Causas del sonambulismo en adultos

Mar 3, 2020 | SONAMBULISMO, TRASTORNOS DEL SUEÑO

El sonambulismo es un trastorno del sueño que se origina durante el sueño profundo y suele conllevar que la persona que lo sufre (tanto adultos como en la edad infantil) lleve a cabo alguna actividad. Lo más común es que, cuando lo sufre, la persona camine dormida. También puede sentarse en la cama, o se levanten y miren a su alrededor.

Se trata de un trastorno más común en niños que en adultos. En concreto, es más común que ocurra entre los niños de edades comprendidas entre tres y siete años. Además, es más fácil que se de en niños que padecen apnea obstructiva del sueño, así como en los niños que mojan la cama.

De cualquier manera, este trastorno del sueño también puede aparecer en adultos. Se estima que la prevalencia del sonambulismo en la población en general es entre 1% y 15% de la población. Aun así, el comienzo o la persistencia del sonambulismo en adultos es común y usualmente no está asociado con ningún problema psiquiátrico o psicológico. La falta de sueño, el uso de agentes sedativos (incluyendo el alcohol), otros medicamentos y enfermedades febriles particularmente en niños, pueden precipitar el caminar dormido.

Causas del sonambulismo

Ya hemos visto que el sonambulismo no es más que un trastorno del sueño que provoca un escenario poco común. Básicamente, una persona que está dormida se levanta y, aún dormida, comienza a caminar.

Normalmente, asociamos el sonambulismo a ciertos riesgos que, sobre todo, han sido generados en la ficción. Tanto las novelas como las películas (especialmente de dibujos animados) han sido propensas a mostrar personas que caminan con los ojos cerrados y los brazos estirados hacia una cornisa o un balcón. Pero el sonambulismo no tiene nada que ver con un camino hacia el abismo. 

Si bien es cierto que puede parecer peligroso, la gran mayoría de las veces, el sonambulismo es totalmente inofensivo, no tiene porqué poner en riesgo al durmiente e incluso se debería solucionar por sí solo con el tiempo. Sin embargo, y como suele suceder con este tipo de trastornos, en algunos casos puede ser un síntoma de un problema más grave, como un trastorno del sueño o, en el peor de los casos, una afección médica subyacente.

Las causas más probables que pueden provocar sonambulismo son las siguientes:

1. Trastornos del sueño: el sonambulismo es más común en personas con trastornos del sueño como el trastorno del sueño REM (movimientos oculares rápidos) o el trastorno del sueño no REM (movimientos oculares lentos). Estos trastornos pueden hacer que la persona tenga episodios de sueño ligero durante la noche, lo que aumenta la probabilidad de que se levante y comience a caminar mientras sigue dormida.

El ciclo normal del sueño comprende varias etapas: desde la somnolencia leve hasta el sueño profundo. Cuando dormimos, primeramente, atravesamos una etapa del sueño llamada no REM (sueño desincronizado) para después atravesar una etapa llamada sueño REM. El sonambulismo parece darse con más frecuencia durante esta primera etapa no REM, en las primeras horas de la noche.

2. El estilo de vida del durmiente: El consumo excesivo de alcohol, la ingesta de sustancias estupefacientes o, en menor medida, la falta de sueño. Existen muchos estilos de vida, pero los menos saludables son los más propensos a producir otro tipo de trastornos. Por ejemplo, pueden aumentar el riesgo de padecer sonambulismo.

3. La higiene del sueño: Como hemos comentado ya, el sonambulismo es mucho más común entre las personas que no disfrutan de una buena higiene del sueño. Por ejemplo, aquellos que no disponen de un equipo de descanso de calidad, que ejecutan de manera irregular los horarios de acostarse y levantarse o las personas cuyos trabajos les obligan a tener turnos rotativos.

4. Factores genéticos: Parece que el sonambulismo podría ser hereditario. Es decir, puede ser mucho más común en personas con antecedentes o familiares que ya padecen sonambulismo. De todas maneras, también es claro que otros factores intervienen en la aparición de este trastorno. La fatiga, la ansiedad o la falta de sueño son algunos de los factores asociados al sonambulismo.

5. Factores ambientales: Nunca hay que subestimar la importancia del entorno y el contexto. Por ejemplo, existen ciertas condiciones ambientales como pueden ser desde el ruido hasta la luz que pueden desencadenar episodios de sonambulismo. También es más común en personas que viven en altitudes más altas (debido a presión barométrica y al déficit de oxígeno) o que tienen una mayor exposición a la luz solar (alteración de los ritmos circadianos).

6. Condiciones de salud: el sonambulismo también puede ser un síntoma de afecciones médicas subyacentes. Por ejemplo, enfermedades como la esclerosis múltiple o, volviendo a trastornos más relacionados con el sueño, el síndrome de piernas inquietas y la apnea del sueño.

Como hemos podido ver, y por concluir, una persona que padece sonambulismo puede estar sufriéndolo por una gran variedad de factores: desde los trastornos del sueño al estilo de vida que lleve, pasando por, factores genéticos, el ambiente o contexto en el que viva y, por supuesto, estar padeciendo otro tipo de afecciones médicas.

9 remedios y consejos para combatir el sonambulismo en adultos

Aunque es más común en niños, el sonambulismo en adultos también puede producirse. Levantarse y caminar mientras estamos dormidos no debería ser sinónimo de grandes preocupaciones. Sin embargo, en algunas ocasiones puede resultar problemático si deriva en posibles lesiones o situaciones familiares complicadas. Repasamos sus tratamientos más comunes y prácticos.

1. Convierte tu entorno en un lugar seguro

Empezamos por las medidas más prácticas que incitan a la seguridad. Básicamente, el sonambulismo puede causar problemas cuando pone en riesgo la seguridad y salud del durmiente. Por ello, convierte tu dormitorio en un hábitat sin peligros. Por ejemplo, empieza cerrando todas las ventanas y las puertas exteriores. Ayúdate de algún tipo de campanilla que pueda alertar a tus familiares y, sobre todo, esconde los objetos frágiles, de cristal y los espejos. Por último, para evitar los tropiezos, retira cualquier tipo de cable, sillas y otros muebles.

2. Lee con atención los prospectos de los medicamentos que tomes

En muchas ocasiones, la toma de ciertos medicamentos (por ejemplo, las benzodiacepinas u otros antidepresivos) puede llevar a este tipo de conducta. Consulta con tu médico o farmacéutico al respecto.

3. Establece una rutina del sueño

Como hemos comentado en otras ocasiones, disponer de una correcta rutina del sueño es sinónimo de salud y el mejor de los descansos. Pero además de mejorar nuestra higiene del sueño, realizar cierto tipo de actividades saludables, practicar técnicas de relajación, leer un rato antes de dormir, evitar los dispositivos electrónicos y convertir tu dormitorio en un lugar agradable, puede ayudarnos a evitar la aparición del sonambulismo. Y, por supuesto, evita ruidos y contaminación lumínica en tu habitación.

4. Evita todo tipo de ruido mientras duermes

Cualquier estímulo sonoro puede causar la aparición del sonambulismo.

5. Controla tus niveles de estrés y ansiedad

Si padeces problemas de índole psicológico como el estrés, la ansiedad o incluso la depresión, consulta a un especialista. En muchas ocasiones, el sonambulismo emerge cuando estamos ansiosos, estresados y pasamos por situaciones vitales de gran inquietud. Una correcta salud mental es sinónimo de la mejor higiene del sueño.

6. Duerme bien

Una gran obviedad, pero cuánto mejor consigas dormir, menos probabilidades tendrás de caer en el sonambulismo.

7. Busca un patrón para combatir tu sonambulismo

Durante varias noches, intenta tomar nota o pídele a tu pareja que lo haga respecto al tiempo que pasa desde que te vas a dormir hasta que te despiertas sonámbulo. Si los horarios se mantienen más o menos constantes, será más fácil poder combatirlo.

8. Haz que te despierten antes de sufrir sonambulismo

Relacionado con el consejo anterior, una vez tengas establecido el patrón, puedes ponerte un despertador o pedir que te levanten. Hazlo unos 15 minutos antes de la hora en la que sueles caminar dormido. Una vez despierto, mantente en estado de vigilia durante un rato antes de volver a la cama.

9. Haz terapia con la ayuda de un profesional de la psicología

Visitar a un psicólogo te puede ayudar con técnicas para reducir el estrés, mejorar tu higiene del sueño y conseguir un mayor nivel de relajación.  Y en algunos casos, te puede ayudar para que aprendas autohipnosis. Es decir, por medio de una cierta técnica podrás alcanzar un estado de relajación tan intenso que conseguirás evitar el estado de sonambulismo.

Por último, aconsejarte que si es tu pareja o un familiar quien padece sonambulismo, acompáñalo con cuidado hasta la cama. Aunque las leyendas urbanas siempre nos han dictaminado que despertar a un sonámbulo era sinónimo de provocarle un ataque cardíaco, la realidad es bien distinta. Aunque no es peligroso para su salud y ni siquiera es necesario hacerlo para que vuelva a la cama, lo ideal es no hacerlo. De lo contrario, corremos el riesgo de que se perturbe, se desoriente y sufra algún tipo de confusión que le altere demasiado el estado de ánimo.