Cómo evitar despertarse de mal humor

Jun 12, 2021 | CONSEJOS, DESCANSO | 0 Comentarios

¿A quién le gusta que un despertador le devuelva a la realidad con lo bien que se está durmiendo en la cama? Todo el mundo nos despertamos algunas veces de mal humor y más irritables que de costumbre sin tener expresamente un motivo.

Pero, ¿cómo podemos evitar levantarnos con el pie izquierdo y estar de mal humor por las mañanas? ¡Te damos algunos consejos para conseguirlo!

6 consejos para evitar despertarse de mal humor

Existen algunos hábitos que podemos cambiar o incluir en nuestro día a día que pueden ayudarnos a despertar con más vitalidad y optimismo:

1. Crea rutinas de sueño saludables

La falta de sueño puede ser una razón común de mal humor inexplicable. Es por ello que existen ciertas rutinas en la higiene del sueño que pueden resultar útiles para fomentar un sueño profundo y reparador.

No usar dispositivos electrónicos, específicamente dispositivos electrónicos con pantallas, antes de acostarse, irse a la cama a una hora regular, leer antes de dormir, no acostarse hasta dos horas después de haber cenado o no beber cafeína a partir de la tarde pueden ayudarnos a dormir y despertarnos mejor.

2. Levantarse de la cama rápidamente

Una de las mejores maneras de empezar el día con el pie derecho es levantarse de la cama la primera vez que abrimos los ojos. Aunque pueda ser tentadora la opción de quedarnos un poco más en la cama, ya sea por el frío, por lo agradable que es dormir con nuestra pareja o porque no nos sentimos motivado para empezar el día, lo ideal es levantarse a la primera.

Levantarnos de la cama tan pronto como despertamos le dice a nuestro cuerpo y cerebro que es hora de activarse, mientras que permanecer en la cama puede provocar que nos sintamos atontados, somnolientos y angustiados por las mañanas.

3. Meditar

La meditación puede significar desde caminar por la naturaleza, hacer ejercicios de relajación o meditación guiada en la cama hasta practicar Yoga, Tai Chi u otras forma de movimiento físico intencional.

Independientemente de la forma exacta en que se medite, la meditación es una parte importante del mantenimiento de la salud física, emocional y mental y puede ayudarnos a gestionar el mal humor y las expresiones de ira. La meditación inmediatamente después de despertar puede ayudarnos a controlar nuestras emociones y evitar que nos despertemos enojados.

4. Hacer una lista

Crear una lista de tareas para hacer al despertarse puede ayudar a calmar las emociones y evitar estar de mal humor, ya que eliminaremos la conmoción por las sorpresas durante el día. Saber de antemano lo que vamos a hacer nos brinda el espacio para planificar y llevar a cabo todas nuestras tareas con el fin de poder disfrutar del día que tenemos por delante.

Puede que algún día determinado no tengas nada que hacer en particular, en este sentido puedes hacer una lista con algunas cosas por las que sentirte agradecido (amistad, familia, recuerdos, amores…). Aunque te pueda parecer algo trivial, resulta un ejercicio útil para conseguir no estar de mal humor por las mañanas.

5. Desayunar abundante y saludable

Llenar de combustible nuestro cuerpo al despertarnos puede ayudar a estabilizar los niveles de azúcar en sangre y a empezar el día con energía y mejor humor. Y es que saltarse el desayuno por completo puede perpetuar el ciclo de caídas y picos de azúcar en sangre, al igual que nos puede llevar a tener antojos de productos procesados con demasiados azúcares refinados durante la mañana. En su lugar, es recomendable optar por un desayuno saludable con muchas proteínas, fibra y nutrientes.

Los desayunos saludables perfectos deberían estar formados por: lácteos (leche, yogur o queso), hidratos de carbono (pan, cereales sin azucarar como los copos de avena), proteínas (huevos, yogur, quinoa, jamón york, jamón serrano, pavo), frutas y grasas saludables (aguacate, aceite de oliva…). ¿Delicioso, verdad?

6. No dormir en un colchón viejo

Un colchón tiene un promedio de vida útil aproximado de 10 años, dependiendo, claro, del uso que se le haya dado y el tipo de colchón con el que contemos. Cuando se pierden las propiedades con las que ha sido diseñado un colchón, la calidad de nuestro descanso puede empeorar drásticamente. Podemos empezar a sufrir despertares nocturnos, así como tardar más en conciliar el sueño porque no acabamos de encontrar una posición correcta.

Un colchón en mal estado puede traer como resultado episodios de insomnio, mal humor, dolores en la espalda y las cervicales, falta de concentración y estrés debido a dormir mal noche tras noche. ¡Con el descanso y la salud no se juega!