Almohadas de 60x45

Las almohadas, como cualquier elemento del descanso, tiene establecido una vida útil. Un uso recomendado que, tras superarlo, puede llevarnos a un peor descanso. Si en el caso de los colchones de gama alta asciende a diez años, en el de las almohadas no debería superar los dos años. Una renovación bianual necesario, ya que lo habitual es un uso diario cuyo desgaste puede llevarnos a un descanso menos higiénico y con la pérdida absoluta de sus prestaciones. Por el contrario, las almohadas de las camas de invitados y usos esporádicos, podemos alargarlas más más tiempo.

Para proteger una almohada de 60x45, lo ideal es utilizar la figura de una funda protectora. Además de ser un elemento decorativo de nivel, ayudará a protegerla de la invasión de ácaros. Estas sustancias nocivas imperceptibles para el ojo humano son las responsables de provocarnos alergias en la piel. El uso de una de estas fundas servirá de escudo tanto para estos elementos indeseables como otras sustancias como el polvo, el moho o la acumulación de sudor. En definitiva, un elemento del descanso higiénico y necesario.

La primera regla para escoger una almohada, es que la elijas según tus propias necesidades. Y esto comenzará por las dimensiones de la cama. Si el tamaño de tu cama te pide una almohada de 60x45, en el catálogo de Maxcolchon encontrarás hasta cuatro variantes. Cuatro modelos según su composición: viscoelástica, látex, fibra y copos.

En primer lugar, tenemos la más popular de todas. Igual que ha sucedido con los colchones, los modelos fabricados con material viscoelástico son los más utilizados del mundo. Y lo son porque su propia composición facilita la adaptabilidad de nuestro cuello y cabeza. Una almohada de visco siempre remará a favor de nuestra postura favorita al dormir.

Siguiendo con los demás modelos, las almohadas de 60x45 fabricadas con látex destacarán por su nivel de transpiración. Hablamos de una variante que evacua mejor el calor, favoreciendo así el descanso de los que más sudan en verano. Además, destaca también por aportar un extra de elasticidad, algo que ayudará en la acogida de las cervicales.

Las almohadas de fibras se erigen como una alternativa a la viscoelástica. Uniendo este material a las dimensiones de 60x45, encontramos una almohada perfecta para los más pequeños. Ligeras pero resistentes, se adaptará mejor a fisionomías diferentes y especiales.

Por último, las almohadas de copos destacan por su polivalencia. Al aportar algo tan importante como la capacidad de subir o bajar el nivel de la almohada, se convierten en una elección perfecta para toda la familia.