Colchones: Todo lo que necesitas saber
La ropa de cama le aporta a tu dormitorio un estilo propio y te ayuda a dormir mejor por la noche. Cuanto mayor sea la calidad, más perdurará en el tiempo. Disponemos de materiales de 50% de algodón y 50% poliéster; 100% de algodón, de algodón de 2000 hilos; de satén.
El conteo de hilos se refiere al número de hilos horizontales y verticales en cada pulgada cuadrada de tela. Por ejemplo, si un tejido es de 2000 hilos, significa que hay 2000 hilos por pulgada cuadrada de tejido. Cuanto mayor sea el número de hilos, mejor será la calidad de la ropa de cama. Pero este no es el único factor a tener en cuenta. Los hilos de buena calidad como el algodón o el satén estarán en mejor estado después de cada lavado y durarán mucho más.
El satén tiene una sensación más suave, con un poco de brillo debido al perfil elevado del hilo en el tejido. El algodón es fresco, absorbente, asequible, fácil de lavar y muy duradero. La opción mixta de algodón y poliéster es una buena opción para aquellas personas que buscan ropa de cama que requiera de una atención mínima.
El tamaño de almohada de 60 cm es perfecto para una cama de 120 x 180 cm, donde duerme una pareja. En este caso habrá que usar dos almohadas de 60 cm. Están disponibles en diferentes materiales como Viscoelástica, látex, de copos y fibra.
En función de tu condición física o de tu forma de dormir, requerirás una almohada específica. Por ejemplo si sueles dormir de lado, tu cabeza estará más arriba de la cama que si estuvieras recostado sobre tu espalda. Por eso la almohada es mejor que sea alta y de una densidad mayor. Cualquier tipo de almohada viscoelástica es aconsejable para esta posición.
Para aquellas personas que duermen boca arriba, es mejor que la almohada sea de una altura intermedia y de firmeza media para que no provoque una excesiva presión sobre los músculos del cuello.
Dormir boca abajo es una postura que conviene evitar, si es posible, ya que hace que la curvatura natural entre el cuello y la espalda se aplanen, ejerciendo demasiada presión sobre el cuello. Sin embargo, las almohadas de menor firmeza y grosor pueden ayudar a reducir esa presión.
Para aquellos que sufren alergias, es mejor que elijan almohadas de látex o viscoelásticas ya que son hipoalergénicas lo que ayudará a disminuir los síntomas.