Causas del cansancio: El mecanismo de defensa

Abr 15, 2021 | CONSEJOS, DESCANSO

El cansancio se define como la falta de fuerzas para llevar a cabo un trabajo intelectual, emocional o físico, o por la falta de descanso. Este puede ser síntoma de alguna enfermedad, pero lo cierto es que muchos de nosotros sentimos ese cansancio cada día, por lo general, sin que haya una patología que lo cause.

Así, a diario podemos sentir el cansancio en distintos ámbitos de nuestra vida a causa de múltiples situaciones: desilusión, fastidio, hastío, falta de sueño, haber trabajado mucho, aburrimiento… Se trata de situaciones normales que desembocan en un cansancio que también puede considerarse normal.

Sin embargo, cuando este cansancio se presenta a diario y durante la mayoría del tiempo, es posible que esté causado por alguna patología. Veamos qué puede causar el cansancio normal y en qué se diferencia con el cansancio considerado “patológico”.

Causas del cansancio “normal”

Podríamos considerar el cansancio “normal” aquel que surge debido a las circunstancias a las que nos enfrentamos en nuestro día a día. Ejemplos de ello pueden ser el estrés, las preocupaciones, los nervios… Estos factores nos afectan a diario y pueden surgir por diversas razones.

Por lo general, todas responden a un momento de tensión emocional, esfuerzo físico o falta de sueño, y desaparece tras un período adecuado de descanso. Las causas más comunes de este cansancio normal podrían ser algunas como:

  • Exceso de trabajo.
  • Estrés.
  • Crianza de niños pequeños.
  • Embarazo
  • Efecto secundario de algún medicamento
  • Actividades físicas extenuantes.

Estas son las causas habituales por las que podemos sentirnos cansados. Sin embargo, existen otras causas que pueden derivar en un cansancio patológico.

Causas del cansancio patológico

Las causas del cansancio que hemos mencionado hasta ahora son ampliamente conocidas. Sin embargo, existen otros factores que pueden llevar a un cansancio más serio, considerado como fatiga. Estos pueden ser algunos como los siguientes:

Los músculos

En lo que a la aparición de la fatiga se refiere, algo a lo que deberíamos atender es la edad y, con ella, el deterioro o debilitamiento de los músculos que esta produce. Y es que, conforme nos vamos haciendo mayores, nuestros músculos van reduciéndose progresivamente. En concreto, esto empieza a ocurrir sobretodo a partir de los 40 años aproximadamente, lo que afecta tanto a la capacidad funcional de la que disponemos como al desempeño en nuestras actividad diarias.

Según el estilo de vida que llevemos, este cambio se produce de manera más o menos acusada. Aquellas personas que mantienen una dieta equilibrada y realizan ejercicio, mantienen mejor su musculatura que aquellos que no lo hacen. Estos últimos podrían sufrir un deterioro funcional mayor que afecte a su calidad de vida.

En cualquier caso, si la fatiga acecha antes de los 40 años, es posible que sea necesario revisar el estilo de vida que se lleva. Y es que tener un estilo de vida saludable, contando con una dieta equilibrada y la realización de ejercicio físico regular es el camino para reducir la debilidad muscular y conservar las fuerzas.

Deficiencias nutricionales

Una dieta poco equilibrada o una mala absorción de determinados nutrientes pueden conducir a deficiencias nutricionales que desemboquen en fatiga y cansancio. El hierro, la vitamina C, el magnesio o las vitaminas del grupo B podrían ser ejemplos de ello.

(h3)Depresión
Aunque pueda parecer algo extraño, lo cierto es que la depresión puede ser una causa o predisposición a padecer fatiga o cansancio patológico. De hecho, tanto es así que una gran parte de las personas que padecen un trastorno depresivo mayor (cerca del 90 por ciento), presentan fatiga. Los antidepresivos también pueden tener un papel en la aparición de fatiga.

Anemia

Otra de las causas comunes que puede llevar a un cansancio patológico es la anemia. Esta consiste en una disminución de glóbulos rojos en la sangre o en los niveles de hemoglobina con respecto a los niveles considerados como normales.

La causa más común de esta patología es la falta de hierro, un mineral necesario para producir hemoglobina. También puede ocurrir debido a que los glóbulos rojos se destruyen o se pierdan a mayor velocidad. Por ejemplo, la pérdida aguda de sangre que puede producirse en una hemorragia puede llevar a causar anemia.

Hipotiroidismo

El hipotiroidismo es un trastorno en el cuál la glándula tiroides produce una cantidad insuficiente de hormonas cruciales. Al principio, esta enfermedad puede no presentar síntomas tan evidentes. Sin embargo, uno de los primeros síntomas que puede surgir es la fatiga.

Diabetes

La diabetes es una enfermedad en la que los niveles de azúcar (glucosa) en sangre no están debidamente controlados. Este desequilibrio en la glucosa puede provocar letargo, falta de energía y fatiga. Esto es debido, concretamente, a que la falta de insulina, que permite obtener la energía a partir de la glucosa, las células no tienen suficiente energía y aparece esta falta de energía y fatiga.

Insuficiencia hepática

Cuando el hígado no funciona correctamente, a veces provoca ciertos síntomas. Uno de los más comunes es la debilidad y la fatiga, debido a que el hígado se ocupa de eliminar toxinas del cuerpo, y estas pueden provocar que se presente el cansancio.

Enfermedad autoinmune

Enfermedades como la artritis reumatoide o el lupus suelen implicar la fatiga como uno de sus síntomas principales.

Además, otras enfermedades que pueden desembocar en fatiga como uno de sus síntomas principales son:

  • Cáncer
  • Síndrome de fatiga crónica
  • Fibromialgia

Como estas, son muchas las enfermedades que llevan a muchas personas a padecer un cansancio crónico día tras día. Ahora que ya sabes cuáles pueden ser las causas del cansancio, tanto normal como patológico, ¿lo padeces tú también?