Consejos para conciliar el sueño en verano

Jul 24, 2021 | CONSEJOS, DESCANSO | 0 Comentarios

A los momentos de sol, playa, montaña, amigos y familia, le siguen noches de mosquitos, calor y sudoración extrema. Dar vueltas y más vueltas en la cama es otra de las estampas estivales más habituales. Porque conciliar el sueño en verano puede llegar a ser tan complicado, aquí te dejamos una serie de consejos que te ayudarán a dormir mejor.

Sigue estos 9 consejos y refrescarás tus noches de verano

El verano es maravilloso. Disfrutamos de las vacaciones, dejamos de trabajar durante unas semanas, viajamos a lugares increíbles, nos encontramos con amistades y gozamos del tiempo libre. Hay playa, montaña, piscinas y turismo. Hay terrazas. Hay deporte al aire libre. Pero el verano también tiene su reverso más negativo. Y está totalmente influenciado por el aumento de la temperatura y su relación con el descanso de las personas.

Durante el verano, el Sol y la Tierra se encuentran a menor distancia, por lo que los rayos son más intensos, provocan más calor y hay un mayor número de horas de luz. Todos estos elementos acaban provocando una desregulación de nuestro reloj biológico, perjudicando nuestro inicio del sueño y provocando un retraso. Si a este telón de fondo le sumamos el lógico incremento de las temperaturas, la estampa más típica de las noches de verano es la de alguien sin conciliar el sueño y sudando muy fuerte.

Con el fin de mejorar nuestras noches de sueño y que las temperaturas externas no perjudiquen el descanso, aquí recopilamos una serie de hábitos, consejos y prácticas cotidianas.

1. Ya sea porque te quedes en casa o te desplaces a una segunda residencia, apuesta por un colchón con un alto nivel de transpirabilidad. En el caso de que sí vayas a disfrutar de un apartamento, chalet o tu casa del pueblo, en el catálogo de Maxcolchon encontraremos modelos económicos. Ya sea de muelles ensacados, látex o viscoelástica, encontrarás un ejemplar que permite la libre circulación del aire.

2. Controla la temperatura que hay en la calle a la hora de ventilar las habitaciones. Si abres la ventana en plena ola de calor o en las horas más calurosas del día, convertirás tu habitación en algo muy parecido al infierno. Lo ideal es airear el dormitorio durante las primeras horas de la mañana.

 

3. Aunque te pueda sonar a contradicción, regula el uso del aire acondicionado. Dormir con el aparato encendido durante toda la noche puede provocarte resfriados que irían en contra de tu temperatura corporal (además del consiguiente dolor de garganta nada apetecible en época estival).

 

4. Muchos de los problemas que tenemos para conciliar el sueño en el verano es la ausencia de hidratación previa. No olvides beber mucha agua durante el día y, si es necesario, llévate una botella de agua fría a la habitación. Así, cada vez que tengas sed, no tendrás que levantarte y podrás hidratarte en caso de que te despiertes en mitad de la noche.

 

5. Las cenas copiosas y el consumo de alcohol por la noche te pueden producir un mayor nivel de desvelo. Sabemos que las barbacoas y las jarras de sangría son muy apetecibles en verano, pero intenta mantener una dieta sana y equilibrada. Ensaladas, verduras, yogures y cualquier alimento que no produzca una digestión muy pesada serán tus mayores aliados.

 

6. Date una ducha de agua templada (o no muy fría) un par de horas antes de acostarte. Y decimos templada porque sí abusas del agua fría, correrás el riesgo de destemplar la temperatura corporal y acabar padeciendo aún más sudoración.

 

7. De la misma manera que no puedes ventilar la habitación sin comprobar la temperatura que hay en el ambiente, tampoco puedes practicar deporte a cualquier hora del día. El riesgo a padecer un golpe de calor o el simple hecho de ejercitarte a las 3 de la tarde resulta casi inhumano. Pero no solo hay que considerar los grados que hay durante el día, tampoco es positivo que practiques deporte por la noche. ¿El motivo? Podrías incrementar tu temperatura corporal y, por tanto, pasar más calor mientras duermes.

 

8. Siguiendo con tu equipo de descanso, huye de ropa de cama y pijamas confeccionados con materiales sintéticos o lana. En lugar de ello, utiliza sábanas ligeras, fabricadas con seda, algodón, fibra natural, satén o lino.

 

9. Respecto al tema de los pijamas, existe un truco casero muy efectivo: introducir el pijama en el congelador. Bastará con que lo hagas unos minutos antes de irte a dormir y, obviamente, tendrás que meter el pijama en una bolsa de plástico con anterioridad.