¿Cuando comprar una cama articulada?

Sep 28, 2018 | DORMITORIO, PRODUCTOS | 0 Comentarios

Las camas articuladas se componen de una base que ajusta su posición en función de las necesidades del durmiente. Esta base articulada puede tener una estructura de somier de láminas o de una base tapizada. Ests camas ajustan la curvatura y la posición según la posición que convenga a los durmientes para descansar. Generalmente, estas personas necesitan la cama articulada para ajustar su descanso con una amplia libertad de posiciones. Estas camas pueden ajustarse mediante un sistema manual o eléctrico, dependiendo del modelo.

¿Qué tipos de personas utilizan una cama articulada para su descanso? Hay tres situaciones principales donde decantarse por una de estas:

  1. Para las personas que padecen algún tipo de dolencia ósea o en las articulaciones. Este tipo de personas buscan una postura especial durante su descanso. Si una persona no puede corregir sus problemas óseos con una cama “normal”, es recomendable que explore la opción de la cama articulada. Una cama articulada permite adoptar una postura que mantiene la espalda recta y fija en la posición recomendada.

2. Personas con movilidad reducida. Este grupo de personas está relacionado con el punto anterior. No obstante, este apartado va más allá. Se trata de personas que cuentan con una movilidad reducida y que en muchas ocasiones no pueden valerse por sí solas. Este grupo tiene dificultades para levantarse de la cama durante todo el día, y necesitan ayuda para ello. En este caso, la persona no solo utiliza la cama articulada para su descanso, sino que pasa la mayoría del día en ella. La cama ejerce como lugar principal en la rutina diaria, incluso para actividades tan rutinarias como comer. De esta forma, una cama articulada regula su postura para que ni la persona –ni su ayudante- tengan que hacer esfuerzos para encontrar la posición. Para este tipo de camas también existe la gama sanitaria, que se utiliza en residencias y hospitales.

3. Para aquellas personas que pasan mucho tiempo en casa. Este punto tiene algo que ver con el anterior, ya que la movilidad reducida es una razón para pasar el día en la misma casa. Afortunadamente, no es la única razón. Una cama articulada puede ser una solución para aquellas personas que utilizan su cama para hacer más cosas que dormir. Trabajar, estudiar, leer un libro o incluso ver la televisión pueden ser actividades que se pueden hacer desde una cama articulada. Este modelo responde menos a algún tipo de necesidad.

NO HAY COLCHÓN QUE HAGA UN BUEN PAPEL SIN UN SOPORTE ADECUADO: PARA UNA BASE ARTICULADA, ASEGÚRATE DE QUE TU COLCHÓN ES ARTICULABLE

Una cama articulada no puede hacer su papel si no lleva un colchón articulado. Este tipo de colchón suele ir perfilado y suele contar con un núcleo de látex. Los colchones de látex son la mejor y la opción más común para completar una cama articulada. Estos cuentan con una elasticidad óptima y son resistentes a la acción y el movimiento de una base articulada. Los núcleos de espumación también son recomendables para las camas articuladas, ya que resisten al movimiento del somier articulado. Tampoco hay que descartar a los colchones de viscoelástica perfilada. No todos los colchones viscoelásticos ocupan una cama de este tipo, pero sí que los hay con especificaciones para ello.

Es necesario tener en cuenta que los colchones de muelles y micromuelles ensacados están totalmente descartados en una cama articulada. La acción del somier rompería los muelles y la estructura del colchón, acabando con su vida útil. En resumen, son colchones que deben contar con un una estructura que le haga ser adaptable a cualquier movimiento. Para que la cama articulada funcione correctamente, es necesario saber que todos los componentes del colchón deben adaptarse a cualquier movimiento.