El insomnio es un problema que afecta a mucha gente. Dormir mal, o dormir poco, puede generar este problema que consiste en una falta de sueño y provoca que tengamos problemas en diferentes ámbitos de nuestra vida.

El insomnio es un trastorno muy frecuente que obedece a causas diversas: estrés, factores ambientales, emocionales, etc. Por su parte, la ansiedad es una angustia o estado de intranquilidad que suele acompañar a las enfermedades agudas (1).

El hecho de acostarse y no poder dormir, o tener la sensación de no poder hacerlo, es algo muy común entre la población en general. Médicamente se describe como insomnio, y aunque lo hay de muchas clases (de corta y larga duración, asociado a abuso de fármacos y otras sustancias…) aquí vamos a describir la relación que tienen trastornos como el estrés y la ansiedad con dormir mal.

Y es que al parecer, del 30 al 60 por ciento de los pacientes que padecen insomnio crónico (es decir, que duermen mal la mayoría de las noches) tienen también otro trastorno psiquiátrico identificable, como puede ser la ansiedad, entre otros (1).

Y es que el estrés y la ansiedad son respuestas normales del organismo ante un peligro inminente o la percepción del mismo. Permiten generar la alerta y activación necesarias para hacer frente a estos peligros o amenazas (2). Es decir, en cierta manera y de manera moderada, el estrés puede ser necesario para nuestro cuerpo.

Sin embargo, cuando tanto el estrés como la ansiedad se vuelven desproporcionadas, demasiado duraderas o demasiado frecuentes, se convierten en un problema. Y provocan así otros problemas como dormir mal o insomnio (2).

Así, parece que, cuando los problemas de insomnio llegan para quedarse, la falta de sueño produce en el organismo una reacción fisiológica que contribuye a aumentar los niveles de ansiedad y estrés, generando mayor alerta y activación y mayores dificultades para poder relajarse y, por tanto, dormirse (2).

Por lo tanto, parece ser que dormir mal y el estrés y la ansiedad están íntimamente relacionados, tanto que el estrés y la ansiedad podrían ser tanto la causa como la consecuencia de dormir mal.

Lo mejor para abordar nuestros problemas de estrés y de ansiedad es acudir a una consulta psicológica, donde un profesional puede darnos las pautas para deshacernos de estos problemas.

Pero lo que sin duda va bien para mitigar el insomnio, sea causa o consecuencia de otros problemas, es contar con un buen equipo de descanso.

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Referencias

1. Lozano, J. A. (2000). El insomnio y la ansiedad. Medidas terapéuticas y tratamiento farmacológico. Offarm: farmacia y sociedad, 19(2), 84-92.
2. Insomnio por Estrés y Ansiedad – Tratamiento insomnio transitorio, sueño. Retrieved 10 September 2019, from https://www.iis.es/estres-y-ansiedad-en-el-sueno-tratamiento-insomnio-transitorio/