¿Son buenos los colchones duros para la espalda?

Ene 20, 2020 | DORMITORIO, PRODUCTOS

Pese a que años atrás los médicos recomendaban colchones duros para evitar o mejorar el dolor de espalda, hoy en día las investigaciones apuntan a que la firmeza del colchón debe encontrarse entre la media alta, para mantener la correcta alineación de la espalda y no favorecer la aparición de contracturas como puede suceder si dormimos en una superficie demasiado rígida.

Aunque se pueda pensar que la firmeza y los dolores de espalda es una cuestión de modas y si antes se recomendaban los colchones duros ahora son preferibles aquellos con más flexibilidad. Lo cierto es que si la superficie no cede ante el peso del cuerpo, esa presión termina por afectar a los huesos y de ahí la aparición de inflamaciones en la zona lumbar, la cadera o los hombros.

Cómo elegir el colchón de firmeza alta media perfecto para cada persona

Se recomienda este tipo de estabilidad porque la columna vertebral no se verá afectada y mantendrá una posición correcta. De esta manera, si el colchón es muy blando, se hundirá con el cuerpo provocando que la columna se doble o en el caso de los colchones más rígidos, contribuirá a que la zona del cuello y de los glúteos se arqueen.

Por lo tanto y más allá del material del que estén compuestos, ya que es sencillo encontrar colchones de firmeza media alta ya sean de viscoelástica, látex o muelles, veamos qué más factores hay que analizar para encontrar un colchón que sea perfecto en todos los aspectos.

El peso

El colchón se verá afectado de manera diferente ante una persona con más peso que otra. Por lo tanto, el látex y los de viscoelástica son los que pueden verse más perjudicados, así será recomendable para aquellos que tengan más kilos un núcleo con muelles. También existen colchones donde el peso y la comodidad van de la mano.

Especial atención a la zona de los hombros y glúteos

Es decir, a las cervicales y el área lumbar, ya que suelen ser las partes que más se resienten si elegimos un mal colchón, produciendo desde vértigos o mareos a lumbalgias o dolores de cadera. La sensación recomendada es que notemos que ambas partes tienen un buen soporte y se adaptan al colchón, pero sin estar demasiado rígidas o hundidas.

Solo o en pareja

No es lo mismo ser el dueño de la cama y poder dormir en el centro, que tener una sola mitad para descansar. En este aspecto, es mejor elegir una cama amplia, para que ambos tengan espacio necesario para dormir y no molestar al compañero. Por otro lado, el peso que se aplica en el colchón es mayor, así que es necesario tener esto en cuenta en la selección para evitar el “efecto cuchara” y que el colchón se hunda en el centro. También hay que pensar en que los movimientos de cada uno se vean reflejados y evitar que no se note cada vez que se gire nuestra pareja.

El somier cuenta, y mucho

¿Quién no recuerda los antiguos somieres de alambre de hierro que soportaban los colchones hace años? Por suerte, ahora es fácil encontrar somieres que se adaptan perfectamente a cada colchón y persona, pero es necesario tener en cuenta que además de ofrecer estabilidad, si colocamos un colchón nuevo en un somier deformado por el uso, el colchón copiará los defectos que tenga el soporte. Por lo tanto, si vemos que el canapé o el somier está dañado, es preferible adquirir también uno nuevo.

Dar la vuelta al colchón

Muchos colchones tienen una cara específica para ser usada en verano o en invierno. También es recomendable girarlo al menos una vez al año para evitar que se deforme o hacer desaparecer algún hundimiento en una zona concreta.

Por otro lado y aunque depende de la calidad y el uso que le demos al colchón, hay que considerar que la vida útil de los colchones suele ser de diez a quince años, por lo tanto si tenemos un colchón longevo y nos levantamos con dolor de espalda, seguramente sea una señal de que debemos comprar uno nuevo.

Como vemos no es muy difícil elegir el colchón ideal para mejorar o prevenir los dolores de espalda y cuando notemos que las molestias son crónicas, antes de recurrir a colchones duros, quizás la solución sea uno articulado donde podamos elegir qué parte del cuerpo queremos que esté más alta y así reducir la tensión del peso y en algunos casos mejorar la circulación.