Apatía invernal: El secreto de tu cansancio

Ene 11, 2022 | TRASTORNOS DEL SUEÑO

¿Eres de los que se siente más cansado durante los meses más fríos? No eres el único: existe algo llamado apatía invernal que nos afecta especialmente en invierno y en otoño en menor medida.

Esto ocurre porque nuestro cuerpo trata de adaptarse a los cambios que se producen tanto en lo referente a la temperatura como a los horarios. Nuestro organismo se ve afectado por esos cambios exteriores, y esto provoca también un cambio en nuestro comportamiento. Este cambio puede traducirse, entre otras cosas, en patologías tales como un trastorno del sueño o el Trastorno Afectivo Estacional.

La apatía invernal: ¿Por qué estamos más cansados en invierno?

Conforme las temperaturas empiezan a descender y la luz exterior es menor hacia el final de la tarde, la apatía invernal comienza a aflorar. Al parecer, esta especie de desajuste apático se debe a una alteración de los ritmos internos del cuerpo (los denominados ritmos circadianos) y las horas de luz del sol. Podría considerarse como una especie de jetlag.

Esta sensación de cansancio o pesadez que puede perdurar durante unos cinco meses se debe a la secreción de melatonina, la hormona del sueño, que se libera en mayor medida cuando las horas de luz disminuyen y, por tanto, antes en otoño y en invierno que en primavera y verano.

Estos cambios lumínicos que se dan en el invierno hacen que la producción de melatonina se vea alterada, y por consecuencia, también se producen cambios en los ciclos de sueño-vigilia.

Por si fuera poco, el frío y la falta de claridad provocan que nuestro despertar cambie, debido a que nuestro reloj interno no se activa de la misma manera.

En este sentido, parece que los científicos han investigado acerca de este fenómeno y le han puesto un nombre: Trastorno Afectivo Estacional.

El Trastorno Afectivo Estacional (TAE)

También conocido como SAD por sus siglas en inglés (Seasonal Affective Disorder), el Trastorno Afectivo Estacional es una patología que afecta a entre el 1 y el 10 por ciento de la población.

Se define por la presencia de episodios depresivos en una época determinada del año, que suele ser el invierno por lo general. Fisiológicamente, las personas afectadas pueden pasar por:

  • Alteraciones del ritmo circadiano.
  • Sensibilidad retiniana a la luz.
  • Metabolismo anormal de la melatonina.
  • Disminución de la secreción de neurotransmisores, especialmente la serotonina.

Este trastorno suele verse más en las mujeres, las personas jóvenes y/o aquellas personas que habitan lejos del ecuador de la Tierra. Las personas que tienen familiares depresivos también tienden más a este problema.

¿Cómo combatir la apatía invernal?

Dado que la apatía invernal puede ser puntual y no tiene porqué convertirse en el Trastorno Afectivo Estacional, a continuación te presentamos algunas claves para combatir la apatía que puede caracterizar los meses de invierno para mucha gente.

  • Dieta sana: mantener una dieta saludable puede ser de gran ayuda para la apatía invernal, y es que está científicamente demostrado que lo que comemos puede tener un papel en nuestro ánimo.
  • Evitar el alcohol y el tabaco: sobra decir que estos hábitos no son saludables, y mucho menos lo serán si mostramos apatía invernal. Por eso lo mejor es evitarlos lo máximo posible, especialmente durante estos meses más complicados para nuestro ánimo.
  • Exponerse a la luz, aunque sea luz artificial: quizá sea positivo incluso adentrarse directamente en la fototerapia, que se utiliza como tratamiento para el Trastorno Afectivo Estacional. ¡Consulta con tu médico!
  • Vitaminas: añadir un suplemento de vitaminas a tu dieta también puede ser una buena idea. De nuevo, consulta con un profesional de la salud si crees que puede irte bien.
  • Una buena ventilación: resulta clave mantener la casa bien ventilada y con oxígeno para nuestro bienestar. Hazlo al menos una vez al día.

Como ves, la apatía invernal puede tener solución. Sin embargo, sí que es cierto que si esta apatía se transforma en algo serio como el Trastorno Afectivo Estacional, lo mejor