Ventajas de las camas articuladas

Desde la propia independencia física que aportan hasta lo más mundano como puede ser la comodidad extra que se consigue para leer o ver la tele. Hablamos de las ventajas de las camas articuladas, un modelo de equipo de descanso que hasta hace bien poco solo se asociaba a las personas con discapacidad, tercera edad o gente con movilidad reducida. Sin embargo, los avances tecnológicos que estas han ido adquiriendo con el paso del tiempo han dado paso a una segunda vía, más lúdica, pero que no pierde ni una sola prestación respecto a las camas normales.
Estos son todos los beneficios que traen consigo las camas articuladas
Las camas articuladas, que por nomenclatura ya nos están explicando casi en qué consisten, son ese tipo de camas cuyos somieres están divididos en varias partes para que, a través de un mando a distancia, se pueda gestionar sus movimientos y estructuras, facilitando así al usuario un uso y disfrute independiente a su propia condición física.
Mejoran la calidad de vida de las personas mayores y aquellas con movilidad reducida. Como ya hemos dicho, su concepción inicial fue la de ayudar a la tercera edad y a los enfermos a la hora de acostarse y levantarse. Y como añadido, también favorece a los cuidadores de estos ya que han de realizar menos carga física a la hora de ayudar a este tipo de personas.
Y como no hay mejora física sin su correspondiente consecuencia psicológica, para todos los mencionados anteriormente, la independencia que otorgan las camas articuladas también son un aliciente. De pronto, se ven capacitados para realizar movimientos que con otro tipo de lechos no podrían, mejorando así su estado anímico.
Que no te parezca frívolo, porque las camas articuladas también están diseñadas para este tipo de actividades más caseras y cotidianas. Independientemente de las condiciones físicas, pueden existir personas que prefieran o necesiten realizar actividades como ver la televisión, escribir en el ordenador, ver una película, leer o jugar a la consola desde la comodidad de su propio lecho. Las prestaciones de su estructura móvil y cambiante favorecen todo este tipo de prácticas.
Una solución perfecta para cubrir las necesidades lúdicas

Derivado en cierta parte del beneficio anterior, cuando hablamos de camas articuladas de matrimonio, lo que se consigue es una mayor independencia a la hora de dormir en pareja. Es decir, la independencia de lechos que de origen tiene una cama normal, se multiplica en sus prestaciones con estos modelos ya que permiten adaptar cada lado sin molestar al cónyuge.
Y hablando de parejas y compartir cama, con los modelos articulados se disminuyen las posibilidades de roncar. Y se consigue gracias a que este tipo de lecho favorece la respiración.
Volviendo a aquellas personas que precisan de una cama articulada por su condición física, por la edad o porque han de pasar largas temporadas (ya sea por enfermedad o accidente), este tipo de lechos ayudan a mejorar la circulación sanguínea, alivian dolores de espalda y molestias como artritis o ciática. Gracias a su propia fisionomía, las camas articuladas alivian la presión en las zonas donde se produce más dolor. Además, y por si fuera poco, estos modelos eléctricos previenen la proliferación de dolores de espalda ya que su uso requiere de menor esfuerzo físico. Y otro punto más, ayudan a otro tipo de patologías como pueden ser el reflujo gástrico.
Por razones obvias, las camas articuladas pueden resultar mucho más cómodas para según qué tipo de usuarios. Pero, sobre todo, si vas a tener que pasar mucho tiempo acostado (sea por el motivo que sea), estas van a favorecer tus movimientos a la hora de mejorar la higiene o alimentarte, por no hablar de cómo evitará la aparición de llagas o problemas circulatorios o de contracturas.
Por último, y no menos importante, las camas articuladas pueden conseguir un mejor hábito del sueño ya que mitigan la aparición de microdespertares (sobre todo en los modelos de matrimonio) e interrupciones.