Tipos de somnolencia
¿Eres de esas personas a las que no les cuesta demasiado quedarse dormidas cuando se sientan en el sofá? Entonces es probable que sufras de somnolencia, más conocida como la tendencia a quedarse dormido. ¿Existen tipos de somnolencia?
La somnolencia puede ser el principal síntoma de muchas enfermedades, sin embargo, lo más habitual es que esta somnolencia surja de la privación del sueño. Aunque, según algunas investigaciones como la publicada en 2010 en la revista Acta Médica Peruana, la somnolencia también podría ser un efecto no deseado de algunos medicamentos, síntomas de enfermedades como la depresión o la rinitis alérgica.
La somnolencia
La somnolencia puede considerarse como una necesidad fisiológica básica para nuestra supervivencia. Podría definirse como la tendencia que tenemos de quedarnos dormidos así como de ser propensos a dormirnos.
La intensidad y presencia de esta necesidad puede ser inferida por lo rápido que se inicia el sueño, la facilidad para ser interrumpido y el tiempo que se duerme. Sin embargo, lo cierto es que no solo existe un tipo de somnolencia: existen varios. Te los mostramos a continuación.
Tipos de somnolencia
En primer lugar, la somnolencia puede distinguirse en dos grandes tipos: la somnolencia normal y la somnolencia patológica. En el caso de la somnolencia normal, esta es un resultado del ritmo circadiano. Por otro lado, cuando hablamos de somnolencia patológica, podemos distinguir entre somnolencia ocasional y somnolencia habitual.
La somnolencia habitual suele presentarse como una condición que no suele variar demasiado, como puede ser una condición crónica como el síndrome de apnea del sueño. Por otro lado, la somnolencia ocasional suele ser producto de un factor o conjunto de factores en concreto que son más puntuales, como puede ser el jet lag que se produce cuando viajamos a través de varias zonas horarias o el efecto secundario de alguna medicación.
Sin embargo, hay otros autores que prefieren distinguir los tipos de somnolencia según esta sea excesiva u optativa. En el caso de la somnolencia optativa, hablamos de la facilidad de quedarnos dormidos en un momento socialmente aceptable. Mientras, la somnolencia excesiva se daría cuando lo más habitual es que el individuo estuviese despierto.
Además, la somnolencia también puede distinguirse entre somnolencia subjetiva y somnolencia objetiva. El primer tipo de somnolencia se refiere a la percepción subjetiva de la necesidad de dormir o al estado de transición entre el sueño y la vigilia asociado a ciertas sensaciones y síntomas subjetivos, normalmente acompañados de manifestaciones objetivas como la pérdida del tono de músculos extensores del cuello, el bostezo, la disminución de la atención, la constricción pupilar o el desempeño cognitivo y psicomotor.
Por otro lado, la somnolencia objetiva hace referencia a la tendencia de una persona a quedarse dormida, también entendida como la propensión del sueño. Esta definición se basó en principio en uno de los primeros instrumentos conocidos para cuantificar la somnolencia. Este es el Test de Latencia Múltiple del Sueño (TLMS), un procedimiento neurofisiológico implementado en el laboratorio de sueño que cuantifica, según el trazado del EEG, electromiografía del mentón y un electro oculograma de ambos ojos, la somnolencia como el tiempo en quedarse dormido y tiempo en presentar sueño REM.
Causas de la somnolencia excesiva
En lo que respecta a la somnolencia excesiva, las causas que la preceden pueden ser primarias o secundarias. Las causas primarias más conocidas de la somnolencia excesiva son algunas como la hipersomnia idiopática, la narcolepsia y otras hipersomnias primarias poco frecuentes como el síndrome Kleine-Levin.
Las causas secundarias pueden dividirse en dos grandes grupos: el primero, los trastornos que se producen durante el sueño o relacionados con este, como el síndrome de apnea del sueño o el jet lag que mencionábamos anteriormente.
El segundo grupo haría referencia a condiciones como accidentes cerebrovasculares, enfermedades inflamatorias, condiciones neurodegenerativas o cáncer, entre otras.
Lo que queda claro es que, de las causas más comunes de la somnolencia, una de las principales es dormir poco o dormir mal. Es por eso que desde Maxcolchon te alentamos a que, especialmente si sufres de somnolencia durante el día, trates de descansar mejor o más tiempo. Y si crees que tu colchón puede tener algo que ver en tu falta de sueño: ¡no dudes en consultarnos!
