Los trastornos del sueño en la tercera edad

Ago 13, 2021 | TERCERA EDAD, TRASTORNOS DEL SUEÑO | 0 Comentarios

Los trastornos del sueño en la tercera edad son tan comunes como los paseos al atardecer, las ganas de jugar con los nietos o la sabiduría que solo te dan los años. Igual que encontramos aspectos tan bonitos y positivos como los relacionados con la experiencia y el amor, también hallamos los achaques característicos de la vejez. Con un crecimiento exponencial de este segmento de la población, es importante establecer ciertos patrones sobre cuánto duermen y la calidad del sueño. Tras una vida entera dedicada a nuestro cuidado, lo menos que merecen es que miremos por su salud, su bienestar y su descanso.

 ¿Cómo duermen las personas mayores?

Igual que cuando nacemos y somos bebés podemos dormir hasta 18 horas al día, conforme nos hacemos mayores vamos perdiendo calidad del sueño, hasta el punto de no poder superar las 4 ó 5 horas. Esto se debe a que la estructura del sueño es un elemento móvil que se modifica a lo largo de la vida. Conforme las personas van envejeciendo, la cantidad de horas de nuestro sueño lento (la fase I) y la fase REM van menguando. De la misma manera, pero justo a la inversa, aumenta el tiempo de sueño ligero (fases 1 y 2).

Si tuviéramos que traducir a un lenguaje más popular lo que nos sucede, básicamente es que cuando llegamos a la ancianidad tardamos más tiempo en dormirnos a la par de que nos despertamos con mayor facilidad. Una combinación negativa que convierten sus noches en un continuo festival de despertares, haciendo que se levanten cuando apenas han salido los primeros rayos del sol.

El ritmo circadiano de las personas mayores ofrece diversos patrones comunes que podemos resumir en lo siguiente:

– Conciliación del sueño temprana.

– Son más proclives a necesitar una siesta (o varias).

– Mayor nivel de alerta diurno.

– Tendencia a dormirse durante el día.

– Mal humor.

– Bajo nivel de concentración (el motivo principal por el que las personas mayores sufren tantas caídas).

Los trastornos del sueño más comunes en la tercera edad

Las principales causas de los trastornos del sueño en los ancianos pueden estar influenciados por las diferentes historias clínicas que presenten los mismos. Cuando llegamos a ciertas edades, aumentan las probabilidades de consumir determinados fármacos o padecer ciertas enfermedades físicas o psiquiátricas. Circunstancias que potencian las posibilidades de padecer trastornos del sueño.

Las enfermedades más frecuentes que pueden alterar el sueño son las siguientes:

Apneas del sueño

Conforme vamos envejeciendo, las enfermedades relacionadas con el sistema respiratorio aumentan, hasta el punto de afectar a un 25% de la población de la tercera edad. Es por ello que el trastorno del sueño con mayor prevalencia es el síndrome de apneas-hipopneas del sueño (SAHS por sus siglas).

Este trastorno se define de la siguiente manera: un cuadro que aglutina una excesiva somnolencia diurna, diferentes trastornos cognitivo-conceptuales, problemas respiratorios, cardíacos, metabólicos y episodios repetidos de obstrucción de la vía aérea superior durante el sueño. El SAHS, que afecta más a los hombres que a las mujeres, puede conllevar riesgo de complicaciones cardio y cerebrovasculares. Entre sus causas, encontramos desde ciertas enfermedades neurológicas degenerativas a problemas más comunes de la edad como anomalías de la vía aérea pasando por la mismísima obesidad.

Síndrome de piernas inquietas

El síndrome de las piernas inquietas aglutina la sensación de hormigueo profundo en los músculos de los muslos o gemelos y los movimientos repetitivos que pueden ocurrir cada 5 a 40 segundos agrupados en episodios de varios minutos (o incluso horas). Padecer este trastorno es sinónimo de movimiento constante en la cama y necesidad de levantarse para caminar. Solo así calman y alivian el molesto hormigueo.

Obviamente, el síndrome de las piernas inquietas durante el sueño aumenta conforme nos vamos haciendo mayores, hasta el punto de afectar a un 45% de ancianos y un 35% de personas mayores de 65 años.

Insomnio

El trastorno de sueño más frecuente entre las personas también lo es específicamente entre las personas más mayores de la población. Hasta un 40% de personas que superan los 60 años se ven afectadas por el insomnio. Un trastorno que puede conllevar despertares frecuentes, sueño fragmentado y mala conciliación del sueño.

Que el insomnio sea tan tristemente popular y extendido entre ese segmento se debe a la mayor contribución de enfermedades médicas, psiquiátricas y sus correspondientes fármacos.

Síndrome de la fase adelantada del sueño

Lo que tú conoces como acostarse muy pronto por la noche y levantarse aún más temprano, tiene un nombre científico-médico llamado síndrome de la fase adelantada del sueño. ¿En qué consiste? Además del hecho en sí ya mencionado, este trastorno tan común entre los ancianos potencia la relación entre la exposición de luz y los ciclos del sueño.

Cuando nos hacemos mayores, la secreción de la melatonina por la glándula pineal se ve menguada, afectando así a los ritmos internos circadianos.  Para su tratamiento, últimamente se ha apostado por una ingesta de melatonina en diversas formas. A través de óptimas dosis de esta sustancia, el síndrome de la fase adelantada del sueño parece desaparecer en parte, siendo aún así muy polémico este tratamiento revolucionario.

Trastorno de la conducta del sueño REM

Dentro de la familia de las parasomnias, la que con más frecuencia afecta a los mayores de 65 años es el trastorno de la conducta de sueño REM (TCSR por sus siglas). El TCSR se caracteriza por la total ausencia de atonía muscular durante la fase REM. Es decir, los durmientes experimentan una intensa actividad motora durante el sueño REM que oscila de movimientos simples a cuasi-intencionados y violentos.

Padecer este trastorno de la conducta del sueño REM está estrechamente vinculado a otras enfermedades mentales como la demencia por cuerpos de Lewy o incluso el Parkinson.