Cómo afecta nuestra postura corporal al dormir

Es una de las cuestiones que parecen no tener una respuesta definitiva y clara. Como si fuera el Santo Grial, seguimos descifrando cuál es la mejor postura corporal al dormir. Porque según a quien preguntes, unos optarán por hacerlo boca arriba, otros tenderán a hacerlo de lado y, los más arriesgados y aventureros, boca abajo mientras abrazan una almohada.
La postura para dormir, el factor vital del descanso que siempre olvidamos
Hasta ahora hemos aprendido que la mejor higiene del sueño posible tiene que estar precedida por puntos inexpugnables. Elementos que vertebran confort y descanso:
1) Disponer de un equipo de descanso formado por un colchón de calidad, una base firme y una almohada que se adapte a nuestro cuello.
2) Plantear unos horarios regulares que vengan precedidos de una cena sana, ligera y equilibrada.
3) Aclimatar nuestra habitación para que el nivel de ruidos, luz y temperatura no interfieran nuestro descanso.
4) Para llegar a todos estos puntos, previamente habremos hecho deporte a la hora adecuada (nunca muy tarde) y, en caso de haber tomado una pequeña siesta, nunca más allá de 30 minutos.
5) Damos por hecho que tu consumo de cafeína es reducido y limitado a las mañanas y el alcohol solo está asociado a un par de cervezas semanales.
Perfecto. Eres el Iron Man o la Super Woman del descanso y el sueño. Pero, un momento, falta un pequeño resquicio. De nada puede servir el perfecto cumplimiento de los principales requisitos del buen durmiente si, después, te acuestas y lo haces en cualquier postura. Nunca más desestimes la importancia de la posición en la que duermes, porque va a determinar tu tipo de descanso.
Dime en qué postura duermes y te diré cómo descansas
A la vez que invertimos en nuestro descanso a través de la adquisición del mejor colchón de viscoelástica posible y un canapé como base, existen otra serie de factores a considerar. Como ya hemos dicho, además de elementos externos como la temperatura o los ruidos, la posición en la que elegimos (o no) dormir va a marcar no solo la calidad de nuestro descanso, sino también el número de horas que dormiremos.

Para empezar, y como dijimos al inicio, no existe una verdad absoluta respecto a la postura ideal. Aunque existen recomendaciones y realidades que te vamos a explicar a continuación.
Sin embargo, hay un componente que determinará la idoneidad o no de la postura en la que dormimos: la correcta alineación entre nuestro cuello y la espalda. Por ello, sí podemos empezar por anular la posición más incorrecta. La que peor descanso te va a proporcionar.
Dormir boca abajo: el peor aliado del descanso
Es una de las posiciones más habituales entre los durmientes. Es más, posiblemente es en la que acabas cayendo tú mismo. Sí, podemos llegar a reconocer que es una postura en la que es fácil conciliar el sueño. Según qué personas, situarse con la cabeza hacia abajo puede favorecer la ensoñación. Pero como se suele decir, esto es pan para hoy y hambre para mañana.
Según dictaminan todos los expertos, esta postura es la que peores consecuencias puede traer a nuestra salud. Para empezar, es la más perjudicial para nuestra espalda. Dormir boca abajo es sinónimo de una incorrecta alineación recta de nuestra columna vertebral. Es más, es una posición en la que se empuja a una excesiva rotación a nuestra columna, lo cual nos llevará a que músculos, articulación y nervios de muy diversos niveles se puedan ver afectados, traduciéndose así en lumbalgias o tendinitis.
Obviamente, todo lo relatado anteriormente va a desembocar en un peor descanso, mayores niveles de problemas físicos y, por tanto, un empeoramiento de nuestra salud.
¿Boca arriba o de lado? ¿Existe la postura ideal?
Anulando la posición anterior, dos son las posturas finalistas: dormir hacia uno de los dos lados o hacerlo sobre nuestra espalda, boca arriba.
Muy favorita entre los durmientes del mundo, dormir boca arriba puede ser una gran opción para el descanso. Pero, sin ponemos la lupa sobre esta postura, encontraremos una serie de inconvenientes para según qué tipo de personas: embarazas (problemas de circulación), personas con problemas en la espalda, los que sufren apneas del sueño y, sobre todo, los que tienden a roncar.
En el otro lado, y nunca mejor dicho, encontramos a los que tienden hacia uno de los dos extremos de la cama para dormir. Una postura en la que encontramos ventajas para los que sufren dolores lumbares. Pero aún hay más.
Según diferentes estudios, sí existe la postura más acertada. Dormir hacia el lado izquierdo nos ayudará con diversos procesos del sistema glinfático y del sistema cognitivo (incluso ayudando a la prevención del Alzheimer, apoyaremos mejor la columna vertebral o el cuello, ayudaremos la prevención de lesiones a largo plazo e incluso es la más adecuada para las embarazadas.