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Problemas del sueundefinedo en la infancia

La mayorundefineda de los padres suele tener problemas para acostar a sus hijos por la noche. Es importante para todos que los padres ayuden a los niundefinedos mundefineds pequeundefinedos a aprender a dormir bien.

Los primeros meses de vida

Durante los primeros meses de vida, muchos padres tienen que levantarse mundefineds de una vez por la noche ya que los bebundefineds se duermen y se despiertan tanto durante el dundefineda como durante la noche. Lentamente van aprendiendo la diferencia entre ambos y comienzan a dormir mundefineds durante las noches.

El papel de los padres es ayudarles, estableciendo una rutina diaria regular que facilite el ritmo adecuado de sueundefinedo en sus hijos. Los bebundefineds dormirundefinedn mejor si son ubicados en habitaciones tranquilas y oscuras que sean cundefinedlidas y confortables. Con frecuencia se tornan somnolientos despuundefineds de una buena comida, pero se despertarundefinedn si tienen gases, hambre, sienten algundefinedn dolor o molestia o si se sienten mojados.

Desde los 9 meses hasta el aundefinedo

Con esta edad ya son capaces de mantenerse despiertos y, por ello, este es el momento en el que comienzan los problemas con el sueundefinedo. Los padres descubren que sus bebundefineds estundefinedn mundefineds despiertos si se encuentran excitados, muy cansados o ansiosos. Los problemas suelen surgir tras cualquier ruptura en la rutina habitual, como puede ocurrir en vacaciones. Es muy frecuente que los bebundefineds sientan pundefinednico o una gran aflicciundefinedn cuando se les deja repentinamente solos en la noche. La misiundefinedn de los padres es el establecimiento de una rutina organizada para el tiempo que el bebundefined pasa en la cama, siguiendo exactamente los mismos pasos cada noche.

Esto ayudarundefined al bebundefined a comprender quundefined estundefined pasando y le permitirundefined establecer sus hundefinedbitos de sueundefinedo de forma gradual. Despuundefineds de haber dicho undefinedbuenas nochesundefined, puedes quedarte cerca de la puerta durante un rato estando undefinedsta entornada, de forma que tu bebundefined pueda oundefinedrte moverte alrededor.

Los bebundefineds encuentran confortable y les tranquiliza tener un peluche al que abrazar o un chupete. El balanceo de la cuna o cantarles tambiundefinedn puede ser de ayuda. undefinedY si todo esto no funciona? Si tu bebundefined, con estas pautas, no para de llorar cuando lo dejas para dormir, no dejse a tu hijo solo, porque esto sundefinedlo reforzarundefined sus sentimientos de abandono y pundefinednico. Es importante para los bebundefineds saber que acudirundefineds cada vez que te necesiten. Una visita de vez en cuando para tranquilizarle y calmarle serundefined undefinedtil, pero no cojas a tu bebundefined en brazos, porque si lo haces, undefinedl aprenderundefined que si grita lo suficiente tundefined acabarundefineds cogiundefinedndolo.

Niundefinedos entre uno y dos aundefinedos

Como mundefinednimo, la mitad de los niundefinedos de esta edad suelen organizar un gran alboroto cuando tienen que ir a la cama. Algunos padres dejan llorar a sus hijos desesperadamente hasta que, trascurridas horas de gritos, cesan en esta actitud. Otros, abandonan la idea de insistir en una rutina a la hora de acostarlos. Debemos conseguir un tundefinedrmino medio, esto implica seguir una rutina habitual para ir a la cama diciendo undefinedbuenas nochesundefined y abandonando el cuarto. En el momento en que tu hijo comience a llorar, regresa a la habitaciundefinedn y repite un undefinedltimo undefinedbuenas nochesundefined, y vete de nuevo. Haz esto cada 5 minutos mientras dura el llanto del niundefinedo. No permitas que el niundefinedo abandone la cama y no estundefineds fuera de la habitaciundefinedn por mundefineds de 5 minutos.

Causas particulares de los trastornos de sueundefinedo en los niundefinedos

La mayorundefineda de los niundefinedos tienen ocasionalmente sueundefinedos amenazadores o pesadillas y sundefinedlo necesitan un abrazo y tranquilizarles para ayudarles a volver a conciliar el sueundefinedo. Las pesadillas que se repiten una y otra vez pueden ser el resultado de un estrundefineds grave o de traumas emocionales. Si tu hijo sufre pesadillas muy frecuentemente, tu pediatra sin duda podrundefined ayudarte al respecto.

Mojar la cama

Aunque la mayorundefineda de niundefinedos ya no mojan la cama cuando tienen dos aundefinedos, no es infrecuente que esto ocurra. Uno de cada diez niundefinedos todavundefineda moja la cama a la edad de cinco aundefinedos. Esto es mundefineds frecuente en los niundefinedos que en las niundefinedas, y suele tener carundefinedcter familiar. El mojar la cama puede ser un signo de enfermedad, por lo tanto es mejor que informes a tu pediatra para que undefinedl te aconseje. Si tu hijo estundefined sano y es lo suficientemente mayor para comprender, puedes ser capaz de aumentar el nundefinedmero de noches secas felicitundefinedndole y animundefinedndole tras cada noche seca. Los castigos por mojar la cama no ayudan y, es mundefineds, pueden empeorar la situaciundefinedn.

La mayorundefineda de los padres suele tener problemas para acostar a sus hijos por la noche. Es importante para todos que los padres ayuden a los niundefinedos mundefineds pequeundefinedos a aprender a dormir bien.