Cómo afecta el descanso en la organización de recuerdos

Nov 3, 2020 | CONSEJOS, DESCANSO

Una de las consecuencias derivadas de la falta de sueño, amén de las más conocidas (fatiga, concentración, estado de ánimo…), es la pérdida de memoria. Según diversos estudios publicados en los últimos años, dormir pocas horas también afecta la región del cerebro asociada a la memoria. Y lo hace porque los neurotransmisores cerebrales que deberían reponerse mientras dormimos, son incapaces de hacerlo a causa del estado de vigilia. Una pérdida de la conectividad entre neuronas que afecta directamente a la organización de los recuerdos. Te explicamos todo lo que necesitas saber sobre la fuerte relación entre nuestra memoria y el descanso.

Introducción al funcionamiento de nuestra memoria

La inmensidad y complejidad que arroja el funcionamiento del cerebro no tiene fin. Siglos de estudios, ciencias dedicadas por y para este órgano, teorías que bifurcan entre lo médico y la psicología. Incontables personas que pusieron su talento e inteligencia para hacernos comprender los por qué y, al final, tuvo que ser una película de Pixar quién mejor ha explicado cómo va esto del cerebro.

‘Del revés’ (2015), a través de sus personajes, muestra de una manera muy sencilla y metafórica cuáles son las principales funciones de un cerebro en fase de crecimiento. Desde la definición de géneros hasta la importancia de darle espacio a la tristeza, la historia avanza en paralelo aprendizaje y aventuras. Pero siempre como telón de fondo y con una importancia vital, el papel que guarda la memoria en nuestra personalidad.

Tal y como se explica en la película (pero a través de una animación didáctica y emuladora), cualquier tipo de información que ingresa en nuestro cerebro a través de nuestros sentidos, se convierte en una especie de estímulo eléctrico químico. Al contrario de lo que ha emergido en el imaginario colectivo, los recuerdos como tal no existen en nuestro cerebro. Es decir, no se almacenan desde un punto de vista físico y biológico. Más que nada porque no somos un ordenador. Lo que sucede en realidad es que nuestro cerebro absorbe unos patrones de funcionamiento o, dicho de otra forma, grupos específicos de neuronas que son activadas con cada impacto exterior que recibimos.

Es aquí cuando el sueño y su importancia entran en juego. Además del lógico descanso físico, otro de los principales propósitos que tiene dormir es para encender la hormona responsable de administrar cuáles de todas las experiencias que hemos vivido durante ese día van a ser absorbidas y convertidas en los mencionados estímulos eléctricos químicos. Dicho de manera más sencilla, es durante el sueño cuando nuestros recuerdos son organizados. Unos serán elegidos para la gloria. Otros, irán directos a la papelera de reciclaje (o, como ocurre en la peli de Pixar: a un vertedero gigante).

Entonces, ¿cómo afecta a nuestra memoria la falta de sueño?

Como ya has podido comprobar, es durante el sueño cuando nuestro cerebro realiza determinadas funciones y tareas que guardan relación con nuestro aprendizaje y nuestra memoria. El problema radica en la falta de descanso. Todos aquellos insomnes o las personas con dificultades para conciliar el sueño se encuentran con una serie de hándicaps que van desde lo más físico (contracturas, dolores musculares…) a lo anímico (estrés, ansiedad…) Y, claro está, lo neurológico.

Tras muchas décadas de investigaciones sobre el sueño, por fin se determinó que una de las razones que esconden el noble y beneficioso acto de dormir es el de encender la hormona responsable de seleccionar experiencias, conocimientos y, por tanto, recuerdos. Esta limpieza y organización de nuestra memoria se ve interrumpida o perjudicada en el caso de no poder dormir.

En un reciente estudio realizado por la Universidad de Exeter, se estipuló que la memoria declarativa (la que almacena nuestros recuerdos que pueden ser evocadas de manera consciente) se ve claramente reforzada cuando los humanos dormimos. El estudio, dirigido por el profesor de psicología Nicolas Durmay, demostró que, tras una noche de sueño, somos mucho más capaces de recordar esos conceptos que no éramos capaces de evocar cuando estábamos despiertos el día anterior o incluso el momento justo después de aprenderlos.

Respecto a los conceptos, datos y vivencias que olvidamos, sigue permaneciendo la incógnita de porqué nuestro cerebro ha comprendido la baja importancia que ese aprendizaje ha tenido para nosotros. Según señalan en The Journal of Neuroscience, es precisamente la importancia que le damos a las cosas mientras que somos conscientes la que, posteriormente y mientras dormimos, realiza la orden al cerebro de que puede desecharlo. Maravillas y misterios de la mente humana.