Los terrores nocturnos en adultos: ¿Cuáles son los más habituales?
Los terrores nocturnos pueden parecer una cosa que ocurre solo en niños. Sin embargo, existen lo que se llama terrores nocturnos en adultos: son episodios nocturnos que ocurren mientras la persona adulta duerme. También se les conoce como pesadillas. ¿Lo has experimentado alguna vez? Si es el caso, debes de saber que resulta más común de lo que parece.
Cuando tienes un terror nocturno puedes despertarte de repente. También puedes llorar, gritar, moverte o mostrar otros signos de agitación y miedo. El episodio puede durar desde unos pocos minutos hasta 30 o 40 minutos, aunque por lo general no te despiertas durante el mismo. Te contamos más sobre los terrores nocturnos en adultos.
¿Cómo se suelen manifestar los terrores nocturnos?
Los terrores nocturnos son un tipo de parasomnia, clasificada como un trastorno del despertar, que ocurre durante el sueño no REM (NREM). Suelen ocurrir durante las primeras 3-4 horas de la noche.
La primera señal de estar padeciendo un terror nocturno es sentarse en la cama y llorar. Otros síntomas que pueden acompañar el episodio son: gritar, agitarse o sacudirse en la cama, tener un aumento de la frecuencia cardíaca, parecer confundido…
Los terrores nocturnos suelen ocurrir durante la primera mitad del período de descanso. Esto ocurre cuando estamos en la etapa N3 del sueño sin movimientos oculares rápidos (NREM, por sus siglas en inglés), también llamado sueño de ondas lentas. Es poco común tenerlos dos veces en una misma noche, aunque puede pasar.
Por lo general, los terrores nocturnos solo duran de varios segundos a un minuto, pero pueden continuar durante 10 minutos o más. Después de un terror nocturno, las personas suelen volver a acostarse y dormir, sin recordar el episodio cuando se despiertan por la mañana. Puede experimentarlos regularmente o solo unas pocas veces al año.
La diferencia entre los terrores nocturnos y las malas pesadillas
Los terrores nocturnos pueden parecer similares a las pesadillas, pero no son lo mismo. Cuando te despiertas de una pesadilla, probablemente recordarás al menos algo del contenido del sueño.
Es posible que recuerdes alguna escena del sueño que tuviste durante el episodio, pero es poco común recordar cualquier otra parte de la experiencia.
Causas de los terrores nocturnos
Los terrores nocturnos tienden a ocurrir cuando nos despertamos parcialmente del sueño NREM. Esto sucede durante las transiciones entre las diferentes etapas del sueño. Cuando no estás despierto, pero tampoco estás completamente dormido.
Aún así, se desconoce la causa exacta que produce este despertar parcial y su relación con los terrores nocturnos. Sin embargo, los expertos han identificado algunos factores que podrían desempeñar un papel en la aparición de estos terrores.
Problemas respiratorios
Las condiciones respiratorias, como la apnea del sueño, pueden aumentar el riesgo de padecer terrores nocturnos en adultos. Así lo confirmó un estudio publicado en 2003 que involucró a 20 participantes monitoreando la presión en el esófago durante la noche para ver cómo los eventos respiratorios podrían contribuir a los terrores nocturnos.
Los resultados al respecto sugieren que las personas con trastornos del sueño disruptivos, incluidos los terrores nocturnos, tienen más probabilidades de experimentar problemas respiratorios mientras duermen. Los autores del estudio creen que esto podría significar que hacer un gran esfuerzo necesario para respirar puede desencadenar despertares abruptos del sueño, lo que resulta en terrores nocturnos y otros problemas en el descanso.
Condiciones de salud mental subyacentes
Muchos adultos que experimentan terrores nocturnos viven con afecciones de salud mental relacionadas con el estado de ánimo, como la ansiedad, la depresión o el trastorno bipolar.
Además, los terrores nocturnos también se han visto asociados con la experiencia de haber sufrido un trauma y estrés intenso o prolongado.
Otros factores
Otros factores que podrían contribuir a los terrores nocturnos incluyen el síndrome de las piernas inquietas, la privación del sueño, los medicamentos como antidepresivos y estimulantes, la fatiga…
Diagnóstico de los terrores nocturnos
A veces, los terrores nocturnos en adultos son difíciles de diagnosticar dado que no ocurren de forma regular. Además, a menudo quienes los sufren se olvidan de haberlos tenido.
En cualquier caso, si crees que puedes estar padeciendo terrores nocturnos, deberías consultar con tu médico al respecto. Es posible que, para la consulta, necesites llevar un diario de sueño durante un breve período de tiempo para ayudar a descartar la falta de sueño u otros problemas. Si duermes con tu pareja, ella podría ayudarte a reconstruir los episodios con detalles.
¿Hay alguna forma de evitar tener terrores nocturnos?
Los terrores nocturnos no siempre requieren de tratamiento. Sin embargo, en ciertos casos podría ser necesario si:
- Los terrores nocturnos tienen un efecto negativo en la persona, la pareja o sus relaciones.
- Los episodios tienen un efecto negativo en las actividades habituales o en la vida diaria
- A menudo quien los sufre se despierta sin sentirse descansado.
- Las acciones en el episodio del terror nocturno podrían hacer daño a quien las lleva a cabo o a sus convivientes .
Si has sufrido alguna vez algún terror nocturno, no tienes de qué preocuparte: es algo normal. Sin embargo, si los sufres a menudo, lo mejor será que consultes con tu médico sobre qué puedes hacer para tratarlos. Descansar bien es clave para la salud, ¡así que esperamos que lo consigas!
