Remedios caseros para no roncar
En medio de la noche un sonido fuerte te despierta. Son los ronquidos de tu pareja. El fenómeno que se produce cuando el aire pasa por los tejidos relajados de la garganta, haciendo que vibren mientras se respira. Un hecho bastante común pero que puede resultar grave en algunas ocasiones cuando se convierte en un problema crónico que no permite el merecido descanso. Para luchar contra ello, existen una serie de remedios caseros para no roncar. ¡Te los contamos!
5 soluciones caseras y naturales que te ayudarán a no roncar por las noches (o a tu pareja)
La obesidad, el consumo de alcohol o ciertas patologías relacionadas con el aparato respiratorio son algunas de las causas que pueden originar los molestos ronquidos. Para luchar contra ello y conseguir un mejor descanso nocturno, algunas ocasiones vale con realizar ciertos cambios en el estilo de vida como adelgazar, mantener una rutina deportiva, dejar de fumar o incluso dormir de costado. Pero si lo que quieres es una ayuda natural y casera no te pierdas los siguientes consejos.
1. Practica ejercicio físico a lo largo del día
El deporte es vida. Una práctica sana que te ayuda a todos los niveles, incluso para algo tan cotidiano como los ronquidos. Por un lado, te ayudará a mantenerte en forma, perder grasa y luchar contra la obesidad (una de las causas principales de roncar). Por el otro, realizar ejercicio físico se asocia con una menor tendencia a sufrir ciertos trastornos respiratorios, ya que amplía el tono muscular de las vías respiratorias superiores y redistribuye la grasa de la laringe.
2. Mantén una dieta sana y equilibrada
Ya hemos comentado que la obesidad puede llegar a originar mayor riesgo de ronquidos nocturnos, por lo que resulta obvio un remedio que consista en mantener una dieta sana. Pero además de ello, realizar una cena alejada de la copiosidad y más cercano a alimentos ligeros que no llenen tu estómago, harán que tu diafragma reciba menos presión por parte del músculo que hay entre la cavidad pectoral y la abdominal.
3. Realiza ejercicios con tu lengua antes de acostarte
Básicamente, roncar consiste en emitir ruidos cuando duermes. Un fenómeno que se produce a causa del aire que roza las estructuras de la faringe, haciéndolas vibrar. Para remediarlo, existen una serie de ejercicios prácticos que te ayudarán a fortalecer la lengua, un elemento vital en la producción de ronquidos.
Uno de estos ejercicios consiste en lo siguiente:
- Saca la lengua y llévala hacia arriba y hacia abajo durante un minuto.
- Repite este ejercicio, pero llevando la lengua hacia la izquierda y hacia la derecha.
- Mantén la lengua plana durante 10 segundos mientras haces fuerza con la parte posterior, permitiendo que la punta esté en contacto con los dientes incisivos. Repite este paso cinco veces más.
- Eleva la lengua mientras abres la boca para presionar la punta contra la parte más dura del paladar. A continuación, desliza la lengua hacia atrás sin que la dobles con ello, con el objetivo de llegar a la parte más blanda. Tendrás que repetir este paso entre 15 y 20 veces.
- Por último, frunce los labios mientras aspiras el aire, como si estuvieras bebiendo un refresco con una pajita. Con este movimiento tensionarás los músculos tanto de la boca como de la lengua. Aguanta este paso durante unos 5 segundos y repítelo otras cinco veces.
4. El truco de la pelota de tenis
Está demostrado que dormir boca arriba aumenta mucho las probabilidades de roncar. Para evitar dormir en esta posición, uno de los remedios caseros más repetidos es el de pegar una pequeña pelota o una bola de tenis a la espalda del pijama. ¿El objetivo? Que dormir en esta posición resulte totalmente incomodo, haciendo que estando dormido tiendas a dormir de lado. Dormir boca arriba es sinónimo de estrechar el paso del aire a causa de que el paladar blando y la lengua se apoyen en la parte posterior de la garganta.
5. Limpia tu habitación a diario
Otra de las causas invisibles que facilitan los ronquidos es la acumulación de polvo y suciedad. Sustancias como estas o los pelos de animales obstruyen nuestras fosas nasales, haciendo que roncamos con más fuerza. Pasa la aspiradora a diario y mantén limpia tanto tu habitación como tu cama.