Terrores nocturnos infantiles: ¿Cómo ayudar a los más pequeños?

Jul 8, 2021 | INFANTIL, TERRORES NOCTURNOS, TRASTORNOS DEL SUEÑO | 0 Comentarios

Los terrores nocturnos son trastornos del sueño parecidos a las pesadillas, pero mucho más espectaculares. También conocidos como “miedos del sueño”, son episodios que se manifiestan con gritos, llantos y sensación de terror intenso mientras se está durmiendo.

Normalmente, esta interrupción involuntaria del sueño en mitad de la noche suele ocurrir durante la infancia. Cuando esto sucede, la reacción que muestran nuestros hijos puede llegar a alarmarnos. Por suerte, estos episodios suelen durar tan solo unos minutos.

¿Cómo son los terrores nocturnos infantiles?

La causa de los terrores nocturnos viene determinada por una sobrexcitación del sistema nervioso que se produce durante el sueño. Técnicamente, los terrores nocturnos no son un sueño como tal, sino que, por el contrario, se ocasionan durante la fase de transición de una fase del sueño a otra.

La diferencia de los miedos nocturnos con las pesadillas es que estas ocurren durante la fase REM. En este caso, suele ocurrir que, al despertarnos, recordemos los detalles de lo sucedido. Sin embargo, cuando tenemos episodios de terrores nocturnos, no recordamos nada de lo que nos ha pasado.

Normalmente se producen en el primer tercio de la noche mientras se pasa de una etapa de sueño profundo a una más superficial. Les suele suceder con más frecuencia a los niños más pequeños y es más común en niños que en niñas, tal y como indica la Asociación Española de Psiquiatría del Niño y el Adolescente.

A pesar de que pueden llegar a ser escalofriantes, no suelen ser una causa importante para que nos tengamos que preocupar. Lo normal es que desaparezcan con el tiempo y no se prolonguen más allá de la adolescencia.

El problema es que, a veces, se pueden repetir con frecuencia e incluso en algunos casos puede haber riesgo de lesiones por los movimientos bruscos que pueden realizar sin darse cuenta. Por eso, en estos supuestos, es conveniente realizar las pruebas pertinentes para descartar cualquier otra enfermedad relacionada con el sueño.

Sin ser lo habitual, también pueden darse episodios de terrores nocturnos en personas de edad adulta. En estos casos, normalmente suelen venir provocados por problemas de estrés, ansiedad o depresión.

Factores que pueden influir en la aparición de terrores nocturnos

Aunque se desconoce la causa, existen algunos factores que pueden influir en la aparición de este tipo de problemas. Por ejemplo, el cansancio extremo, los periodos en que duermen menos de lo aconsejado y en los casos de padecer enfermedades que provocan fiebre alta.

Curiosamente, en torno al 80% de los niños que lo padecen han tenido algún familiar afectado por algún trastorno del sueño similar, tal y como indica el Instituto del Sueño. Sin embargo, no es algo tan habitual como ocurre con las pesadillas. Aun así, el porcentaje de los niños con terrores nocturnos infantiles se sitúa alrededor del 40%.

¿Cómo actuar ante los terrores nocturnos?

Cuando en mitad de la noche nos sorprenden los gritos de nuestros hijos, es conveniente actuar con tranquilidad. Normalmente nos podemos sentir impotentes ante esa reacción sin saber muy bien como tranquilizarlos. Por eso, lo mejor es abrazarlos y esperar a que se les pase porque seguramente continuarán durmiendo como si nada hubiera pasado.

Se suele recomendar no intentar despertarlos cuando esto les ocurre, porque, de esa manera evitaremos que se pongan más nerviosos y les cueste volver a conciliar el sueño otra vez. No hay que asustarse si nos los encontramos con los ojos abiertos o hablando de forma inentendible, suele ser algo normal que puede ocurrir en estas situaciones.

Al ser situaciones inevitables que aparecen sin motivo alguno, puede ser una buena idea establecer una serie de rutinas que fomenten un descanso saludable. Entre ellas, una de las más importantes es establecer un horario apropiado según sus edades para que se vayan a dormir.

Además, es aconsejable que se acuesten suficientemente relajados. Para ello, un baño caliente antes de cenar, leer un cuento antes de acostarse o jugar con ellos a algo que no les ponga demasiado nerviosos puede ayudar a que concilien el sueño de forma natural.

En cualquier caso, nuestro consejo es que dispongan de camas que sean adecuadas a sus necesidades de descanso. Puedes echar un vistazo a nuestro catálogo de colchones infantiles y decidirte por cualquiera de nuestros modelos diseñados especialmente para el crecimiento y bienestar de los más pequeños de la casa.