Dormir con manta eléctrica: riesgos y beneficios

Ene 14, 2023 | CONSEJOS, DESCANSO | 0 Comentarios

Aunque dicen que el sufrimiento es el que acentúa el ingenio, podríamos añadir que el frío o el invierno también consiguen agudizar nuestra creatividad. Por ello, cada vez más personas apuestan por una solución cada vez más extendida para sortear la calefacción y no tiritar al meterse entre las sábanas en invierno: dormir con una manta eléctrica.

Las ventajas de dormir con una manta eléctrica

1. Nos ayuda a aliviar de una forma natural el dolor

Cuando recibimos calor, nuestro cuerpo consigue bloquear el efecto de las señales químicas que el cerebro produce cuando sentimos dolor. Una manta eléctrica es una solución práctica e inmediata ante esas molestias más comunes como pueden ser las lesiones musculares, los calambres o la rigidez.

2. Mejora la circulación sanguínea

Siguiendo con la ventaja anterior, las mantas eléctricas ayudan a recuperarnos de lesiones, así como mejoran la circulación sanguínea.

3. Al contrario que otros dispositivos eléctricos, fomentan el ahorro económico

La factura de la luz se dispara conforme bajan las temperaturas. Necesitamos aumentar los minutos de agua caliente, tiramos de estufas y tenemos el aire acondicionado siempre encendido. En definitiva, generamos diversas fuentes de calor que lo único que hacen es incrementar la mencionada factura de la luz. Una manera económica y muy práctica de reducir ese consumo de kilovatios es a través de la manta eléctrica. Utilizarla por la noche para calentarnos antes de dormir nos hará entrar en calor.

4. Ayuda a conciliar el sueño

Las diferentes fases del sueño pasan por sus propias necesidades físicas. Nuestro cuerpo aumenta o desciende de temperatura según estas diversas etapas y una manta eléctrica nos ayudará a regular los grados del cuerpo, a no pasar frío y a no sufrir despertares. Aunque siempre es necesario, una buena noche de sueño en plena etapa invernal nos hará rendir mejor al día siguiente.

5. Es la mejor manera de calentar la cama

Situar una manta eléctrica en la cama antes de acostarnos conseguirá incrementar la temperatura del colchón. De esta manera, alcanzaremos la temperatura perfecta en esas gélidas noches de invierno sin necesidad de embutirnos entre mantas, colchas y el nórdico.

6. Nos mantendrá calentitos durante toda la noche

La manta eléctrica es el mejor elemento para mantener una temperatura regular y constante durante toda la noche. Lo ideal es disponer de un modelo con temporizador, para que no tengamos que tenerla encendida las ocho horas recomendadas de sueño.

Las desventajas de dormir con una manta eléctrica

1. Puede sobrecalentarse

Como cualquier producto electrónico, puede sufrir sobrecalentamientos o deterioros que nos pongan en peligro. Es por ello que recomendamos no utilizar estos elementos durante toda la noche, y apostar por modelos con temporizador. Así mismo, debes regular la temperatura y poner el nivel más bajo si has decidido dormir con la manta eléctrica encendida. También hay que tener cuidado con los cables y nunca doblarla o plegarla.

2. No deberías utilizarla con las siguientes enfermedades

Existen condicionantes médicos que no favorecen el uso de una manta eléctrica: desde los enfermos de diabetes hasta aquellos que padecen parálisis, así como niños, personas mayores, embarazadas o gente que utiliza marcapasos.

3. ¿Riesgo de cáncer?

Afortunadamente, estos dispositivos han mejorado y se han sofisticado con el tiempo, pero antiguamente producían una serie de campos electromagnéticos que podían fomentar la aparición del cáncer, especialmente en población infantil.

4. Son propensas al deterioro

Estos dispositivos electrónicos se estropean con asiduidad por el propio uso que le damos: desde la cantidad de horas que tenemos encendidas las mantas eléctricas al deterioro que pueden sufrir los cables. En definitiva, recomendamos que limites su vida útil a los cinco años.