La importancia del descanso en el running

Oct 13, 2022 | DEPORTE, DESCANSO | 0 Comentarios

A veces olvidamos la importancia que tiene el descanso en el running. Focalizamos todos nuestros esfuerzos y pensamientos en el propio entrenamiento, el número de kilómetros, la búsqueda de un coach personal, la frecuencia de días, la intensidad o incluso la nutrición. Pero siempre dejando de lado que las horas de sueño y la calidad de las mismas forman parte del mismo plan.

¿Por qué es importante un buen descanso cuando practicamos running?

Partiendo de la base de que el sueño es vital para la salud de cualquier persona y que debemos dormir una media de ocho horas diarias, para un deportista es aún más capital. Hay que tener en cuenta que mientras dormimos se producen una serie de procesos fisiológicos y cognitivos que ayudan a la reparación celular, física, psicológica y emocional de los seres humanos.

En el plano deportivo, las ocho horas de sueño de calidad se tornan más importante porque cuando dormimos es cuando segregamos la hormona del crecimiento. Es decir, cuando nuestro cuerpo experimenta una reparación muscular, en articulaciones y en huesos. Para darle aún más valor, el 95% de lo que segregamos se produce en la fase del sueño conocida como sueño profundo. Por lo tanto, sin un descanso reparador y realmente de calidad, no vamos a poder alcanzar esa recuperación tan importante para un deportista.

Consecuencias para un runner de no descansar bien

1.Se incrementa el riesgo a padecer lesiones

Un corredor que duerme menos de las ocho horas recomendadas por los especialistas tiene hasta 2 veces más probabilidad de sufrir lesiones que aquellos runners que sí gozan de una buena noche de descanso.

2.No crecemos ni recuperamos muscularmente

Como ya hemos explicado en el apartado anterior, durante la fase de sueño profundo es cuando las personas segregamos la hormona del crecimiento. Es decir, la encargada de reparar nuestros tejidos, músculos y articulaciones tras la práctica deportiva.

Descanso en el running

 3.Merma nuestra capacidad emocional, psicológica y de concentración

Dormir poco es sinónimo de falta de concentración, perdida de memoria, autoestima baja, peor estado de ánimo y propensión a padecer estrés y ansiedad.

4.Disminuye el rendimiento deportivo

Si no disfrutar de un buen descanso puede provocar que no recuperemos a nivel muscular, por pura regla de tres tampoco vamos a rendir en las carreras como queremos. Factores como la velocidad, el tiempo de reacción, la resistencia, las habilidades motoras y la concentración menguarán tras varias noches de sueño ligero. Y si nos vamos al otro extremo, dormir las ocho horas recomendadas en un colchón de calidad puede favorecer nuestro rendimiento hasta en un 20%.

5.Tenemos más riesgo de padecer enfermedades

Aunque ponemos todo el foco en el plano físico (músculos, articulaciones, lesiones…), nuestro plan de entrenamiento también tiene que contar con factores menos asociado a la pura práctica deportiva. En este caso hablamos de enfermedades que pueden proliferar si no disfrutamos de una buena higiene del sueño. Hay que tener en cuenta que el deporte activa las hormonas que regulan nuestro sistema inmunológico. Es decir, las funciones metabólicas. Por lo tanto, una mala calidad del sueño puede provocar que padezcamos enfermedades como resfriados o gripes. Y en el plano psicológico y emocional, más probabilidad de padecer estrés, depresión y ansiedad. En todo caso, trastornos que no favorecerán el rendimiento deportivo.

6. Alteraciones en nuestro peso ideal

Si el mantenimiento estricto de una dieta sana y equilibrada que fomente el rendimiento deportivo no se ayuda de un descanso óptimo, lo único que vamos a conseguir es un aumento del peso. El hecho de dormir pocas horas y hacerlo mal tiene su influencia en la regulación de la grelina y la leptina. O lo que es lo mismo, las dos hormonas encargas de regular el hambre y el apetito.