Efectos del alzheimer en el sueño y el descanso

May 8, 2024 | TERCERA EDAD | 0 Comentarios

A menudo, las personas que padecen la enfermedad del Alzheimer experimentan dificultades para dormir. Se trata de un trastorno que influye en la calidad de su descanso. Por eso, a medida que la enfermedad progresa, los efectos del Alzheimer en el sueño, y los cambios físicos en el cerebro, pueden desencadenar alteraciones en el ciclo de sueño-vigilia.

Los avances médicos, científicos y tecnológicos no han dejado de producirse respecto al estudio neurológico de las personas. Sin embargo, aún se desconoce completamente la naturaleza de esta interacción.

Por qué afecta el Alzheimer al descanso

Las personas con algún tipo de demencia pueden tener problemas para dormir porque experimentan cambios físicos en su cerebro. Es decir, en cuánto duermen y la calidad del propio descanso. Aún así, la comunidad científica todavía no sabe cómo funciona exactamente esta interacción: si la falta de sueño causa o exacerba la demencia.

En cualquier caso, a continuación te dejamos lo que se sabe sobre cómo afecta el Alzheimer al descanso.

Factores que podrían contribuir a los problemas de sueño en el alzheimer

Son varios los factores que podrían contribuir a la aparición de los trastornos del sueño en el Alzheimer. Algunos de ellos son:

– Cambios en el reloj biológico.

– Agotamiento mental y físico al final del día.

– Desorientación.

– Aumento de las sombras en la vista, lo que puede hacer que las personas con demencia se sientan confundidas y asustadas.

– Necesidad de dormir menos, que es común entre los adultos mayores.

Además, hay otras razones que pueden contribuir a las dificultades para descansar adecuadamente en estos casos:

La falta de melatonina

La demencia en general puede afectar a la producción de una hormona del sueño en el cerebro llamada melatonina. Esto ayuda a que la persona sienta sueño cuando oscurece por la noche.

A medida que avanza su demencia, el cerebro puede producir menos melatonina. Esto puede empeorar por el daño al reloj biológico de la persona, lo que significa que los niveles de melatonina no aumentan en el momento adecuado.

Estar en un ambiente luminoso durante el día (particularmente por la mañana) y en un ambiente más oscuro por la noche puede ayudar a que el ciclo de sueño y vigilia funcione lo mejor posible.

Estar confundido por la noche

Cuando una persona con demencia se despierta por la noche, puede sentirse ansiosa o confundida y no saber qué hora es. En lugar de volver a dormirse, pueden pensar que es hora de empezar el día o que necesitan estar en algún sitio para hacer algo importante.

Por ejemplo, pueden vestirse en mitad de la noche pensando que necesitan prepararse para ir a trabajar o para llevar a sus hijos al colegio. La persona puede tratar de seguir una vieja rutina, preparar el desayuno e intentar salir de casa para ir a algún sitio.

Estar inactivo y aburrido

Una persona con demencia puede terminar durmiendo durante largos períodos durante el día si no tiene suficiente actividad física, mental o social significativa para mantenerse activa y comprometida con sus actividades.

Es posible que no se sientan lo suficientemente cansadas como para dormir por la noche y puede ocurrir que no duerman durante demasiadas horas. El descanso más corto tiende a ser más ligero, por lo que la persona no obtiene el beneficio de un sueño profundo y prolongado que dure varias horas.

¿El Alzheimer deteriora el sueño?

Para quienes sufren Alzheimer o cualquier otro tipo de demencia, dormir puede ser todo un desafío. En estos casos, es posible que las partes del cerebro que controlan el sueño no funcionen tan bien, tal y como explica la Sociedad del Alzheimer del Reino Unido.

Así, las personas que sufren Alzheimer pueden:

  • Despertarse varias veces durante la noche.
  • Tener dificultades para conciliar el sueño.
  • Dormir menos tiempo profundamente.
  • Dormir menos tiempo en general.

Además de la interrupción de su reloj biológico, una persona con demencia puede dormir más durante el día y tener dificultades para dormir bien por la noche. Este proceso puede comenzar incluso antes de que una persona tenga demencia o si sufre un deterioro cognitivo leve (DCL).

Cómo afecta el Alzheimer al descanso

¿La gente con Alzheimer duerme más?

Una de las realidades comunes de aquellas personas que viven con Alzheimer, ya sean los propios enfermos o los familiares, es la de los cambios en los patrones de sueño.

En este sentido, no hay una regla escrita y labrada en piedra. Es decir, los efectos del alzheimer en el sueño no se traducen en dormir más de forma necesaria. En lugar de eso, estos cambios pueden manifestarse de diversas maneras.

Algunas personas pueden encontrar consuelo en dormir más durante el día, solo para enfrentarse al insomnio durante la noche. En el otro extremo, otros pueden experimentar un sueño interrumpido o inquieto, añadiendo complejidad a sus noches.

Estos cambios en el sueño pueden ser el resultado de una variedad de factores. La progresión misma de la enfermedad de Alzheimer puede desencadenar alteraciones en los patrones de sueño, mientras que los cambios en el cerebro también pueden desempeñar su propio papel.

Además, ciertos medicamentos prescritos para tratar el Alzheimer pueden influir en el sueño de una persona, así como el estrés o la ansiedad asociados con la enfermedad.

Tal y como aconsejamos siempre en estos casos desde Maxcolchon, creemos que es fundamental que cualquier cambio en los patrones de sueño sea abordado y discutido con un profesional de la salud. Esta comunicación abierta y atención médica adecuada garantizará el mejor cuidado posible para quienes enfrentan los desafíos del Alzheimer y sus efectos en el sueño.

¿Se debe dejar dormir mucho a una persona con Alzheimer?

En las etapas avanzadas del Alzheimer, es muy habitual observar que las personas pasen largos periodos durmiendo, tanto de día como de noche. Sin embargo, también resulta obvio hacerse la siguiente pregunta: ¿es apropiado permitir este prolongado descanso?

Si este aumento repentino en el tiempo de sueño ha aparecido de manera inesperada o si la persona muestra otros síntomas preocupantes, podría ser indicativo de otras causas subyacentes.

Por otro lado, si la persona está en etapas avanzadas de la demencia y ha experimentado un incremento gradual en su tiempo de sueño, es probable que sea atribuible al avance natural de la enfermedad.

Es importante prestar atención al bienestar general de la persona y consultar a un médico si surge alguna preocupación. En el caso de que un profesional de la salud no lo considere un problema, si la persona parece estar cómoda y tranquila durante su sueño prolongado, permitirle disfrutar de un descanso adicional puede ser beneficioso para su bienestar general.

Trastornos del sueño comunes en las personas con Alzheimer

Los trastornos del sueño tienden a empeorar a medida que el Alzheimer progresa. En concreto, los posibles problemas de sueño incluyen somnolencia excesiva durante el día e insomnio con dificultad para conciliar el sueño y permanecer dormido.

– Apnea obstructiva del sueño: Caracterizada por los típicos y temidos ronquidos fuertes, además de ciertos episodios de asfixia. Ambas situaciones se producen debido al colapso de las vías respiratorias durante el sueño.

Sorprendentemente, hasta la mitad de los pacientes con Alzheimer pueden desarrollar apnea en algún momento de su enfermedad. El tratamiento más común para la apnea es la presión positiva continua en las vías respiratorias, la cual ayuda a mejorar la respiración durante el sueño. Este tratamiento se ha asociado con mejoras en la cognición de los pacientes con Alzheimer que sufren de este trastorno.

– Síndrome de piernas inquietas: Otro trastorno del sueño que afecta a las personas con Alzheimer es el síndrome de piernas inquietas, donde se experimentan sensaciones desagradables en las piernas que se alivian moviéndolas.

Hablamos de un síndrome que puede ser hasta seis veces más común en adultos mayores con deterioro cognitivo que en adultos mayores sanos. Y aunque se necesita más investigación, se ha demostrado que el tratamiento médico mejora la calidad del sueño, ofreciendo un respiro a quienes luchan contra este problema.

Además de los trastornos del sueño físicos, los pacientes con demencia también enfrentan desafíos emocionales que pueden afectar a su descanso. La depresión y la ansiedad son comunes en estas personas y pueden contribuir a impedir conciliar el sueño.

La terapia cognitiva y conductual, así como el ejercicio y la estimulación sensorial, pueden ayudar a reducir los síntomas y mejorar la calidad del sueño en aquellos afectados por trastornos del estado de ánimo relacionados con el Alzheimer.

Cómo pueden dormir mejor las personas con Alzheimer

Es importante recordar que los esfuerzos por mejorar la higiene del sueño pueden tener beneficios significativos en su calidad de vida. Este estudio científico encontró que prácticas como una buena higiene del sueño y la exposición a la luz dieron como resultado una mejora en el tiempo de vigilia nocturna y en los síntomas depresivos en pacientes con Alzheimer.

Para aquellos que luchan contra el Alzheimer, un buen descanso puede marcar la diferencia en su salud física y bienestar diario. Pero, ¿cómo pueden mejorar su sueño?

Consejos para mejorar el sueño de pacientes con Alzheimer

  1. Equilibrar la rutina diaria: Los pacientes deben implementar actividades estimulantes durante la mañana y el día para mantener la mente activa. Por ejemplo, reservar las noches para actividades relajantes como escuchar música o leer.
  2. Establecer un horario de sueño: Acostarse y despertarse a la misma hora todos los días puede ayudar a regular el ritmo circadiano, originando más probabilidades para un sueño de calidad.
  3. Evitar las siestas prolongadas: Aunque una breve siesta puede ser reconfortante, evitar siestas largas durante el día puede ayudar a mantener un ciclo de sueño más regular por la noche.
  4. Aprovechar la exposición a la luz: La luz natural durante el día puede ayudar a regular el reloj interno del cuerpo. Intentar pasar tiempo al aire libre y otras actividades como la fototerapia pueden mejorar los síntomas del sueño en personas con Alzheimer.
  5. Fomentar la actividad física: El ejercicio durante el día puede promover un sueño más reparador por la noche. Caminar al aire libre proporciona beneficios tanto físicos como de exposición a la luz.
  6. Administrar el momento de la medicación: Algunos medicamentos pueden interferir con el sueño si se toman tarde en el día. Los familiares deberán consensuar con un médico sobre el momento adecuado para tomar la medicación.
  7. Crear un entorno propicio para dormir: Mantener la habitación tranquila y oscura durante la noche, además de evitar los estímulos visuales y la proliferación de ruidos, ayudarán a reducir las interrupciones del sueño.

Pueden las personas con Alzheimer tomar somníferos

En la actualidad, la comunidad científica y médica no respalda el uso rutinario de somníferos para tratar los problemas de descanso entre las personas que padecen Alzheimer. De hecho, los somníferos pueden plantear riesgos adicionales. Por ejemplo, el aumento del riesgo de caídas y lesiones, así como el potencial de aumentar la pérdida de memoria y la confusión.

Por otro lado, se han realizado estudios sobre el uso de suplementos de melatonina como una posible opción para mejorar la calidad del sueño en personas con Alzheimer. Sin embargo, los resultados de estas investigaciones son contradictorios. ya que otras investigaciones científicas han demostrado un ligero beneficio, aumentando el tiempo de sueño nocturno en unos 30 minutos, mientras que otros no han mostrado ningún beneficio significativo.

Por último, destacar que existen evidencias que sugieren que los suplementos de melatonina pueden tener efectos adversos. En este caso, un aumento del aislamiento social y la depresión en pacientes con demencia.