Vamping: El fenómeno que afecta a nuestro descanso y hace que engordemos
Los aparatos electrónicos forman parte de nuestra vida diaria y, con el paso del tiempo, se han convertido en objetos imprescindibles para desarrollar nuestras tareas cotidianas. Sin embargo, el uso de las nuevas tecnologías ha supuesto una modificación importante en las costumbres de nuestro descanso.
El problema está en la dependencia que tenemos a estos dispositivos cuando nos acostamos. Permanecemos despiertos más tiempo del que deberíamos con el consiguiente perjuicio para nuestra salud. Y es que dormir las horas necesarias es imprescindible para que nuestro organismo se regenere adecuadamente. De hecho, la falta de sueño puede propiciar enfermedades como la diabetes, tal como indican organismos como la Universitat Oberta de Catalunya.
La cuestión es que este hábito se ha ido generalizando entre la población. Cada vez se dan más casos de niños pequeños con problemas de vista y dificultades para conciliar el sueño debidamente. En definitiva, el uso incontrolado de móviles, tablets y ordenadores crea adicciones que en muchos casos deben ser tratadas médicamente.
El conocido como Vamping es una práctica que altera tanto la cantidad como la calidad del sueño y que además hace que engordemos. ¿Quieres conocer las consecuencias que conlleva esta obsesión por el abuso de la tecnología?
¿Qué es el Vamping?
El Vamping es el fenómeno por el cual algunas personas, sobre todo los adolescentes, utilizan aparatos electrónicos durante la noche. De esa manera, aprovechan las horas nocturnas para socializar a través de las redes sociales o buscar contenidos sobre los asuntos que les interesan.
La variedad de información a la que pueden tener acceso provoca una curiosidad que, en muchos casos, se convierte en una dependencia perjudicial para su desarrollo cognitivo. Además, en muchas ocasiones, supone la aparición de conflictos familiares entre padres e hijos adolescentes.
Causas que originan este fenómeno
Las causas que propician este desorden en el descanso se deben básicamente a la falta de horas de ocio de las que disponemos al día. Los horarios de trabajo en el caso de los adultos y la carga de tareas escolares en los jóvenes nos dejan poco margen de tiempo para realizar actividades que permitan desconectar de la rutina.
Además, la nocturnidad es el momento del día en el que encuentran la intimidad necesaria para realizar este tipo de conexiones. Las ganas de socializar e integrarse en el grupo les lleva a perder horas de sueño sin ser conscientes del peligro que eso conlleva.
Consecuencias del Vamping
Uno de los problemas principales del Vamping es que hace que engordemos. Conforme vamos reduciendo las horas de sueño, se elevan los niveles en sangre de una señal química que incrementa las ganas de comer. Cuando esto ocurre, nos solemos decantar por alimentos poco saludables que tienen alto contenido en grasas y azúcares.
La consecuencia de dormir menos supone que al día siguiente necesitaremos ingerir más calorías de las que se recomiendan diariamente. Además, probablemente estaremos más cansados y con menos ganas de realizar actividad física. En definitiva, quemaremos menos grasa y, a la larga, podremos encontrarnos con algún que otro kilo de más.
Otro de los problemas de llevarnos a la cama los aparatos electrónicos está en la luz azul de la onda corta que emiten. Al utilizar este tipo de mecanismos cuando nos vamos a dormir, el cerebro entiende que aún es de día y retrasa así la segregación de la hormona del sueño.
El insomnio tecnológico provoca un desajuste que interfiere en los ciclos de sueño y vigilia. Nuestras neuronas entienden que aún no ha anochecido y dan orden para que se detenga la producción de melatonina. Por ello, el organismo ve alterado su proceso natural y la reducción de las horas de descanso se incrementa día tras día.
Nuestros consejos
Ahora que ya conoces los efectos negativos del Vamping, se aconseja realizar un uso responsable de los dispositivos electrónicos por las noches. Por el contrario, es más saludable dedicar el tiempo a obtener un buen descanso reparador que libere a nuestro organismo de las toxinas acumuladas durante la jornada.
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