La solución para no dormir en camas separadas
Estamos acostumbrados a pensar en que la pareja duerme en la misma cama. De hecho, según cuenta el investigador Roger Ekirch, profesor de historia en Estados Unidos, se trata de una costumbre muy normalizada previo a la Revolución Industrial, cuando las familias, e incluso los invitados, compartían la misma cama con el objetivo de protegerse y fortalecer su cohesión como grupo. Por supuesto esto también tenía que ver con el coste del equipo de descanso en aquel momento: las camas no eran baratas, por lo que resultaba más fácil dormir todos juntos.
Sin embargo, parece que esta costumbre no era para todo el mundo, sino más bien para las clases más bajas de la sociedad. En cuanto a los reyes y nobles, estos podían permitirse disponer de varias camas para dormir separados, cada uno en su alcoba particular.
Así, esta costumbre ha podido ser adoptada también por el pueblo y ahora ya no son tan solo los nobles y reyes los que pueden permitirse dormir en camas separadas. Sin embargo, en el caso de la pareja, resulta curioso que el dormir en camas separadas puede verse como algo raro o definitorio de un problema. Como todo, se trata tan sólo de una costumbre cultural, que tiene mucho que ver con la intimidad que se ha generado alrededor del concepto de pareja.
Debido a este concepto cultural y a las costumbres que rodean al hecho de dormir juntos como pareja, en ocasiones el hecho de dormir separados puede resultar extraño o síntoma de un problema en la relación.
Sin embargo, según un estudio publicado en 2016 en la revista Chronobiology International el hecho de que dos personas que son pareja duerman en camas separadas no es necesariamente un indicador de una relación infeliz o insana. Como mínimo, las parejas deberían poder tener comunicación en este sentido, específicamente sobre los hábitos de sueño para dormir mejor y tener una relación más feliz. De esta manera, el objetivo compartido debería ser encontrar un equilibrio entre el papel del durmiente y de la pareja, según dice la investigadora Jenny Hislop.
La unión durante la noche fortalece la pareja
Aún así, muchas parejas creen que es mejor mantenerse durmiendo juntos y prefieren buscar alternativas para ello, dado que dormir en camas separadas puede parecer algo incómodo.
Para ello se crearon los colchones gemelos: dormir juntos en camas separadas. ¿Cómo es esto posible? Fácil: Estos colchones están diseñados para ofrecer independencia a las parejas que prefieren dormir en un colchón individual, pero no quieren renunciar a lo beneficioso que tiene el hecho de dormir en pareja.
Se trata de dos colchones individuales que se ajustan como una cama de matrimonio y van unidos con una cremallera especial que simula un solo colchón. De esta manera, la cremallera permite unir los colchones y evitar que se muevan, como podría ocurrir si pusieramos dos colchones individuales juntos sin ningún tipo de unión.
Así, los colchones gemelos resultan una opción perfecta para aquellas personas que duermen en pareja pero tienen problemas para dormir juntos. Por ejemplo:
- Los movimientos. A veces, un durmiente se mueve en exceso y esto resulta molesto para la otra parte de la pareja.
- El gusto personal para el colchón. También puede ocurrir que, ya sea por la corpulencia de uno de los durmientes o por la comodidad que prefieran, cada durmiente busque un colchón distinto.
Por estas razones y para no tener que dormir en camas separadas existen los colchones gemelos. Están disponibles en varias medidas, descubre la medida perfecta para ti.
