¿Por qué sudo si tengo frío?
Es una pregunta que en alguna ocasión nos hemos podido hacer todos: ¿Por qué sudo si tengo frío? Una situación que mezcla sensaciones tan contradictorias que puede llegar a crearnos confusión. Un fenómeno fisiológico que tiene diferentes causas y que no todas guardan relación con enfermedades o estados griposos y febriles.
Causas de la sudoración nocturna
Estás en mitad del sueño y de repente te despiertas. Miras el reloj despertador que marca las 4 de la mañana. Durante unos segundos no entiendes nada, pero te sientes mal. Incómodo. Ahora lo entiendes. Estás sudando. Sí, en pleno invierno. A pesar de que has podido pasar frío antes de acostarte.
Esta situación que parece sacada de cualquier película de terror, en realidad es más común de lo que pensamos. Como pequeños accesos del calor a nuestro cuerpo, durante la pernoctación podemos sufrir sudores repentinos y abundantes. Una sudoración que envuelve en humedad no solo nuestro cuerpo, sino también la ropa de cama.
Según dictan desde la comunidad científica, los seres humanos sudamos un promedio de un litro de agua diario. Algo que nos ayuda a mantener nuestra temperatura corporal constante de 37º. Esta situación fisiológica suele aumentar en las noches de invierno, debido a la tendencia a abrigarnos en exceso. Como respuesta a la sobreprotección, nuestro cuerpo suda hasta hacernos despertar, privándonos así de una calidad del sueño que afectará no solo a nuestro cuerpo, sino también a nuestro estado de ánimo.
Estos sudores nocturnos que hacen su aparición durante el sueño, ya hemos comentado que también suceden durante el invierno. Y lo pueden hacer por muy diferentes motivos:
– Un exceso de abrigo: A veces somos tan frioleros que abusamos de la ropa de cama. Tiramos de nórdicos, colchas, edredones, sábanas, mantas…y pijamas.
– La composición del pijama o la ropa de cama: Los modelos que no son naturales y están confeccionados con productos sintéticos son menos transpirables. ¡Di sí a los tejidos naturales!
– Mala transpirabilidad de tu colchón: Dependiendo de sus niveles de transpiración y firmeza o de los tejidos que lo formen, la cama donde duermes puede acabar resultando un verdadero horno.
– Mala alimentación: Más allá de saltarte la dieta sana y equilibrada por la que tanto abogamos, las cenas copiosas y que abusan de alimentos picantes y fuertes son sinónimo de una mala digestión. Procesos que van a aumentar la temperatura de nuestro cuerpo mientras dormimos.
– Consumo de alcohol: Una de las consecuencias de beber alcohol (sobre todo por la noche) es el aumento de la temperatura corporal.
– Apneas, ronquidos y respiración dificultosa.
– Factores de índole psicológico: Padecer ansiedad, estrés o incluso pesadillas nocturnas pueden alterar nuestro sistema nervioso. Es decir, alteraciones de nuestra temperatura corporal que desembocan en sudoración.
¿Cuáles son los motivos del sudor frío?
La sudoración fría suele resultar un tipo de respuesta de nuestro propio cuerpo. Es decir, si tenemos miedo, sentimos dolor, hemos sufrido un shock o incluso nos falta el aire, la manera de combatirla que tiene nuestro cuerpo puede ser esta.
También llamada diaforesis, la sudoración fría puede aparecer por las noches, mientras dormimos. Aunque no es tan habitual, causas como la fiebre o haber consumido alcohol desembocan en esta transpiración fría y nocturna.
En estos últimos casos, sufrir este tipo de transpiración fría de manera diaria, debería llevarte a consultar con un médico. Algo que resulta obligatorio si el sudor frío se combina con dificultad para respirar, una mayor palidez de nuestra piel, mareos o la sensación de estar más débiles.