La mejor forma para lavar el nórdico

Feb 20, 2020 | DORMITORIO, PRODUCTOS

Vinieron del norte de Europa para facilitarnos la vida y calentar los fríos inviernos. De origen escandinavo, este tipo de prendas de cama comenzaron a usarse para mitigar las bajas temperaturas que sufrían en los meses más duros. Los países europeos más próximos al Océano Ártico descubrieron que si sustituían las pieles con las que forraban los sacos con los que se tapaban a la hora de dormir por plumas de pato, la calidez y el aislamiento se multiplicaba por mucho. Así nació este producto que posteriormente se exportó al resto del mundo, cambió nuestras vidas pero también añadió una ardua tarea de mantenimiento. Sí, hablamos del noble (y nunca bien ponderado) arte de lavar el nórdico.

Igual te ha sorprendido porque desconocías el dato, pero aquella idea que tuvieron en los países escandinavos fue revolucionaria. Tras observar cómo los patos utilizaban su plumaje para mantener una cálida temperatura corporal, los habitantes de los países del norte de Europa incorporaron esa materia prima a la hora de confeccionar su ropa de cama. Su eficiencia es tal que en la actualidad los nórdicos fabricados con plumas de pato u oca siguen teniendo una calidad superior a los muy óptimos modelos sintéticos. En todo caso, hablamos de un producto totalmente necesario en nuestros inviernos pero que precisa de un acto doméstico que necesita mimo y cuidados.

Cómo lavar el nórdico (y no morir en el intento)

Aunque te lo vas viendo venir, suele ocurrir sin previo aviso. Un día es tu mejor compañero de cama pero a la jornada siguiente te ha provocado dormir en una sauna. Es la llegada de las buenas temperaturas y el momento de decir “hasta luego” al nórdico. Pero no te equivoques. Lo correcto no es guardarlo directamente y volver a sacarlo en el próximo otoño. Lo recomendable es lavarlo antes de guardarlo en el canapé o el armario.

Antes de lanzarte a lo loco hacia la lavadora, lo primero que tenemos que hacer es comprobar si nuestro nórdico se puede meter en la lavadora o, por el contrario, requiere de lavado en seco. Si tu modelo es de los que contiene plumón, necesitaremos ayuda externa y acudir a una tintorería. Pero no te apures, solo tienes que mirar la etiqueta para descubrirlo. ¡Ah! Otra cosa importante que no podemos olvidar: asegúrate de que no existen descosidos o roturas. De lo contrario podríamos desencadenar una catástrofe si lo introducimos en la lavadora.

Una vez iniciado el proceso con esta serie de indicaciones, hay unos cuantos trucos que te van a facilitar el lavado:

– No introduzcas ninguna otra prenda cuando metas el nórdico en la lavadora. Si cometieras ese error, posiblemente la fricción de ambas prendas podría perjudicar a las fibras del edredón.

Mete en la lavadora pelotas de tenis. ¡Sí! Como un mago y su truco del conejo en la chistera, si introduces en el tambor pelotas NUEVAS de tenis conseguirás que el relleno no se apelmace, ya que siempre estará en movimiento.

– Seguramente dispongas de una lavadora moderna con dos millones de programas, por lo que ya sabrás cuál debes utilizar. En todo caso, asegúrate de que el programa es el de ropa delicada, nunca utilices suavizante y lávalo con agua fría (o en su defecto, a menor temperatura de la que indica la etiqueta).

– Aunque pienses que ya se ha acabado el lavado, es recomendable que repitas la acción del aclarado un par de veces más. De esta manera te asegurarás de que cualquier resto de detergente se haya eliminado y, por tanto, este se haya quedado pegado en el nórdico.

Ya has puesto pelotas de tenis, has usado el programa adecuado, el nórdico se ha lavado, lo has aclarado en repetidas ocasiones y lo has sacado de la lavadora. Perfecto, pero aún no hemos acabado. Ha llegado el momento de secarlo. Y lo deberás hacer siguiendo estos dos tips:

– Aprovecha las jornadas calurosas. Un día de sol, que corra la brisa y, por supuesto, al aire libre. Pero, cuidado. No lo expongas directamente al sol o aparecerán las temidas manchas amarillas.

– Si lo vas a hacer con la ayuda de una secadora tendrás que volver a ayudarte de unas viejas amigas. Introduce el nórdico en una bolsa de secado, ciérrala y ayúdate de las mencionadas pelotas de tenis (pero fuera de la bolsa, claro).