Descanso, el entrenamiento invisible

En el deporte, todos sabemos que algunos factores son clave: el entrenamiento y la dieta son dos cosas que no pueden dejarse de lado si buscamos obtener un buen resultado en el deporte que realicemos.
Sin embargo, otro aspecto importante al que puede no prestarse tanta importancia es el descanso. Y es que el descanso podría considerarse como el entrenamiento invisible de cualquier deporte, tanto en lo que respecta al descanso entre partidos o series como en lo que a dormir por la noche se refiere.
Para poder funcionar en el deporte de la mejor manera posible, es estrictamente necesario que todos los factores estén en orden: entrenar regularmente, comer sano y tomarse el tiempo necesario para descansar, recuperarse y dormir. Cuando uno de estos aspectos no está cubierto, el desempeño deportivo puede verse afectado.
Descanso, el entrenamiento invisible
Dormir es esencial para todo el mundo, pero todavía resulta más clave para las personas que practican deporte a diario. Tanto es así que, según indica la Sleep Foundation de Estados Unidos, la cantidad y la calidad de horas que se duerma será determinante para mejorar el desempeño de los atletas en muchas áreas relacionadas con la demanda que requiere hacer deporte.
Tanto es así que, según indican los expertos de la fundación, existen varios estudios que avalan que el descanso puede ser el entrenamiento invisible en el deporte. Por ejemplo, un estudio de Stanford de jugadores de baloncesto masculinos que prolongaban su sueño a 10 horas por noche encontró resultados positivos. Al parecer, los jugadores corrieron más rápido en la cancha y su tiro mejoró en al menos un 9 por ciento, tanto para los tiros libres como para los tiros de tres puntos. Además, los atletas también informaron disfrutar de un mejor bienestar físico y mental.
Otro estudio en nadadores y nadadoras que extendieron su sueño a 10 horas también implicó mejoras en el rendimiento. Los tiempos de reacción de los bloques de buceo fueron más rápidos, se mejoraron los tiempos de giro y aumentaron los golpes de patada. Los tiempos de natación de una velocidad de 15 metros también mejoraron. Además, estos atletas experimentaron un mejor estado de ánimo y una disminución de la somnolencia y la fatiga durante el día.

Jugadores y jugadoras de tenis universitarios/as también obtuvieron mejores resultados al aumentar su sueño nueve horas a la semana. La precisión de los jugadores aumentó significativamente, de un 36 a un 42 por ciento más o menos. Los jugadores también experimentaron menos somnolencia.
Además, otros estudios de jugadoras de netball y futbolistas han demostrado que la educación sobre la higiene del sueño ayuda a los atletas a aumentar su tiempo total de sueño. Es probable que este sueño adecuado antes de una competición fomente el máximo rendimiento.
¿Qué ocurre si descansamos poco?
En nuestro día a día, la mala calidad y cantidad de sueño pueden tener muchos efectos negativos. Mentalmente, la falta de sueño reduce la capacidad de reaccionar rápidamente y de pensar con claridad.
Además, las personas privadas de sueño tienen más probabilidades de tomar malas decisiones así como de correr riesgos. Pero las consecuencias de un mal descanso no acaban ahí: dormir mal también puede aumentar el riesgo de ansiedad y depresión, así como aumentar la irritabilidad.
Físicamente, la falta de sueño aumenta el riesgo de sufrir muchos problemas médicos, tales como diabetes tipo 2, enfermedades del riñón, infarto o presión arterial alta.
En lo que respecta al entrenamiento, cuando los deportistas no duermen lo suficiente, esto puede repercutir directamente en su día a día:
- Precisión disminuida. El estudio llevado a cabo sobre tenistas que comentábamos anteriormente muestra que disminuyó su precisión hasta en un 53 por ciento comparado con el rendimiento después de haber dormido bien debido a la falta de sueño.
- Habilidad inhibida. Según un estudio llevado a cabo sobre atletas masculinos de deportes de equipo que estaban privados de sueño, los tiempos de sprint promedio y sprint total se vieron disminuidos a causa de esta falta de sueño.
- Disminución del tiempo de reacción. A su vez, una investigación llevada a cabo en un grupo de atletas universitarios masculinos mostró que la falta de sueño afectaba negativamente al tiempo de reacción.
- Agotamiento más rápido. Además, en una investigación llevada a cabo sobre jugadores de voleibol y corredores, ambos grupos de atletas se cansaron antes después de haber dormido poco.
- Dificultad para tomar decisiones. Lo que parece claro es que las funciones ejecutivas se ven afectadas por la falta de sueño. Algunas decisiones como pasar el balón pueden resultar más difíciles o tardar más en tomarse que si se hubiera dormido las horas necesarias.
- Riesgo de enfermedad o inmunosupresión. Los malos hábitos de sueño están asociados a una menor resistencia a algunas enfermedades, como podría ser el resfriado común.
Como ves, además de la alimentación y del entrenamiento físico, el descanso noche tras noche es clave para tener un buen desempeño deportivo. Un mal descanso puede pasarnos factura en muchos sentidos, tanto en el entrenamiento como fuera de él. ¡Asegúrate de entrenar también tu descanso!