerebro deja de enviar a los músculos las señales necesarias para controlar la respiración. Normalmente, suele estar relacionada con la afección de otras enfermedades como la obesidad o el consumo excesivo de narcóticos.

Síntomas comunes que pueden llevar a la necesidad de un estudio del sueño

Los pacientes que se derivan a este tipo de pruebas suelen padecer ronquidos fuertes, episodios de pérdida de respiración acompañados de repentinos despertares y el insomnio crónico sin ninguna causa aparente.

Otros síntomas menos habituales son la somnolencia diurna, dolor de cabeza al despertar e irritación de garganta. Algunos factores influyen en la predisposición a padecer este tipo de afecciones, como pueden ser el género masculino y padecer sobrepeso. Aunque cada tipo de problema tiene su tratamiento específico, generalmente los CPAP son efectivos en la mayoría de los casos.

Si habitualmente has notado alguno de estos síntomas, es recomendable consultar con un profesional. El estudio del sueño es una forma sencilla de detectar cualquier tipo de anomalía para mejorar la calidad de tu descanso.