Niños: ¡No puedo dormir, tengo miedo!

Jun 27, 2020 | INFANTIL, TERRORES NOCTURNOS, TRASTORNOS DEL SUEÑO

Un problema recurrente que suele darse en la infancia es la aparición de miedos. Algunas veces, los más pequeños pueden sentirse asustados sin saber muy bien la razón. No obstante, el miedo es un instinto primitivo que nos alerta de algún posible peligro, ya sea real o imaginario. Por ello, la sensación de miedo tiene el objetivo principal de mantenernos alerta con el fin de protegernos. Pero, ¿qué podemos hacer cuando nuestro hijo tiene miedo?

Existen miedos evolutivos recurrentes que es normal que los niños puedan manifestar en un periodo de edad concreto. Estos pueden ser algunos como el miedo a estar solos, a las personas desconocidas, a la oscuridad, a los monstruos imaginarios o a los perros, por ejemplo. Seguro que cuando eras pequeño tú también tuviste algún miedo, por eso te explicamos como abordar este problema en los niños.

Qué actitud mantener con los miedos de nuestro hijo

Es posible que en algunos momentos no sepamos qué actitud mantener y cómo abordar los episodios de miedo que presentan nuestros hijos. Por ello, te damos algunas recomendaciones que podrían ser de ayuda:

  • Nunca se debe ignorar el miedo que siente nuestro hijo, ya que para él ese temor existe y es muy real.
  • Validar sus sentimientos a fin de que vea que somos empáticos y le apoyamos puede resultar positivo. Es importante no decirle nunca que sus miedos son tonterías ni que los niños fuertes no tienen miedo y no lloran.
  • Debemos mantener el control en todo momento y no desesperarnos.
  • Explicarles que nosotros también tenemos miedo en algunas ocasiones.
  • Hacer todo lo posible para comprender los miedos de nuestro hijo y expresarles afecto ante sus ataques de miedo.

¿Cómo identificar a qué tienen miedo nuestros hijos?

En ocasiones, podemos percibir que nuestro hijo se comporta de forma extraña y no entendemos qué es lo que está pasando exactamente. Y es que, a veces, los niños han podido oír expresiones del tipo “tener miedo es de débiles” o “los niños valientes no tienen miedo”. Estas expresiones, a menudo, pueden hacer que no quieran reconocer que sienten miedo. Es vital que entiendan que todo el mundo puede sentir miedo de vez en cuando y que no es nada extraño, ni negativo. Para ello, un primer paso puede ser ayudarles a identificar qué es el miedo, para qué sirve y cómo podemos sentirlo en nuestro cuerpo.

Una forma para identificar junto a nuestro hijo cómo se siente y qué miedos tiene puede ser dibujar un termómetro emocional donde añadir las cosas que le den más y menos miedo. Aquí podemos añadir alguna cosa que le diera miedo cuando era más pequeño y ahora ha superado. De esta forma, podrá identificar que la intensidad de lo que siente en un determinado momento puede variar.

Pautas para superar el miedo en los niños

Pongamos como ejemplo un miedo recurrente durante la infancia: el miedo a la oscuridad y a no querer dormir solos. Es posible que nuestro hijo no quiera que apaguemos la luz de su habitación y siempre trate de posponer la hora de acostarse. Además, puede que en algunas ocasiones en mitad de la noche entre en nuestra habitación y quieran acostarse en nuestra cama diciéndonos “no puedo dormir, tengo miedo”. Ante este problema, se recomienda a los padres que actúen de la siguiente forma:

  • Acompañarle a su habitación y arroparle. Además, podemos leerle un cuento para que se evada de la sensación de miedo. No es necesario esperarnos a que se duerma, ya que es mejor que lo hagan por ellos mismos.
  • Si en mitad de la noche nuestro hijo cambia de habitación, es recomendable acompañarle de nuevo a su cuarto.
  • Nunca se debe castigar ni gritar al niño aunque se levante por las noches y nos despierte.
  • Darle refuerzos positivos cada vez que consiga dormir solo.
  • Dejarle en su mesilla de noche todo lo que pueda necesitar para que no se levante durante la noche: agua, pañuelos, algún peluche extra, etc.
  • Es importante que los niños se sientan cómodos en su habitación y que esta sea atractiva a fin de que se sientan seguros en ella.
  • Establecer unas rutinas y hábitos de sueño cada noche para que el pequeño adquiera seguridad.

No debemos preocuparnos porque los niños presenten miedos a determinadas edades. Por lo general, se superarán conforme vayan creciendo. No obstante, cuando el miedo es muy intenso y frecuente, o cuando aparece en una edad en la que ya tendría que estar superado (si tiene miedo a la oscuridad con 13 años, por ejemplo), es aconsejable consultar con un psicólogo infantil para determinar qué podemos hacer ante ello.