Cómo influye la masturbación en la calidad del sueño
El insomnio y los problemas para conciliar el sueño provocan un alto grado de frustración. Dar vueltas y vueltas en la cama viendo pasar las horas genera una ansiedad que acaba convirtiéndose en un bucle de pensamientos sobre no dormir y, por tanto, no durmiéndonos. Entre los métodos menos conocidos y tratados que invitan a la relajación, encontramos el orgasmo. Y no solo hablamos de la que sentimos en pareja tras el acto sexual. La masturbación también influye en la calidad del sueño.
¿Ayuda la masturbación a conciliar el sueño?
Definimos la masturbación como el acto en el que una persona se estimula a sí misma sus genitales con un fin sexual, normalmente el de llegar al orgasmo. A su vez, la masturbación es una práctica sexual que está asociada a decenas de mitos y leyendas. Independientemente de creencias, hemos llegado a escuchar que su práctica desmedida podía llegar a provocar ceguera. Y en el extremo más inverso de ese pensamiento tradicional y popular, siempre se ha dicho también que ayudaba a conciliar el sueño. ¿Hasta qué punto es real?
Está demostrado científicamente que la práctica de la masturbación ayuda a conciliar el sueño y favorece el descanso de las personas. Cuando las personas experimentamos un orgasmo, liberamos una mezcla de neuroquímicos que incluyen elementos que ayudan a la conciliación del sueño: oxitocina, serotonina, vasopresina y prolactina.
Si ponemos el foco en un par de ellos, oxitocina y serotonina, encontramos que estas sustancias funcionan como bloqueadores del cortisol. Es decir, la hormona que libera el estrés. Además, funcionan como potenciadores de la relajación. A ellas se les suma la mencionada vasopresina, la cual produce no solo un efecto antidiurético (eliminar las ganas de orinar, algo vital para no despertarnos cada noche), sino que también controla los niveles de estrés. Por último, tenemos la prolactina, otro liberador del estrés que nos ayuda a recuperarnos y a sentir un grado mayor de felicidad.
Todo el coctel de neuroquímicos anteriores citados son liberados de forma natural por nuestro cuerpo cuando dormimos. De hecho, forman una especie de equipo con la melatonina. Y todos estos elementos ayudan a regular nuestros ciclos de sueño y vigilia.
Si los neuroquímicos que concilian el sueño ya aparecen por sí mismos mientras dormimos, pero a su vez podemos liberarlos nosotros mismos a través de la masturbación, la regla de tres está clara. Masturbarnos por la noche nos ayudará a conciliar el sueño.